Incendio en el Planetario de Pamplona: la comunidad científica en España está de luto
Publicado el 15/01/2025 por Diario Tecnología Artículo originalDesde hace muchos años tengo una relación profesional con el Planetario de Pamplona por mi trabajo en el MundoReal™. Y de amistad con muchas de las personas que hicieron de él lo que es y representa. Por eso ayer me desperté sobrecogido con la noticia de que había sufrido un incendio, sensación que sé que comparto con cualquier persona mínimamente preocupada por la divulgación científica.
Una de esas personas es Nacho López–Goñi, quien además por proximidad física y por todo lo que ha hecho allí sin duda lo ha sentido aún más. Hoy ha publicado un bonito texto sobre esto que le he pedido permiso para reproducir en Microsiervos con la esperanza de que pueda ayudar mínimamente a que el incendio no sirva de excusa para cerrar nuestro querido Pamplonetario, que ha quedado arrasado:
Las imágenes del Planetario de Pamplona en llamas y la noticia de su destrucción suponen un triste suceso para la ciudad, para toda Navarra, y para todos los que nos dedicamos a la comunicación y la divulgación científica en España.
El Planetario de Pamplona lleva más de tres décadas dedicado a la divulgación y la comunicación de la ciencia. Desde su nacimiento en 1993, ha sido un centro pionero y ejemplar, y un Planetario con mayúsculas para muchísimas personas y apasionados de la divulgación científica. Los que trabajamos en este campo hemos visto al Planetario de Pamplona y a su equipo de trabajo, liderado durante muchos años por Javier Armentia, como un referente de la comunicación de la ciencia. Un equipo que ha sabido transmitirnos su pasión por la ciencia.
Esta institución se convirtió en el primer centro de cultura científica en nuestro país que incorporaba otros contenidos culturales para abordar temas de importancia social de forma abierta y multidisciplinar: cursos, conferencias, conciertos, teatro, espectáculos audiovisuales, etc. Actividades que acogen cada año a más de cien mil personas. Por otra parte, ha diseñado programas y actividades para centros educativos llegando a más de veinte mil escolares cada curso, más de una tercera parte de fuera de la Comunidad foral. Miles de niños y niñas, y jóvenes, que han pasado por el Planetario y se han quedado fascinados con la ciencia, en este caso con la astronomía, y con el conocimiento de nuestro cielo.
El Planetario, desde su creación, se fue configurando como uno de los nodos más activos de la conexión entre la ciencia y la sociedad. Su actividad ha permitido que el público de todas las edades se involucre en la exploración del mundo natural y comprenda cómo la ciencia contribuye a nuestro bienestar. Y esto es muy importante, porque avanzar en la cultura científica de la población supone avanzar en su desarrollo social, económico y político. La difusión de la ciencia es también una manera de transferir el conocimiento a la sociedad.
La ciencia es cultura y la cultura científica contribuye a disminuir las fake news, los bulos, las supersticiones, el oscurantismo… Aumenta la capacidad crítica de los ciudadanos y derriba miedos, hace a la gente menos manipulable y más libre. Una sociedad mejor formada científicamente es en definitiva más democrática. Lo comprobamos, por ejemplo, con la desinformación que vivimos durante la pandemia de COVID19.
El Planetario de Pamplona fue una institución creada específicamente para la divulgación científica, y desde entonces ha desarrollado extraordinariamente su labor. Detrás, hemos sido otros los que hemos seguido con este apasionante cometido: universidades, museos, asociaciones, etc., en muchas ocasiones colaborando entre nosotros. Está claro que queda mucho por hacer, pero esta cooperación entre diferentes instituciones, sobre todo aquella que incluye la integración público-privada, está consiguiendo que la comunicación y la divulgación de la ciencia adquieran en Navarra una posición cada vez más relevante.
Insisto, la destrucción del Planetario de Pamplona supone una gran pérdida no solo para la ciudad y para Navarra, sino para todo el mundo que nos dedicamos en España a este tema. Por eso, quiero transmitir mi apoyo y mi solidaridad a los que trabajan y han trabajado durante estas más de tres décadas para sacar adelante un Planetario que ha sido pionero y único en España. Es un día de luto para la divulgación de la ciencia en nuestro país y realmente espero, que, como el ave fénix, resurja de sus cenizas con más fuerza, si es posible. Nuestro apoyo y un abrazo para toda la familia del Planetario de Pamplona.