Letra pequeña y en alemán: por qué Nintendo debía incluir a Grundig en sus cajas, aunque no tuviesen nada que ver

Publicado el 11/09/2025 por Diario Tecnología
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Letra pequeña y en alemán: por qué Nintendo debía incluir a Grundig en sus cajas, aunque no tuviesen nada que ver

Tú y yo sabemos que, salvo excepciones contadas, Nintendo no se suele complicar con el nombre de sus consolas: las Game & Watch ofrecen un juego y un reloj. Las siglas de NES hacen referencia a Nintendo Entertainment System, su sucesora fue la SNES y hasta a su sobremesa con formas de cubo se la llamó GameCube. ¡Ahora ha lanzado la Switch 2! Sin embargo, el caso de Game Boy fue una de esas excepciones: lo eligieron desde Japón por la sonoridad y más que por tener algo parecido a un sentido. ¿El problema? la versión corta es que ya estaba registrado.

La historia comienza en Alemania mucho antes de que Nintendo probase suerte haciendo arroz instantáneo y hasta se atreviese a hacer recreativas eróticas, que conste: desde finales de la década de 1950 la compañía Grundig se dedicó a registrar prácticamente cualquier nombre relacionado con un aparato dedicado al entretenimiento o que emplease tecnología fusionándolo con el sufijo "boy". Solo el nombre, que conste, de modo que el registro de marcas abarcaba dispositivos que no existían pero tampoco deseaban que usasen otros. En parte para poder usarlos en el futuro.

De este modo, nos encontramos conque Grundig lanzó los teléfonos "Teleboy 1000" y "Teleboy 3000" o una Radio Boy que se explica bastante bien sola. ¿Y eso funcionaba? Bueno, para que nos hagamos una idea, aquello era una jugada de márketing por parte del fabricante tan sencilla como efectiva que sería el equivalente a la "i" que vemos en los teléfonos y tablets de Apple. Y todo tenía sentido hasta que, un buen día de 1989, apareció Nintendo con su Game Boy.

Pese a que Grundig no tenía ningún dispositivo, aparato o electrodoméstico que se llamase Game Boy, la marca estaba a su nombre. No a nivel mundial, que conste, pero sí en un mercado tan importante como es el alemán. De modo que a Nintendo se le abrían dos posibilidades: o renombrar su portátil (como hacía en Corea) o mantener la marca con la que sería lanzada en el resto del planeta. Sobra decir que lo segundo implicaba tratar de llegar a un acuerdo

De este modo, la división Nintendo of Europe tomó la iniciativa y, pese a que en un principio no logró la marca, pagó a Grundig para poder usar la marca Game Boy en Alemania. ¿Así de sencillo? La verdad es que no: como comenté, todo lo que acababa en "Boy" se asociaba al fabricante germano, con lo que, además de negociar los permisos de uso y las condiciones, muchos de los juegos distribuidos y empaquetados en Alemania o para ese país debían incluir una letra pequeña en lsa cajas en la que se reconocía la cesión de la marca.

Grundig GB Imagen del foro circuit-board.de
"Game Boy trademark used according to agreement with Grundig AG"
Grundig Gb Detalle inferior de la caja de Game Boy Color edición especial Pokémon

El mensaje, que vendría a traducirse como "La marca Game Boy se usa a través de un acuerdo con Grundig AG" se puede leer tanto en las consolas (incluyendo Game Boy Color) como en las cajas de juegos de la consola como Super Mario Land 2, Lemmings o Kirby's Dream Land 2. Sin embargo, también hubo juegos que no incluían el texto y que, posiblemente, se importaban desde otras regiones europeas.  

Con el tiempo,  y gracias a que la Game Boy fue un éxito con un nombre reconocido a escala mundial, Nintendo extenderá aquella iniciativa y finalmente logrará comprar definitivamente la marca para poder emplearla en Alemania. Luego llegará el Virtual Boy, la Game Boy Color, La Game Boy Advance... Y el resto, como posiblemente ya sepas, es historia viva del videojuego.

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