El nuevo CEO de Intel tiene una idea arriesgada y carísima para salvar su crisis: cargarse los chips con 18A
Publicado el 07/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Lip-Bu Tan, que desde hace unos meses tomó el testigo de Pat Gelsinger como director ejecutivo de Intel, está considerando un importante giro estratégico en su división de fabricación de chips. La jugada pasa por apostar directamente por la tecnología 14A en lugar de por el proceso 18A, en el que su antecesor Pat Gelsinger había invertido miles de millones de dólares. No sería la primera vez que Intel abandona un nodo de fabricación de esta manera.
Una crisis que se mantiene pese al cambio de líder. Intel lleva años perdiendo terreno frente a TSMC, el gigante taiwanés que domina la fabricación de chips para clientes colosales como Apple o Nvidia. Que la compañía haya mostrado signos de querer centrarse en el siguiente nodo de fabricación y abandonar el proceso de 18A (vigente para sus próximos procesadores Panther Lake) representa uno de los movimientos más arriesgados para intentar recuperar competitividad en un sector donde Intel ha dejado de ser líder tras décadas de dominio.
La estrategia de Tan. Desde que asumió el cargo en marzo, el nuevo CEO ha actuado con rapidez para reducir costes y encontrar nuevas vías de crecimiento. Su propuesta es concentrar recursos en el proceso 14A, considerado más competitivo frente a las tecnologías de TSMC, y ralentizar la comercialización del 18A a clientes externos. Esta decisión podría implicar tirar cientos de millones, o incluso miles de millones, de dólares en inversiones ya realizadas.
Los riesgos son enormes. Abandonar el 18A significaría asumir pérdidas millonarias por las inversiones realizadas, pero mantenerlo podría alejar aún más a los grandes clientes que Intel necesita para su división de fabricación por contrato. La compañía ya ha comprometido pequeños volúmenes de producción 18A con Amazon y Microsoft, pero estos contratos no cambiarían con la nueva estrategia.
El contexto financiero. Intel atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. En 2024 registró su primer año con pérdidas desde 1986, con números rojos de 18.800 millones de dólares. La compañía ha despedido ya a más de 15.000 empleados desde 2024 y planeó recortar entre 8.000 y 10.900 trabajadores adicionales de sus fábricas entre junio y julio.
Qué viene ahora. La junta directiva de Intel analizará las opciones propuestas por Tan en su reunión este mes, aunque la decisión final podría retrasarse hasta otoño dada la complejidad del asunto. Mientras tanto, Intel seguirá usando el 18A para sus propios chips y cumplirá los compromisos ya adquiridos con algunos clientes, pero el futuro de su división de fabricación dependerá de si logra convencer al mercado de que el 14A puede competir realmente con TSMC.
Imagen de portada | Intel
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