Hace 20 años, un demonio de World of Warcraft protagonizó uno de los eventos más catastróficos que obligó a Blizzard a redefinir sus normas
Publicado el 24/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El mundo de Azeroth de World of Warcraft está bien plagado de amenazas en cada una de las zonas de sus diferentes continentes. Una de las criaturas más temibles y populares del MMORPG es Lord Kazzak, que a su vez es uno de los denominados Jefes del Mundo que habitan en el juego, es decir, enemigos más poderosos de lo normal que requieren la cooperación de un buen número de jugadores para poder acabar con ellos.
En el caso de este monstruo que habitaba originalmente en las Tierras Devastadas, suponía un buen desafío tratar de derrotarlo durante las primeras etapas del juego, cuando inició su andadura en 2004. Pero, si hay un motivo por el que es recordado, es por protagonizar una de las anécdotas más sorprendentes y catastróficas que se han llegado a ver en estas más de dos décadas. El motivo se debe a que arrasó por completo con Ventormenta y con todos los jugadores que se encontraban allí.
No se trató de ningún evento o algo que estuviera planeado por la propia Blizzard. En su lugar, los jugadores de la Horda tuvieron la ocurrencia de viajar hasta donde estaba Kazzak, captaron su atención y consiguieron que les siguiera poco a poco. Así durante una larga travesía tratando de sobrevivir a sus golpes con el fin de trasladar a Kazzak hasta la que es la capital de la Alianza, para que tuvieran que ser ellos los que lidiaran con este descomunal y temible jefe.
Naturalmente, nadie estaba preparado para algo así cuando en verano de 2005 todos los que estaban paseando tranquilamente por las calles entraron en pánico al ver cómo se aproximaba este gigantesco demonio. Para complicar las cosas más todavía, contaba con una habilidad que le permitía curarse una buena cantidad de puntos de vida por cada personaje que matase, sin importar si era un jugador o un NPC.
La masacre que llevó a cabo fue tan bestia que su vida estaba casi siempre al máximo, causando estragos por todas partes. Los jugadores de la Alianza estaban tremendamente desesperados, hasta que se pusieron en contacto con un GM, un administrador del juego, que se enteró de lo sucedido y solo necesitó un golpe para aniquilar a Lord Kazzak y restaurar el orden. Eso sí, nada libraba a la Horda de poder repetir la jugada en algún momento.
Por eso mismo, a Blizzard no le quedó otra opción que tomar una decisión radical y muy rápida. Eso llevó al equipo a reiniciar los servidores y publicar un nuevo parche que afectaba a todos y cada uno de los Jefes del Mundo existentes, provocando que ninguno de ellos pudiera escapar de la zona en la que se encontraban y, de ser así, se reiniciaba el encuentro, con tal de que no se volviera a vivir una situación tan trágica.
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