Si ves barras de energía sobre la cabeza de las personas, no estás alucinando: es un fenómeno común y se llama GTP
Publicado el 30/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
¿Recuerdas cuando, hace años, circulaban historias que se solían considerar leyendas urbanas -hasta que uno mismo las experimentaba- acerca de sueños en los que jugábamos al Tetris o al DOOM, y que eran tan reales que, en ocasiones, llegaban a confundirse con los periodos de vigilia? Llegó a dársele un nombre, el Efecto Tetris, y las nuevas generaciones de juegos y apps, cada vez más sofisticados y realistas, han llevado aquel fenómeno un paso más allá: después del Efecto Tetris, llega el GTP.
Qué es el GTP. Son las siglas de Game Transfer Phenomena, es decir, Fenómeno de Transferencia de Juego, y consiste en una serie de experiencias involuntarias que tienen los jugadores tras sesiones de juego intensas, donde elementos de los videojuegos (desde imágenes y sonidos específicos hasta aspectos tan concretos como los inventarios de objetos) se solapan con nuestras percepciones de la vida real. Sus características fueron descritas por primera vez hace alrededor de una década por Angelica Ortiz de Gortari en una tesis doctoral.
Su inspiración fue su propia experiencia: visualizar productos en un supermercado como si estuviera usando una mira telescópica de videojuego
Algunos de sus síntomas. Son muy variados: percepciones visuales (ver barras de vida o el HUD del juego) y auditivas (banda sonora, efectos especiales), impulsos automáticos (ejecutar movimientos condicionados, como pulsar botones), pensamientos recurrentes y comportamientos inspirados en videojuegos (hablar involuntariamente con jerga de juegos concretos), sensaciones táctiles o kinestésicas (percibir el mando en las manos cuando no está ahí)... Por ejemplo, un jugador puede ver barras de salud sobre las cabezas de las personas, o sentir la necesidad de agarrar objetos cotidianos como si fueran power-ups.
Una experiencia frecuente. No se trata de un fenómeno aislado o insólito. Estudios en los que han participado más de 6.000 jugadores indican que la mayoría ha experimentado GTP al menos una vez. Y en otro análisis que se llevó a cabo en China, entre el 82 % y 96 % de participantes en una encuesta reportó que había experimentado en alguna ocasión alguna forma de GTP. Este artículo de BBC revisa el fenómeno y menciona a Ortiz de Gortari, que describe que, para quienes lo experimentan, el GTP puede ser "desconcertante y potencialmente peligroso", aunque, al ser relativamente natural y sencillo de explicar, la mayoría de las veces es pasajero y no tiene mayor trascendencia.
¿Pero por qué sucede? Por una parte, los videojuegos exigen respuestas automáticas y condicionadas, que luego se pueden repetir en la vida real. Y por supuesto, la altísima capacidad inmersiva de los juegos modernos multiplica esta posibilidad de transferencia. Es un fenómeno comparable a las canciones pegadizas, que repetimos en nuestra cabeza sin poder olvidarlas, pero el GTP tiene un plus de intensidad porque las áreas cerebrales que lo gestionan están vinculadas a la acción y los impulsos, no a actitudes pasivas.
Irá a más. Expertos como Ortiz de Gortari afirman que con dispositivos como los cascos de realidad virtual, fenómenos como el GTP podrían incrementarse exponencialmente en el futuro. Sin duda, es un área que la ciencia considera que debería examinarse a fondo: no solo porque los videojuegos sean la principal forma de entretenimiento a nivel global, sino porque delata, en buena medida, hasta qué punto nuestras mentes son vulnerables a avances tecnológicos cada vez más agresivos.
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