Nothing Headphone (1), análisis: los primeros auriculares de diadema de Nothing son preciosos, cómodos y se escuchan de miedo

Publicado el 01/07/2025 por Diario Tecnología
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Nothing Headphone (1), análisis: los primeros auriculares de diadema de Nothing son preciosos, cómodos y se escuchan de miedo

Nothing, dentro de que tiene una cuota de mercado muy reducida y es relativamente joven, ha sabido diferenciarse en el abarrotado y hostil mercado de la tecnología de consumo. Lo ha hecho a base de diseño, relación calidad/precio y una experiencia minimalista, pero muy bien lograda. Lo hizo con auriculares TWS, lo repitió con sus móviles y era cuestión de tiempo que lo hiciera con unos auriculares de diadema.

Hoy ya tenemos entre nosotros los Nothing Headphone (1), unos auriculares circumaurales de 299 euros con un diseño que no pasa desapercibido, un buen puñado de ideas tan curiosas como interesantes y una experiencia que (spoiler) nos ha gustado muchísimo. Sin más dilación, vamos con su análisis.

Índice de Contenidos (9)

Ficha técnica de los Nothing Headphone (1)


Sony WH-1000XM6

ARQUITECTURA

Auriculares circumaurales cerrados

dimensiones y peso

Auriculares: 173,8 x 78 x 189,2 mm - 329 gramos

Estuche: 52 x 220 x 220 mm - 264 gramos

DIAFRAGMA

Driver dinámico de 40 mm

Poliuretano

CANCELACIÓN DEL RUIDO

Cancelación de ruido activa (42 dB, 2 kHz)

Modo transparencia

ENC para llamadas

RESPUESTA EN FRECUENCIA

20 Hz - 40 kHz

IMPEDANCIA

16Ω

CONECTIVIDAD

USB-C
Jack de 3,5 mm

CONECTIVIDAD INALÁMBRICA

Bluetooth 5.3
Conexión dual

FORMATOS DE AUDIO

AAC, SBC, LHDC, LDAC

Hi-Res Wireless Certified (24-bit/96 kHz)

Sonido por USB tipo-C

BATERÍA

1.040 mAh

Hasta 35 horas con ANC

Carga USB tipo-C

compatibilidad

Android 5.1 en adelante

iOS 13 en adelante

botones

Botón de encendido

Botón lateral

Botón interior Bluetooth

Rueda giratoria+botón

Pala de control

otros

Google Fast Pair

Microsoft Swift Pair

Detección de posición

Resistencia IP52

Modo baja latencia

PRECIO

299 euros

Diseño: preciosos, pero hablemos de los botones

Bonitos son un rato | Imagen: Xataka Bonitos son un rato | Imagen: Xataka

Comenzamos hablando del diseño, que es sin duda uno de los apartados más diferenciales de estos auriculares. Nothing ha optado por un diseño minimalista (hay quien diría que algo cyberpunk, pero no es tan así) y en el que los paneles táctiles brillan por su ausencia, para bien. Luego hablamos de los botones, que tienen su miga.

Los auriculares están hechos de aluminio en las zonas más clave y plástico rígido (reforzado con aluminio en ciertas zonas), mientras que la caja de los drivers y las cámaras están recubiertas de plástico transparente, de manera que podemos ver algo del interior. No el interior como tal, sino que se ha seguido la misma línea que en los móviles: dejar ver algunos detalles, pero no todo. El diseño salta a la vista que es llamativo y aunque no me cabe duda de que no será del gusto de todos, la realidad es la que es: el resultado es buenísimo.

Nothing Headphone 1 28 La diadema ofrece suficiente resistencia para aguantar perrerías como esta | Imagen: Xataka

La diadema ofrece bastante flexibilidad y los drivers pueden pivotar unos 90 grados, pero no se pueden plegar. Están acoplados a la diadema mediante unos brazos telescópicos ajustables que ofrecen resistencia, aunque un poco más de fricción no le habría venido mal. ¿Parte positiva? Ajustarlos a nuestra cabeza es más fácil, aunque no puedo evitar pensar en cómo aguantará este sistema el paso del tiempo.

Como buenos auriculares circumaurales, las almohadillas, hechas de poliuretano, recubren nuestra oreja por completo, sellando el canal auditivo. Hay que darle un minipunto (enorme) a Nothing por sus almohadillas, tanto las de las orejas como la superior. Son muy agradables al tacto, comodísimas (tienen un núcleo de espuma con memoria que es genial) y sellan de escándalo. Pero lo más importante es que la presión se reparte bien por toda la superficie de contacto, de manera que no tienes la sensación de que "aprieten".

Las almohadillas con es-tu-pen-das | Imagen: Xataka Las almohadillas con es-tu-pen-das | Imagen: Xataka

Ahora bien, un punto que es importante tener en cuenta es que las almohadillas no se pueden retirar. Si se rompieran por lo que fuese, habría que contactar con el soporte técnico de la marca, enviar los auriculares y que un técnico se encargarse del cambio. No es la solución óptima, sobre todo pensando a largo plazo. En cuanto a si la garantía cubre ese cambio, dependerá del motivo por el que se hayan roto las almohadillas.

En lo que a la diadema se refiere, habría sido estupendo que fuese más ancha. Ya que la almohadilla es cómoda, los auriculares ganarían enteros en ergonomía si la zona de contacto con nuestro cráneo tuviese más superficie. Eso, en sesiones de uso más largas de la cuenta, acaba marcando la diferencia sobre todo porque los auriculares pesan más de 300 gramos.

Esa diadema pide a gritos unos centímetros más de anchura | Imagen: Xataka Esa diadema pide a gritos unos centímetros más de anchura | Imagen: Xataka

En cualquier caso, lo que más me ha gustado de su diseño han sido los botones. En un mundo lleno de paneles táctiles, toques y gestos, Nothing ha optado por una solución mucho más analógica, pero muy funcional, útil y bien pensada: botones, ruedas y pestañas. El problema que tienen los gestos táctiles es que pueden no detectarse bien o ser, directamente, incómodos.

En auriculares TWS no hay más remedio que apostar por ellos, pero en los auriculares de este tipo hay otras opciones. Al tener más espacio, se pueden poner más botones y evitarle al usuario tener que memorizar que tres toques en el auricular derecho invocan a Google Gemini y dos toques y mantener en el izquierdo pasan de canción.

Esos botones son geniales y la implementación no podría haber sido más inteligente | Imagen: Xataka Esos botones son geniales y la implementación no podría haber sido más inteligente | Imagen: Xataka

En este caso, en el auricular derecho tenemos una rueda que gira y que podemos pulsar. Controlar el volumen girando una rueda es natural, intuitivo y, por suerte, funciona genial. Que se lo digan a los AirPods Max. Por ponerme pejiguera, y aunque sé que no pega nada con el diseño general de los auriculares, los Nothing Headphone (2) tienen que tener una rueda dentada o con algún relieve. ¿Por qué? Porque si sudamos o tenemos las manos mojadas, mover la rueda es más complicado.

Debajo de la rueda tenemos una palanca que podemos mover a la izquierda o a la derecha. Efectivamente, sirve para cambiar de canción, avanzar o retroceder más rápido y, en llamadas, para colgarlas o aceptarlas. Es una implementación que funciona muy, muy bien, sobre todo cuando consigues la memoria muscular suficiente para localizarla rápido con el dedo.

Una de las claves del diseño es que los botones están justo donde tienen que que estar y los dedos van directamente a ellos

Por último, tenemos un botón físico en el exterior del auricular derecho que es un botón multiusos para activar/desactivar la cancelación de ruido, cambiar de ecualizador o lo más útil: activar Google Gemini. Este botón puede parecer un botón más, y lo es, pero está tan bien colocado que no puedo dejar de pensar en la cantidad de iteraciones que habrá tenido este dispositivo. Desde el primer momento es como si el dedo supiera que ahí hay un botón y empezar a usarlo es muy fácil.

Hay estuchito

El estuche está bien, pero no es el punto fuerte de los auriculares | Imagen: Xataka El estuche está bien, pero no es el punto fuerte de los auriculares | Imagen: Xataka

Nothing ha tenido el detalle de incluir en la caja un estuche de transporte que, sin ser la mejor opción del mercado, es útil. Es duro y tiene un acabado en tela con bastante tendencia a coger polvo, pero en su interior podemos llevar los auriculares a salvo y las cosas como son: menos da una piedra. No está a la altura del conjunto en general, pero al menos lo tenemos disponible.

Además, en el interior tiene un pequeño bolsillo para guardar un cable de carga y un cable USB tipo C a jack de 3,5 milímetros. Por lo demás, un estuche sencillito, útil y que dará el apaño para evitar que los auriculares se rayen en la mochila o en la maleta.

Experiencia: una app sencilla y para qué más

De alguna forma, los dedos saben desde el primer momento dónde están ubicados los botones | Imagen: Xataka De alguna forma, los dedos saben desde el primer momento dónde están ubicados los botones | Imagen: Xataka

Para controlar los auriculares usaremos la app Nothing X, que es la misma que usamos para los demás dispositivos de la marca. Está disponible en iOS y Android. Desde esta app podremos ajustar la cancelación de ruido, activar o desactivar el audio espacial y modificar algunas opciones, como el refuerzo de graves, el ecualizador y los controles. Hay tres cosas a las que conviene prestar atención en este apartado:

  • Audio de alta calidad: si queremos aprovechar las bondades de LDAC, hay que activar el códec con este ajuste. Consumirá más batería, pero el rendimiento sonoro será mejor. Lo veremos en el siguiente apartado.
  • Over-ear detection: sirve para que los auriculares detecten si los tenemos puestos o no y que paren la reproducción de música. Imprescindible, porque además funciona bien.
  • Conexión doble: también es imprescindible, ya que nos permite tener conectados dos dispositivos al mismo tiempo y saltar de uno a otro indistintamente. Si usáis los mismos auriculares con el PC, portátil, tablet y monitor, este ajuste es una fantasía.
Capturas de la app | Imagen: Xataka Capturas de la app | Imagen: Xataka

Otro par de apuntes interesantes es que los auriculares son compatibles con Google Fast Pair y Microsoft Swift Pair, de manera que la conexión a los dispositivos es prácticamente inmediata. Si los conectamos a un Nothing Phone (3) podremos añadir ideas al Essential Space o activar el asistente para hablar con la IA, pero eso es un caso de uso muy puntual y que, lamentablemente, no hemos podido probar.

En lo que respecta a la aplicación, funciona bien, es fluida y no nos ha dado problemas durante estos días. Algo que gustará mucho a los audiófilos es el ecualizador, una completa suite para trastear a nuestro gusto con las frecuencias y dejar el sonido fino.

Sonido: uf

Imagen | Xataka Imagen | Xataka

En lo personal, me gusta mucho cómo entiende Nothing el audio. No hay grandes artificios en términos de preecualización, sino que deja en manos del usuario el toquetear las frecuencias a través del ecualizador (o los modos predefinidos) para adaptar el sonido a su gusto. Y es cuando dedicamos unos segundos a toquetear esos ajustes cuando realmente brillan estos auriculares. Volvemos a eso enseguida.

Los Nothing Headphone (1) han sido personalizados por KEF, tienen jack de auriculares, admiten sonido por USB tipo C (minipunto para la empresa) y, por supuesto, Bluetooth 5.3 con los códecs SBC, AAC, LHDC y LDAC. LDAC es el códec de audio en alta resolución de Sony y admite conexiones de hasta 990 kbps a 32 bits/96 kHz, pero para exprimirlo necesitaremos música en una calidad que no encontraremos en Spotify y YouTube Music. Para exprimir al máximo estos auriculares necesitaremos otra opción, véase Tidal o Amazon Music Unlimited.

Si no queremos Bluetooth, siempre podemos usar las conexiones cableadas | Imagen: Xataka Si no queremos Bluetooth, siempre podemos usar las conexiones cableadas | Imagen: Xataka

Para el caso, yo he usado este último servicio con los cortes musicales que suelo usar habitualmente, es decir, mi música favorita. Son temas que conozco al dedillo y que incluyen todo tipo de géneros y artistas, desde Bring Me The Horizon, Bad Omens o System of a Down a Linkin Park, WesGhost, Sleep Token o Ryan Caraveo.  La experiencia ha sido sobresaliente, sobre todo cuando he ajustado un pelín los auriculares.

Por defecto, el sonido está muy bien definido y si buscamos una experiencia más equilibrada la encontraremos sin tocar el ecualizador. KEF ha hecho un buen trabajo aquí. Ahora bien, si dejamos el ecualizador como está (en balanceado) y activamos el potenciador de graves al nivel tres, la cosa cambia muchísimo. Podríamos conseguir lo mismo tocando el ecualizador (el más completo que he visto en mucho tiempo, por cierto), pero con esto podemos tirar sin problema. Esta configuración se acercará más a la curva de Harman a la que nos tienen acostumbrados JBL y Samsung o, dicho de otra manera, tendremos un poquito más de pegada y más "brrrrm" en géneros urbanos.

Cara pan: ✅ Sonido muy bueno: ✅ | Imagen: Xataka Cara pan: ✅ Sonido muy bueno: ✅ | Imagen: Xataka

Yendo más al detalle, podemos usar un tema como 'Papercuts' de WesGhost (estilo pop-punk alternativo con un toque retro) para comprobar las frecuencias medias y agudas. Si unos auriculares no dan la talla, la peculiar voz de WesGhost suele quede empastada con los artefactos electrónicos agudos de fondo, resultando en un sonido estridente que puede resultar desagradable. No es el caso. La reproducción es nítida y los agudos, dentro de los exagerados que son, tienen mucho brillo.

En 'Throne' (Bring Me The Horizon, un himno, nos ponemos en pie por favor) podemos ubicar perfectamente la ubicación de los instrumentos (lo que se conoce como escena sonora) y encontrar todos los instrumentos. La voz de Oliver Sykes no se enmascara por la guitarra ni la batería y la experiencia es soberbia. Escucho esta canción en todos y cada uno de los auriculares que analizado y en los Nothing la he disfrutado mucho.

Imagen | Xataka Imagen | Xataka

Lo mismo podemos decir de la guitarra eléctrica y la batería en 'Toxicity' (System of a Down), que tienen una pegada alucinante al mismo tiempo que definida. 'Chop Suey!' suena también de fábula. En 'Fast Car', de Tracy Chapman (como hemos bajado de intensidad, eh), podemos apreciar los dedos deslizándose por las cuerdas de la guitarra y el sonido de los platillos que, cuando el sistema no está a la altura, pasan totalmente desapercibidos.

En resumidas cuentas, Nothing ha conseguido desarrollar unos auriculares que ofrecen una sonido buenísimo. El "problema", entre comillas, es que tenemos que ajustar ligeramente la ecualización para exprimirlos al máximo en según qué géneros. La configuración propuesta anteriormente funciona en géneros populares como el rock, el rap y la música urbana, pero en temas de pop o clásicos convendría ajustar ligeramente el ecualizador para subir un pelín los agudos y darles más vidilla si queremos. Si no, la configuración por defecto es más que correcta.

Por último, cabe destacar que los auriculares tienen seguimiento de cabeza y sonido espacial. Es interesante probarlo en películas y videojuegos, pero en la música a mí, personalmente, me desconcentra demasiado.

Cancelación de ruido: una buena implementación

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Los Nothing Headphone (1) apuestan por un sistema de cancelación de ruido activa. Este consta de tres micrófonos en cada lado que analizan el ruido externo cada 600 milisegundos y se ajusta en función del mismo. Eso si queremos, por supuesto, porque siempre podemos usar la aplicación para ponerla al máximo y evadirnos del exterior. De acuerdo a la compañía, los auriculares anulan hasta 42 dB de ruido y debo decir que el resultado es muy bueno.

Gracias a que las almohadillas cubren nuestra oreja por completo y nos aíslan, nuestro canal auditivo ya disfruta de una cancelación pasiva buenísima. Si a eso le sumamos el conjunto de micrófonos que rodean los auriculares, el resultado es que escuchando música con el volumen al 60% no soy capaz de escuchar el teclado mecánico con el que escribo estas líneas. Tampoco el aire acondicionado sobre mi cabeza o (mi particular prueba de fuego), las tres impresoras 3D que tengo a escasos dos metros.

No he tenido oportunidad de probarlos en el metro, en el tren o en un avión, que es donde realmente se pone a prueba esta tecnología, pero sí puedo decir que los Headphone (1) son capaces de aislarnos con mucha efectividad. Están a la altura de otros auriculares que me gustan mucho: los JBL Tour One M3, y eso no es decir poco. Francamente, tengo pocas quejas en este apartado.

Unas palabras para las llamadas

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Sin problema. Si la calidad del micrófono es algo importante, estos auriculares han cumplido. Podemos hacer llamadas sin ningún problema, escuchar y ser escuchados sin ecos o sonidos extraños. La cancelación de ruido, dentro de que no hace magia, puede anular el típico sonido del viento, del aire acondicionado, etc. Ruidos más fuertes, como el claxon de un coche o una ambulancia, se colarán, pero nada fuera de lo normal.

Batería: algo de lo que no preocuparse

Lo bueno que tienen los auriculares de este formato es que la autonomía no suele un problema. Al ser más grandes, la firma tiene capacidad para meter baterías de mayor capacidad, lo que se traduce en que podemos usar los auriculares sin miedo a quedarnos sin batería. Es, precisamente, lo que ocurre con los Nothing Headphone (1).

La firma ha conseguido implementar una batería de 1.040 mAh, una cifra que se traduce en una autonomía sobresaliente. Estamos hablando de alrededor de día y medio de uso continuado con la cancelación de ruido activa. En lo personal, he podido usar los auriculares durante cerca de cuatro jornadas laborales, por lo que nos movemos en la horquilla de las 30 horas. Con la cancelación de ruido desactivada, Nothing promete hasta 80 horas.

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La autonomía se reduce ligeramente si utilizamos el códec LDAC (algo que no tiene sentido si vamos a usar Spotify, YouTube Music y compañía) o si contestamos muchas llamadas. La cantidad de variables es considerable, pero podemos quedarnos por la idea de que a las 27-30 horas de autonomía podemos llegar sin problema. Y en cuanto a la carga, se realiza por USB tipo C y se completa en cerca de dos horas, aunque el sistema de carga rápida los pone a tono en apenas unos minutos.

Nothing Headphone (1), la opinión y nota de Xataka

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Los Nothing Headphone (1) nos han gusto muchísimo. Ese es el resumen. Sin llegar a la perfección, se nota que Nothing nació en el mundo del audio. Son unos auriculares cómodos, bien rematados, bonitos, que se oyen bien y cuya experiencia es sobresaliente. La batería aguanta lo que le eches, la carga es rápida, la cancelación de ruido funciona... Es un producto al que es complicado encontrarle pegas.

No son unos auriculares baratos porque 300 euros no le sobran a todo el mundo, pero si tenemos ese presupuesto y estamos buscando unos buenos auriculares de diadema, estos son una opción. ¿Le habría venido genial un peso más reducido, una diadema más ancha y almohadillas intercambiables? Sin duda, pero para ser una primera iteración el resultado es muy bueno.

9,0

Diseño 9
Calidad de sonido 9
Cancelación de ruido 9
Ergonomía 8,5
Experiencia de uso 9,25
Autonomía 9,5

A favor

  • El sonido es muy bueno y las opciones de ecualización, amplias
  • La cancelación de ruido está a la altura de las expectativas
  • La autonomía es sensacional, para olvidarse del cargador
  • En lo que a diseño se refiere, son únicos en su especie y los botones son una maravilla

En contra

  • La diadema necesita unos cuantos centímetros más de grosor
  • Las almohadillas son estupendas, pero desafortunadamente no son extraíbles


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