The Line va regular, así que Arabia Saudí ha pedido a unos consultores que le resuelvan lo evidente: si tiene sentido
Publicado el 18/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Cuando hace años el príncipe heredero Mohammed Bin Salman presentó los planos de The Line, la gigantesca faraónica ciudad acristalada que Arabia Saudí quiere construir en pleno desierto, la idea sonaba a ciencia ficción. Y es normal. No todos los días se levanta de cero una megalópolis de 170 km de longitud, 200 m de ancho y enormes rascacielos, todo pensado para acoger a millones de personas sin carreteras ni coches. Con el tiempo sin embargo sus obras arrancaron y el proyecto avanzó lentamente, entre enormes destierros y cimientos de hormigón.
Ahora sus promotores han hecho algo peculiar: pedir ayuda a varias consultoras para que le confirmen si los planes iniciales son viables o conviene ajustarlos.
¿Qué ha pasado? Que Arabia Saudí quiere revisar su proyecto más faraónico, surrealista y delicado: The Line, la gigantesca "ciudad pasillo" de 170 kilómetros y 500 metros de altura y 200 m de ancho que el país quiere levantar en el desierto. A pesar de que cada cierto tiempo sus promotores presumen del avance de las obras, Bloomberg acaba de desvelar que las autoridades saudíes ha encargado a varias empresas consultoras que realicen una revisión estratégica del proyecto.

¿Qué les ha pedido? Que valoren si los planes actuales son factibles y sugieran posibles cambios. Así lo sostiene al menos Bloomberg, que cita fuentes anónimas próximas al proyecto. No han trascendido más detalles ni tampoco las consultoras a las que se ha dirigido el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF), pero la decisión es interesante tanto por su trasfondo como por el contexto.
Una vez tenga los datos, los responsables del proyecto deberán valorar la información y escoger: ¿Hace falta aplicar cambios? ¿Puede seguir la obra sin ajustes? Bloomberg matiza que el plan podría mantenerse tal cual está y que, de acordarse, cualquier cambio exigiría el OK del PIF y el propio Ejecutivo saudí.
¿Y qué dicen los promotores? The Line es parte de un proyecto aún mayor, Neom, que busca diversificar la economía de la nación e incluye otras iniciativas, como Magna, Oxagon, Sindalah y Trojena, aunque The Line es la más ambiciosa de todas. Sus responsables han quitado hierro al hecho de que el PIF haya echado mano de consultoras externas y aseguran que se trata de un trámite normal.
"Como es habitual en los proyectos plurianuales de gran envergadura, las revisiones estratégicas son una práctica común y se realizan varias veces en el transcurso de un gran proyecto de desarrollo o programa de infraestructuras", reivindica Neom. "The Line sigue siendo una prioridad estratégica y Neom se centra en mantener la continuidad operativa, mejorar la eficiencia y acelerar el progreso para cumplir con la visión y los objetivos generales del proyecto".
¿Por qué importa el contexto? Porque, como recuerda la agencia, el país lidia con la bajada del precio del petróleo, una inversión extranjera menor de la prevista y déficits presupuestarios. Bloomberg precisa que para equilibrar su presupuesto Arabia Saudí necesita que el barril de Brent esté en 96 dólares, cifra que se eleva a 113 si se incluye el gasto interno del FIP en los proyectos del príncipe heredero. Ambos valores están por encima de los alrededor de 71 dólares actuales.
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