Las lluvias han dejado una España esplendorosa y un destino turístico se está beneficiando de ello: los embalses
Publicado el 07/04/2025 por Diario Tecnología Artículo original
"Mientras el mundo se tambalea, la naturaleza parece querer compensarnos". Esta frase de Jose Luis Gallego resume muy bien lo que está pasando en el campo español. Con los pantanos llenos y los acuíferos recargándose, España está viviendo "su primavera más esplendorosa en décadas".
Y eso tiene un beneficiado inesperado: el turismo.
Las muchas sequías que hay en cada sequía. Gallego explicaba en El Confidencial que, a grandes rasgos, hay tres tipos de sequías: la meteorológica (vinculada a la escasez de precipitaciones), la hidrológica (que tiene que ver con el agua que hay en el sistema. - ríos, pantanos y acuíferos) y la edáfica (que está relacionada con el suelo y su capacidad para proveer a la vegetación del agua que necesita).
La buena noticia es que hemos superado las tres y el terreno lo sabe. Ya no es que los campos de Extremadura, Castilla o Andalucía sean un espectáculo; es que incluso los alrededores más feos y sucios de cualquier ciudad española están bonitos. Es verdad que los humedales plagados de aves y rebosantes de vegetación son las zonas donde este "milagro de marzo" se nota más, pero hasta los lugares más áridos están llenos de sorpresas.
El mar de Castilla. El mejor ejemplo se puede ver en ese rinconcito entre las provincias de Cuenca y Guadalajara que se suele conocer como "Mar de Castilla". Son cinco embalses (Almoguera, Bolarque, Entrepeñas, Estremera y Zorita) en el Tajo medio y uno más (Buen día) en la Alcarria baja con una capacidad de 2.515 hm³ y una capacidad turística que ha vivido tiempos mejores.
En los 60, como consecuencias de las políticas hidrológicas y dearrollistas del régimen franquista, la comarca se llenó de urbanizaciones, restaurantes y pequeños embarcaderos. Se convirtió en un reclamo turísitico que la mejora de las infraestructuras, primero, y el trasvase Tajo-Segura, después, metieron en un lento declive. La sequía de los últimos años hizo el resto.
Sin embargo, con las lluvias de marzo, el Mar de Castilla está de vuelta.
Cómo convertir el agua en oro. Basta con leer las crónicas de la prensa local para comprobar que los vecinos de los municipios ribereños están realmente emocionados. El Entrepeñas solo ha trasvasado agua al Buendía ocho veces desde 1956, la última hace casi 30 años; pero este fin de semana ha vuelto a ocurrir. El pantano tiene tal cantidad de agua que se han podido ver imágenes realmente inauditas (o que llevaban décadas sin verse).
El runrun de la situación ha hecho que "cada día sean más los curiosos que llegan a la comarca ribereña para presenciar en primera persona e inmortalizar con sus cámaras fotográficas o con sus teléfonos móviles un momento tan excepcional y quién sabe si irrepetible".
La pregunta que se hacen en el Mar de Castilla es cuánto aguantará la situación y si podrá aprovecharse el turismo lcoal de ella.
Aunque, en realidad, es una pregunta que se hace mucha más gente. Nuestro país cuenta con más de 1.200 pantanos y "casi el doble de costa de agua dulce que marina en el país". Los embalses históricamente han sido mucho más que reservas de agua: han sido atractivos turísticos que contribuían a frenar la hemorragia demográfica de la España vaciada.
El problema es que, en las últimas décadas, ese interés ha ido cayendo poco a poco. Y el turismo rural no ha conseguido llenar plenamente el hueco. Por ello las diputaciones de Cáceres, Lugo, Badajoz y los 530 municipios asociados a la Federación de Municipios con Centrales Hidroeléctricas y Embalses de España (15 comunidades y 46 provincias) han decidido traer de vuelta el turismo de pantanos.
¿Turembalses? Efectivamente y con una propuesta de valor muy sencilla: actividades de aventura ("barranquismo, el parapente o los paseos en globo", "rutas en barco o kayak, cursos de vela, pesca deportiva o pádel-surf", pero también "rutas a caballo o en bicicleta, disfrutar de la observación de aves o practicar senderismo"), gastronomía de proximidad y patrimonio cultural, monumental e histórico.
Una solución nueva para un problema preocupante. Como contábamos hace unos días, mientras en 2024 los hoteles de España registraron un 7,5% más de pernoctas de viajeros extranjeros, las pernoctas de turistas españoles se estancaron con un alza mínima del 0,2%.
La subida de precios y la masificación de las zonas turísticas más importantes son los motivos principales de ese parón del turismo nacional. Por eso, ahora son las zonas menos explotadas las que buscan su parte de un pastel que crece al 4,9% al año. Y, viendo las fotos de los embalses del país, tiene muchísimo sentido.
Imagen | Riaño, León (Paulo Valdivieso) | Pelayo Arbués | Eduardo Kenji Amorim
utm_campaign=07_Apr_2025"> Javier Jiménez .