El Ekranoplano fue el avión más delirante diseñado por la URSS. Y ahora China lo ha recuperado sin que nadie sepa por qué
Publicado el 07/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
En el año 2020 se hizo viral un vídeo a través de un dron que estaba grabando imágenes de una playa en el mar Caspio. De repente, el clip mostraba una de las mayores fantasías de la aviación soviética: un Ekranoplano varado, una pieza única del denominado en la Guerra Fría como “monstruo marino” que jamás llegó a producirse en masa debido a sus costes (y beneficios). Cinco años después, una nación ha resucitado la idea del gran híbrido entre avión y buque: China.
Silueta emergente. Sí, porque por primera vez, han surgido imágenes completas del nuevo vehículo de efecto suelo (WIG) chino, una aeronave capaz de volar a baja altitud sobre superficies acuáticas utilizando la llamada “eficiencia del colchón de aire”.
El aparato fue inicialmente identificado por el analista naval HI Sutton, y su presencia en el mar de Bohai, al noroeste del mar Amarillo, no ha pasado desapercibida. En las primeras fotografías, parte de su estructura permanecía oculta, pero las nuevas tomas han revelado su silueta completa, confirmando su configuración como un ekranoplano de gran tamaño con casco de hidroavión.
Diseño alucinante. Su desarrollo, desconocido hasta ahora en el inventario aeronáutico chino, guarda cierto parecido con el AG600, el hidroavión anfibio que China desarrolla para misiones de rescate, reabastecimiento y logística en el disputado mar de la China Meridional.
La aparición de este vehículo alimenta la creciente tendencia global por revitalizar las plataformas de efecto suelo, tecnología que, como decíamos al inicio, la Unión Soviética exploró a fondo durante la Guerra Fría pero que nunca llegó a popularizarse fuera de sus márgenes experimentales.
Entre la sombra y el radar. El principio operativo de estas aeronaves es sencillo e impactante: volar a muy baja altura sobre el agua permite aprovechar una capa densa de aire comprimido que incrementa la sustentación y reduce la resistencia. Además, al mantenerse por debajo del horizonte del radar terrestre, estos vehículos son más difíciles de detectar y rastrear. A diferencia de los barcos, no son vulnerables a minas o submarinos, y aunque no son adecuados para zonas de combate altamente contestadas, sí podrían operar eficazmente en escenarios litorales o semi-permisivos.
Su posible utilidad, pongamos el supuesto de una guerra entre China y Estados Unidos, sería significativa, sobre todo considerando que China pelearía en su propio entorno geográfico inmediato. El ekranoplano serviría como plataforma logística para llevar suministros a áreas costeras remotas, evacuar personal o incluso cumplir funciones de guerra antisubmarina y control marítimo limitado, gracias a su capacidad de insertarse rápidamente en zonas alejadas y regresar sin necesidad de infraestructura portuaria.

Propulsión, diseño y dudas. Una de las grandes incógnitas que plantea este nuevo vehículo es su sistema de propulsión. Las imágenes disponibles, aunque de baja resolución, muestran una especie de toberas traseras de gran tamaño que han suscitado especulaciones sobre si se trata de una aeronave con motores a reacción, con hélices aún no instaladas o, incluso, con un sistema híbrido-eléctrico inédito.
Los nacelles presentan entradas de aire en la parte superior que podrían apuntar hacia un diseño bimotor con propulsión turborreactora, pero la presencia de posibles ejes o estructuras puntiagudas en la parte frontal hacen pensar que podría estar equipado con hélices de gran empuje aún por instalar.
Nada está confirmado. Las versiones actuales de este aparato podrían ser prototipos de demostración tecnológica, subescalas destinadas a informar desarrollos futuros, o modelos operacionales en fase de prueba sigilosa. La posibilidad de que use materiales compuestos de última generación para reducir peso, mejorar la aerodinámica y disminuir la firma de radar refuerza la hipótesis de un diseño moderno y altamente especializado.
Nuevo paradigma de movilidad. Plus: el perfil del nuevo ekranoplano chino muestra similitudes claras con el Liberty Lifter, el gran proyecto estadounidense para un WIG de carga pesada. Ambos comparten una concepción basada en plataformas de alta eficiencia para operar sobre vastas extensiones oceánicas sin depender de aeródromos, pistas o puertos. El aparato chino presenta una cola en V, un fuselaje escalonado típico de hidroaviones, flotadores estabilizadores en los extremos de las alas y en el centro del casco, y una gran puerta lateral que lo hace apto para transportar personal o materiales.
Su morro, estilizado y aerodinámicamente integrado, sugiere también una atención especial al diseño funcional. Este conjunto de características refuerza la teoría de que China podría estar desarrollando una plataforma versátil y táctica para operar en entornos de litoral disputado, especialmente en el contexto de un mar de la China Meridional cada vez más militarizado.
Lo que vendrá. La aparición pública del ahora llamado “monstruo del mar de Bohai”, como lo han bautizado los primeros analistas navales, abre la puerta a un seguimiento intensivo por parte de expertos y agencias occidentales. A medida que surjan imágenes más claras y posiblemente videos de sus primeras pruebas en mar abierto, el análisis se irá afinando y la evaluación de su potencial pasará de lo especulativo a lo doctrinal.
Por ahora, su sola existencia implica que China, como otras potencias, está invirtiendo seriamente en capacidades asimétricas que desafíen las limitaciones logísticas tradicionales. Este ekranoplano no es aún una amenaza estratégica por sí mismo, pero representa un símbolo claro de la ambición tecnológica y militar de Pekín: movilidad rápida, sigilosa, cercana a sus costas y fuera del alcance inmediato de las herramientas convencionales de detección o disuasión occidental.
Imagen | Wikimedia Commons, X
utm_campaign=07_Jul_2025"> Miguel Jorge .