El apagón ha conseguido lo que ni la pandemia logró: que (casi) todo el mundo deje de trabajar. Ni el teletrabajo puede salvarnos
Publicado el 28/04/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Hace ahora cinco años y algo más de un mes que una pandemia encerró en casa a medio mundo. La actividad económica se paralizó en muchos sectores pero pronto, muy pronto, las empresas encontraron la solución para seguir produciendo y no acabar en bancarrota: el teletrabajo salvó la situación.
Millones de personas pasaron a trabajar desde casa con sus ordenadores y mantuvieron la actividad mientras expertos científicos intentaban averiguar el origen de aquel virus y cómo se contagiaba tan fácilmente para ponerle una solución y poder dejar que las personas salieran de nuevo a las calles.
Ahora, con un apagón masivo de origen desconocido y en varios países de Europa (el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez ha dado una rueda de prensa hace unos minutos para explicar que, por el momento, no se conoce con exactitud qué ha podido pasar), hemos podido ver que, de un segundo a otro, nuestra vida y rutina se puede ver trastocada... y ahora no hay teletrabajo que salve la actividad.
El suministro eléctrico se interrumpió en toda la Península en torno a las 12:30 de hoy por causas aún desconocidas. Una hora más tarde, Red Eléctrica anunciaba que el apagón era “excepcional y totalmente extraordinario” y que se esperaba que iba a tardar de 6 a 10 horas en repararse. Si vemos las webs que muestran la actividad en internet podemos comprobar que esto ha sido también un apagón de internet.
Un apagón de internet
Espanix es una web que muestra el tráfico de internet y que se actualiza cada cinco minutos, como los mismos creadores de este recurso explican. Solo hay que echar un vistazo muy rápido a las últimas horas para ver que a partir del mediodía el tráfico descendió en picado hasta quedar muy por debajo del consumo de contenido online por la noche, cuando la mayoría de la gente duerme en España. A estas horas se mantiene muy bajo.
Con el apagón eléctrico se han visto afectados los transportes, incluso mucha gente no ha podido sacar su coche de la cochera para ir a trabajar porque no se abría la puerta que funciona con electricidad, semáforos que no funcionan... Por recomendación de la DGT que pronto anunció a la gente la necesidad de "evitar desplazarse".
Además, obviamente, ha habido falta de acceso a internet, ordenadores que sin una batería extra no pueden mantenerse encendidos por más tiempo... por tanto ni siquiera el teletrabajo es una opción en un momento así. Un apagón afecta a muchos asuntos de nuestra vida diaria y puede paralizar la actividad económica.
En Genbeta, durante las horas clave del apagón, solo quien se encontraba fuera de España pudo llevar a cabo el trabajo con normalidad. Algunos compañeros y compañeras de esta web y de Xataka han intentado sacar adelante sus noticias con portátiles y móviles con baterías... que se iban agotando. Además, aun con batería, trabajaban con mucha dificultad porque las redes tampoco iban bien.
Se puede ver en los gráficos oficiales que la actividad en internet sigue siendo mínima, si comparamos con los datos de ayer, sin apagón. El corte ha sido tan grande y ha afectado a tantos ámbitos que, salvo lugares como hospitales y similares, mucha gente ha tenido que dejar de trabajar.
Lo que no logró la pandemia, lo consigue un apagón
Hace ahora mismo 5 años, en 2020, en pleno confinamiento, estábamos en el lado contrario. Con el encierro, además del trabajo, gran parte del ocio pasó a ser online: plataformas de contenidos streaming, videollamadas con amigos y familia, cumpleaños a través de Zoom o Jit.si, juegos online, las tareas de los niños y niñas también por el PC... eso disparó el tráfico de internet en España durante las semanas más duras de confinamiento. Se calculaba que en los primeros dos meses de encierro, el tráfico español de internet aumentó alrededor de 40%.
Cabe recordar cómo las grandes empresas de internet y otras firmas que ofrecían servicios online (por ejemplo, las de reparto de comida a domicilio) encontraron en el coronavirus un filón: con millones de personas conectadas, su negocio creció muchísimo y muchas empresas como Meta o Google tuvieron que contratar a muchas personas para hacer frente a la demanda de sus servicios online.
En ese 2020, incluso Netflix, YouTube y Amazon Prime Video, entre otros, respondieron al llamamiento de la Unión Europea reduciendo la calidad de sus contenidos con el objetivo de no saturar las redes.
Imagen | Foto de natsuki en Unsplash
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