One Piece está siendo una locura en la actualidad, pero hay algo que echo mucho de menos de la obra de Eiichiro Oda y se que no volverá

Publicado el 21/06/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

One Piece está siendo una locura en la actualidad, pero hay algo que echo mucho de menos de la obra de Eiichiro Oda y se que no volverá

Ya son muchos los años que One Piece me mantiene enganchadísimo a su historia. Eiichiro Oda ha conseguido llegar a un punto de la trama en el que cada capítulo es importantísimo y desvela más secretos relevantes de cara a la recta final de la serie. Sin embargo, hay algo que echo bastante de menos y que sé que nunca volverá: la época del pre-timeskip.

Es algo que, en realidad, no es importante e incluso se podría tomar como relleno, sabiendo que no aporta algo especialmente relevante para la trama principal o el universo de la serie, pero me da la impresión de que había muchísima más fraternalidad entre los mugiwaras antes de la separación que después, y creo que es algo que ya no regresará por una razón clara: no hay tiempo para sentimentalismos.

Al inicio de la serie, cuando todos comenzaban a conocerse, era como algo nuevo e interesante para mí. Cada uno tenía sus peculiaridades, y resultaba interesante conocer sus flashbacks para entender ciertas actitudes. Y si bien los flashbacks son igual de buenos o incluso mejores en la actualidad, como es el caso de Kuma, creo que ahora son más para entender las acciones que harán que para saber, de manera genuina, cómo es esa persona.

El pre-time skip de One Piece era otro rollo

Y es que, en el pre-timeskip, existía una esencia que se fue perdiendo poco a poco, una esencia que veías en cada capítulo, donde Oda se tomaba su tiempo para mostrar cómo los miembros de la tripulación interactuaban entre ellos mientras viajaban. Creo que esto es clave, porque actualmente vemos estas interacciones, pero no de una manera banal, sino por el bien de la trama.

Antes, Oda podía pasarse un par de episodios con Luffy y compañía hablando entre sí sobre cualquier cosa, o simplemente soltando gags o chistes tan estúpidos que te hacían esbozar una sonrisa. Esa ingenuidad en la que vivían estos piratas parece haber desaparecido, y es algo que me pone un poquito triste.

Un ejemplo sería durante los inicios del arco de Arabasta. Existe una escena en la que, mientras están encerrados y para pasar el rato, Luffy comienza a imitar a Sanji de una manera estúpida, lo que provoca la risa incontrolada de Usopp, pero también un momento de ira instantánea de Nami, que los tumba a ambos de un puñetazo.
Algo parecido también ocurre en Skypiea, donde el Sombrero de Paja vuelve a mofarse de otro de sus compañeros por simple aburrimiento. Sí, no aporta nada a la trama y parece más relleno que otra cosa, pero también crea una conexión especial con el público que ayuda a reforzar esa unión entre fans y obra.

La evolución de Eiichiro Oda

One Piece

También creo que no es el único cambio que se aprecia del pre-timeskip. Algo que también me da la impresión de que ha cambiado respecto a esta época es la forma de dibujar, pero sobre todo los diseños de personajes. Obviamente, Oda ha evolucionado como artista y es normal que haga cambios en su estilo, pero es cierto que echo de menos ese tipo de arte más redondo, desenfadado y estrafalario que se veía en los primeros arcos de la serie.

Todos y cada uno de los personajes, desde mi punto de vista, tenían un toque único que les daba su propia personalidad, y el mundo y universo que les rodeaba incitaba más al descubrimiento y la aventura que a la acción pura y dura, cosa que creo que actualmente es en lo que se basan la mayoría de islas creadas por Oda estos últimos años.

Y si bien me da pena que todo esto haya cambiado, también lo entiendo. Oda tenía 22 años cuando empezó One Piece y su estilo era algo único, pero también demandante. La autoexigencia del autor le ha obligado a tener que hacer cambios en su estilo si quiere terminar los episodios a tiempo, y es completamente normal que haya evolucionado en cuanto a estilo.

En lo que respecta a la historia, también entiendo ese cambio de enfoque narrativo. Al final, el One Piece está cada vez más cerca y, tras más de 25 años escribiendo, es normal que no quiera pararse demasiado para crear esos momentos fraternales que eran más comunes en los primeros arcos. Esperemos que, de cara a la recta final de la serie, Oda pueda volver a dejarnos estos pequeños pero necesarios momentos que hacían de One Piece algo completamente único en su especie.

En VidaExtra | Todo sobre The One Piece: el ambicioso remake de Netflix del anime más exitoso de la actualidad

En VidaExtra | Me niego a que One Piece termine nunca: estos son los spin-off que merecen los fans

utm_campaign=21_Jun_2025"> Iván González .