Europa tiene un problemón con la gestión de residuos, hasta el punto de que hay mafias "exportándolos" ilegalmente de Italia a Cuenca
Publicado el 15/01/2025 por Diario Tecnología Artículo original
"El tráfico de residuos mueve mucho dinero y será uno de los problemas más graves en los próximos años". Lo decía Clemente García Barrios, el que fue (hasta agosto del año pasado) jefe del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Era 2021 y parece que llevaba razón.
Y la mejor prueba de ello es que, en las últimas horas, el mismo Seprona acaba de desarticular una red internacional de tráfico que metía 40.000 toneladas de basura procedente de Italia en vertederos de Cuenca y Tarragona. 15 personas, siete empresas y pagos de más de 19 millones de euros.
Y, como decía el General de división García, esto no ha hecho más que que empezar.
¿Qué ha pasado exactamente? Según ha explicado la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente, la investigación empezó cuando "se detectó la entrada de toneladas de residuos en España sin haber sido tratados previamente y se sospechó que podrían existir una falsificación documental para amparar esos traslados".
Los investigadores descubrieron un entramado de empresas que recibía la basura en Italia y la depositaba en España simulando diferentes tratamientos y operaciones que nunca se realizaban. Esto hacía que, a nivel documental, todo pareciera en orden; pero, en realidad, nada lo estaba.
Y es difícil que lo estuviera. Según la legislación vigente, la exportación de basura es un tema extremadamente sensible ya que cada país debe hacerse cargo de sus residuos generados en núcleo urbano. Hasta 2018, el sistema funcionaba con un sistema muy sencillo: "enviando" millones de toneladas a China.
Cuando el gigante asiático se negó a seguir comprando residuos, todo saltó por los aires. Desde entonces, no hemos sido capaces de encontrar una solución. Solo atajos, aplazamientos y subterfugios.
Una bolsa de basura en un vertedero. Porque esto parece anecdótico, pero en realidad, no lo es. Según la Guardia Civil, este tipo de delincuencia crece a un ritmo de entre el 5% y el 7% al año.
Para que nos hagamos una idea: se trata de la cuarta actividad delictiva más importante del mundo (después del tráfico de drogas, la trata de seres humanos y la falsificación). Los datos son abrumadores.
Y, de hecho, cuando en 2021 el Consejo de la Unión Europea adoptó las prioridades en materia de lucha contra la delincuencia grave y organizada incluyó los delitos contra el medio ambiente. Lo de hoy es un avance, pero queda mucho por hacer.
Imagen | Kenny Eliason
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