Una picadora de barcos y de carne: así es el astillero de Chittagong al que los grandes buques van a morir
Publicado el 19/01/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Cada año, decenas de barcos llegan al final de su vida útil. Las compañías que los operan tienen dos alternativas: ponerlos a punto para modernizarlos o mandarlos al desguace. Esos astilleros en los que desmantelan barcos se encuentran principalmente en costas asiáticas, y un proceso que debería ser verde debido a que se recicla un gran porcentaje del barco, se convierte en ocasiones en algo tremendamente complejo.
El motivo es que hay astilleros en los que las piezas de los barcos valen mucho, pero las vidas de los trabajadores y el medio ambiente no tienen valor alguno. Y uno de los más criticados es el astillero de Chittagong, en Bangladesh.
Reciclando barcos. Puede parece que reciclar un barco de cientos de miles de toneladas es un proceso complejo, pero realmente los pasos están bien delimitados para que sea lo más sencillo posible (dentro de que, evidentemente, hablamos de una mole de acero). Lo primero es colocar el buque en un dique seco y eliminar los componentes complejos como combustible (para evitar incendios), aceite, productos químicos o las aguas residuales.
Hacerlo en un dique seco asegura que, aunque haya fugas, los elementos contaminantes no se filtran a la arena o al mar. Lo segundo es retirar los elementos electrónicos, motores y generadores que pueden venderse o reutilizarse. Lo siguiente es cortar el barco como si fuera una tarda: por porciones a la vez que se clasifican los materiales. Y el último paso es vender o reciclar las piezas de acero, cobre, aluminio y madera y gestionar debidamente los residuos no reciclables.
Chittagong. Esos procesos se han ido puliendo a lo largo de los años para acatar las normativas internacionales y cumplir con los compromisos medioambientales. Y, dicho esto, debemos viajar a la costa de Bangladesh, concretamente al astillero de Chittagong. Todo empezó a mediados de los años 60, cuando algunos barcos quedaron varados en la playa y se desmantelaron. En los 80, la industria del desguace de barcos creció en el país y el de Chittagong se convirtió en el mayor astillero de desguace del mundo.
Barato. Como apuntan desde The Guardian, este astillero llegó a reciclar más de 230 barcos en un año, lo que supuso más de 10 millones de toneladas de acero. Muhammed Ali Shahin es el coordinador de Shipbreaking Platform, una plataforma que busca que los astilleros de Bangladesh cumplan las normas de seguridad humanas y medioambientales, y comenta que “Chittagong es el lugar más barato para desguazar blancos, pero el precio es el sufrimiento”.
Picadero humano. Muhammed comentó que, sólo en 2017 murieron nueve hombres en Chittagong y nadie se hizo responsable de esas muertes, sumándose a los 200 de los últimos diez años. En un artículo de 2012, comentó que “de media, muere un trabajador a la semana, y todos los días alguien resulta herido. Los trabajadores son fácilmente reemplazables y los responsables saben que, si pierden a uno, otros 10 están esperando para reemplazarlo”.
Ali Shahin apunta directamente al gobierno, ya que son los que recaudan los impuestos por la actividad realizada en el astillero y, por eso, hace la vista gorda. No son sólo las muertes, no hemos terminado con ese tema, sino también las dolencias que tienen los empleados debido a la carencia de equipo técnico necesario para lidiar con las sustancias nocivas tanto de los interiores de los barcos (combustible, aislantes) como los residuos que se producen a la hora de, por ejemplo, cortar el acero.
En esta tabla, podemos ver que, de una muestra de 216 personas, la inmensa mayoría presentan problemas musculares, cansancio extremo debido a largas jornadas, problemas respiratorios y oculares, entre otros.
Demasiadas polémicas. El astillero da trabajo a cientos de miles de personas de la zona, muchos de ellos son… niños. Aunque es ilegal emplear a niños y adolescentes en industrias peligrosas, según la Ley de Trabajo de Bangladesh, un estudio de 2019 expuso que, al menos, el 13% de los trabajadores de Chittagong eran menores de 18 años. Afirma que, para evitar las inspecciones, el trabajo que realizan es en el turno nocturno y es un rango de edad especialmente vulnerable a las condiciones tóxicas del ambiente del astillero de desguace.
La mayoría de ellos trabajan como ayudantes de cortadores del acero, pero también retirando del barro pedazos de la nave que han caído al mar. Si algo ocurre y hay un accidente, como no están legalmente contratados, nadie se hace cargo del asunto. Por no hablar de las historias de cadáveres de personas que fallecen debido a accidentes laborales y que son arrojados, directamente, al mar.
Picardía. Aparte de la picadora humana, Chittagong acumula polémicas debido al vertido de desechos peligrosos que están contaminando los alrededores. Esto es debido a la falta de medios, pero también a lo más importante: el proceso de desguace no se hace en dique seco, sino directamente en la arena de la playa, por lo que cualquier residuo cae directamente en la arena y el mar.
En el artículo de The Guardian se expone que las leyes de la Unión Europea prohíben que los barcos con esa bandera desguacen en playas asiáticas, pero el proceso de ‘reabanderación’ es sencillo. También hay denuncias sobre empresas que saben perfectamente en qué astilleros se desguazarán sus barcos y, aun así, los venden a intermediarios que se encargan de revenderlos a los astilleros.
Not all astilleros. Hay que aclarar que, sobre todo a partir de la firma del Convenio de Hong Kong en 2009, decenas de astilleros se han puesto las pilas para que las condiciones laborales sean más humanas y, también, por hacer que las instalaciones sean adecuadas para la práctica del desguace de barcos. Países como Japón, India y Turquía, donde se encuentra el enorme astillero de Aliaga, han invertido cientos de millones de dólares para ponerse al día.
En Bangladesh, todo va más despacio y sólo el PHP Shipbreaking cumple con los estándares internacionales. El motivo es que es una zona deprimida que da trabajo a miles de personas y supone un beneficio tanto para el astillero como para las empresas que venden los barcos a esos astilleros que no cumplen con la normativa.
Por cierto, y por si las fotos de trabajadores sin protección no son suficientemente ilustrativas, hay un segmento de una superproducción que retrata lo apocalíptica que es la zona.
Se trata de la segunda película de ‘Los Vengadores’, que en cierto momento tiene un paneo del astillero de Chittagong. Y es algo que se puede ver en el tráiler de la cinta, en el minuto 1:31 y que corresponde a la imagen que dejamos justo sobre este párrafo.
Imágenes | Stéphane M Grueso, Google Maps, Naquib Hossain (2)
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