El desierto de Atacama es uno de los lugares más áridos del planeta. Y justo ahí un puñado de "locos" está intentando sacar agua de la niebla
Publicado el 20/02/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Los océanos y mares albergan, según estimaciones utilizadas por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), más del 96,5% del agua de nuestro planeta. En contraste, la atmósfera contiene un modestísimo 0,001% de este total. Las nubes, la niebla y la humedad del aire mismo contiene algo menos de 13.000 kilómetros cúbicos que también representan el 0,04% del agua dulce del planeta.
Pero en contextos en los que la sequía aprieta, cada gota puede llegar a contar.
Recolectando agua de la niebla. Un grupo de investigadores ha puesto a prueba con éxito un método para obtener agua de la niebla. El sistema fue capaz de recopilar entre 0,2 y 5 litros de agua por metro cuadrado y día.
Secarral. Para poner a prueba el método, el equipo responsable del análisis recurrió al municicpio de Alto Hospicio, ubicado en pleno desierto del Atacama. Este desierto alberga algunas de las zonas más áridas del planeta, en las que las precipitaciones apenas llegan al milímetro anual.
La ciudad depende para su abastecimiento del agua contenida en acuíferos subterráneos, pero según explica el propio equipo, estos no han sido debidamente recargados en un periodo de entre 10.000 y 17.000 años. La ciudad se extiende rápidamente y fruto de ello alrededor de 10.000 de sus residentes viven en asentamientos informales, casi todos ellos desconectados del sistema de abastecimiento de aguas.
“La recolección y el uso del agua, especialmente de fuentes no convencionales como el agua de la niebla, representa una oportunidad clave para mejorar la calidad de vida de los habitantes”, explicaba en una nota de prensa Virginia Carter Gamberini, coautora del estudio.
Un “nuevo” método… Un estudio que logró mostrar el potencial de esta tecnología. El equipo probó durante un año estos mecanismos en el entorno de la ciudad de Alto Hospicio, obteniendo entre 0,2 y 5 litros por metro cuadrado y día. Entre agosto y septiembre de 2024, durante la temporada de mayor actividad, fue posible alcanzar hasta 10 litros por metro cuadrado y día.
“Esta investigación representa un cambio notorio en la percepción del uso de agua procedente de la niebla, desde una solución rural y más bien de pequeña escala a una fuente de agua práctica para las ciudades”, añade Carter Gamberini. “Nuestros hallazgos demuestran que la niebla puede servir como fuente complementaria de agua urbana en zonas secas donde el cambio climático exacerba las carencias de agua”
El mecanismo también tiene sus limitaciones, matizan. Una de ellas es que su uso se limita a elevaciones altas fuera de los límites de la ciudad.
...que no es tan nuevo. La recolección de agua de niebla no es algo del todo novedoso, como recuerda Carter Gamberini, pero sí puede ser un método conveniente para ser escalado en un contexto como el presente.
Los aparatos recolectores de agua de niebla, como el que fue empleado en el estudio, constan de una red por la que circula el aire cargado de humedad. Parte de esa humedad se acopla a las fibras de la red y cae por ellas hasta un canal que lo conduce hacia un depósito. El agua del depósito puede así utilizarse en una variedad de usos como el consumo humano o en la agricultura.
Los detalles del experimento fueron publicados en un artículo en la revista Frontiers in Environmental Science.
Aprendiendo lecciones. La viabilidad de la recolección de agua de niebla depende de las características geográficas del entorno: tanto el clima como la orografía pueden afectar a la capacidad de este mecanismo para aportar agua. Estas condiciones propicias pueden darse en algunas áreas de España, donde ya hay quienes consideran proyectos similares.
Imagen | Virginia Carter Gamberini
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