Los hijos de Steve Jobs no iban a heredar nada... pero su hija acaba de casarse en una boda que ha costado 6,7 millones de dólares
Publicado el 25/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Steve Jobs, el icónico cofundador de Apple, ha sido una de las figuras más influyentes del siglo XXI. Admirado por su genio creativo y criticado por su 'compleja personalidad', también fue conocido por sus declaraciones contundentes sobre la riqueza y la forma en que esta debería transmitirse a los hijos.
De hecho, es conocida su decisión de no dejar grandes herencias a sus propios hijos, convencido de que tal riqueza podría corromperlos o limitar su potencial.
Hoy, casi trece años después de su muerte, este principio parece entrar en contradicción con una noticia que ha acaparado titulares en todo el mundo: su hija menor, Eve Jobs, acaba de casarse, y el precio de la fiesta nupcial ha ascendido hasta más allá de seis millones de dólares, con una actuación de Elton John, la presencia de 'celebrities' de primer nivel, y una organización que raya en lo cinematográfico.
¿Qué pasó, entonces, con las famosas declaraciones de su progenitor?
El principio de no heredar: "No quiero que se vuelvan ricos por inercia"
En vida, Steve Jobs fue claro en su filosofía sobre la riqueza heredada: la biografía escrita por Walter Isaacson, pro ejemplo, se hace eco de su deseo de que sus hijos desarrollaran su propio camino, sin las distorsiones que puede imponer una herencia multimillonaria. Por otro lado, Laurene Powell Jobs, su viuda, ha reafirmado este principio. En una entrevista con The New York Times, afirmó:
"La riqueza heredada es una injusticia. No dejaré mi fortuna a mis hijos. Ellos saben eso".
Así, la familia ha destinado miles de millones a causas sociales, educativas y medioambientales, y Laurene ha mantenido un perfil filantrópico muy activo. La idea de una sucesión dinástica tipo "herederos de un imperio" es algo que tanto Steve como Laurene han rechazado en público abiertamente.
La boda de Eve Jobs: lujo, estrellas y una factura de siete cifras
De modo que la noticia de que Eve Jobs, la hija menor del matrimonio Jobs-Powell, se casará con el jinete olímpico británico Harry Charles en una celebración que costará más de 6,7 millones de dólares ha provocado sorpresa, críticas y no pocas cejas levantadas.
El evento tendrá lugar en Estelle Manor, una exclusiva finca en Oxfordshire, Reino Unido, a la que se le otorgó la licencia para la celebración de ceremonias civiles el mismo día del enlace. La prensa se hac hecho eco de que la actuación de, de una hora de duración, de Elton John se realizó por una tarifa de casi dos millones de dólares.
Entre los invitados figuran personalidades como las hijas de Bill Gates, la ex-candidata presidencial estadounidense Kamala Harris, la princesa Beatriz, el diseñador Jony Ive, el batería de Arctic Monkeys Matt Helders, y Jessica Springsteen, hija de Bruce Springsteen y también jinete profesional.
La organización corre a cargo de Stanlee Gatti, un reconocido productor de eventos que ha trabajado con la élite de Silicon Valley. ¿Y la financiación de todo eso? Correría enteramente por cuenta de la madre de la novia, la ya citada Laurene Powell Jobs.
¿Hecho el postureo, hecha la trampa?
Aunque a simple vista parezca una traición a los principios del fundador de Apple, el caso es más complejo. Se puede argumentar que una boda opulenta no es lo mismo que una herencia: de modo que el hecho de que Laurene Powell Jobs decida financiar una celebración especial para su hija no implica necesariamente que esta recibirá un legado multimillonario.
Eve Jobs, por su parte, se ha forjado una carrera como modelo y deportista ecuestre. Representa a Estados Unidos en competencias internacionales y está vinculada al mundo del diseño y la moda.
Si bien proviene de una familia inmensamente rica, al menos puede argumentar en su favor que no ha protagonizado escándalos ni ha vivido una vida de "niña rica" en el sentido clásico. Su presencia en el mundo es más discreta que la de otros hijos de magnates.
Además, la riqueza de la familia Jobs está mayormente gestionada por Laurene, quien administra el Emerson Collective, una organización de impacto social que también invierte en medios como The Atlantic. Ella sigue siendo la figura que decide sobre el uso del patrimonio, y no hay evidencia de que Eve o sus hermanos reciban transferencias de capital a largo plazo.
Se puede argumentar que la viuda de Steve Jobs ha respetado los deseos de su marido en la letra, si no en el espíritu: sus hijos no cuentan con grandes patrimonios a su nombre, pero ella les ha financiado su educación, posibilitado sus carreras profesionales, y regalado bodas con formato de macroevento.
Sin embargo, cuando Jobs hablaba de la 'injusticia' de la riqueza heredada, ¿se refería sólo a que sus hijos pudieran tener riqueza a su nombre, o hubiera incluido que pudieran disfrutar de dicha riqueza en su adultez, incluso si el cheque figura a nombre de su madre?
¿No confiere la disponibilidad de dicha riqueza un estatus, nivel de vida y capital social (contactos) que pueden igualmente "corromper" y "minar el potencial" de sus beneficiarios?
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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