España tiene un gran problema con los mayores de 55 años: se van a jubilar más tarde que nunca, pero nadie quiere contratarlos

Publicado el 18/07/2025 por Diario Tecnología
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España tiene un gran problema con los mayores de 55 años: se van a jubilar más tarde que nunca, pero nadie quiere contratarlos

En España, la situación laboral de los trabajadores mayores de 50 años se ha vuelto especialmente preocupante, ya que representan una parte cada vez mayor del desempleo registrado. Al mismo tiempo, la inversión de la pirámide demográfica obliga a alargar la vida laboral retrasando la edad de jubilación para garantizar la sostenibilidad de las pensiones.

Dicho de otro modo, el mercado laboral está arrinconando a los trabajadores de más de 55 años, entre un paro crónico y una jubilación cada vez más lejana, lo cual no hace más que añadir tensión a las arcas del Estado.

Jubilarse más tarde. Las estadísticas y proyecciones sobre la población coinciden: España deberá aumentar la edad de jubilación ordinaria si quiere evitar el colapso de su sistema de pensiones. Según un estudio de la Fundación BBVA y el IVIE, el envejecimiento de la población y el retraso en la incorporación al mercado laboral de los jóvenes obligará a retrasar la jubilación incluso hasta los 71 años por la caída de cotizantes en activo y el progresivo incremento de los pensionistas.

La OCDE también reafirma este diagnóstico, señalando que la tasa de empleo caerá un 10,3% de aquí a 2060 si no se toman medidas como la regularización de inmigrantes que complementen a los jóvenes, o la mayor integración laboral de los trabajadores mayores de 55 años. Es precisamente en este segundo aspecto donde habría que poner el foco con mayor urgencia.

Menos jóvenes, más seniors. De acuerdo con los datos oficiales, los mayores de 50 años ya suponen aproximadamente el 47% del paro registrado en España, lo que representa más de 1,14 millones de personas desempleadas en ese tramo de edad. En cambio, en términos porcentuales, este colectivo presenta una tasa de paro del 10,35%. Los datos parecen contradictorios ya que el segmento de edad que aglutina el 47% del total del desempleo, solo registra una tasa de paro de poco más del 10%. La explicación la tenemos en la pirámide demográfica.

Tal y como aclaraba El Economista, este rango de mayores de 50 años ha pasado de tener 3,8 millones de trabajadores en activo a 8,1 millones en los últimos años debido al envejecimiento de las plantillas. De ahí que su tasa de paro parezca menor.

En contraste, el rango de trabajadores más jóvenes tiene un menor volumen, aunque sufre una tasa de paro más alta. La última Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que los menores de 25 años tienen una tasa de desempleo superior al 26,53%, pero suman en total alrededor de 451.000 trabajadores en paro, es decir, menos de la mitad que los mayores de 50 años.

Más parados senior. Estos datos nos dejan una foto en el que los hay menos jóvenes ingresando al mercado laboral, pero cada vez más empleados de más de 50 años excluidos, lo que genera un escenario de escasez de mano de obra.

Los informes oficiales del Ministerio de Trabajo apuntan a la falta de cualificación digital y las dificultades para la recualificación de los mayores de 45 años como las principales barreras para el empleo sénior, especialmente en sectores como la banca, la industria o las grandes tecnológicas, donde los procesos de ajuste de plantilla se han centrado en los trabajadores de mayor edad. Las cifras del INEconfirman que el colectivo de mayores de 55 años ha duplicado su peso en el mercado laboral en los últimos quince años, pero también se ha incrementado su vulnerabilidad al desempleo de larga duración y su expulsión de los procesos de formación profesional.

Jubilados a los 55 años. La consecuencia directa de este cierre de puertas es que buena parte de los mayores de 55 años acaban recorriendo un camino que combina periodos de paro, subsidios y, en última instancia, jubilación anticipada o involuntaria.

Según el SEPE, la realidad es que el Estado asume, con varios años de antelación, los costes de estos subsidios y posteriores prestaciones de jubilación para casi la mitad de la masa laboral actual, en parte porque las empresas siguen considerando a alguien de 55 años "demasiado mayor" para ser productivo, pese a que apenas existen jóvenes disponibles para tomar su relevo en muchos sectores estratégicos.

Mayor esperanza de vida para ellos. El objetivo de ampliar la vida laboral de los trabajadores, además de mantener una masa laboral en activo que cotice, es equilibrar la edad de jubilación con respecto a la esperanza de vida. Dicho de otro modo, no prescindir de trabajadores cuando todavía se encuentran en buena forma física.

Sin embargo, excluir del mercado laboral a trabajadores que pueden y quieren trabajar, solo agrava la situación añadiendo una media de 10 años más la dependencia de estos trabajadores de las arcas públicas.

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Imagen | Unsplash (James Hose Jr)

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