DOOM existe gracias al programador del primer Final Fantasy. Quién es el legendario Nasir Gebelli

Publicado el 15/01/2025 por Diario Tecnología
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DOOM existe gracias al programador del primer Final Fantasy. Quién es el legendario Nasir Gebelli

Si alguien sabe lo que es y lo que deja de ser DOOM es el propio John Romero. Junto con Tom Hall y los Carmack moldearon la manera de ofrecer acción en primera persona a través de los videojuegos. Sabemos que el hecho de poder lograr la fluidez de Super Mario Bros. 3 en PC fue determinante para lograrlo, pero lo que nos ha pillado de nuevas es que, según indicó Romero, la brutal carnicería original del Doomslayer existe gracias al programador del primer Final Fantasy. ¿Qué tienen que ver estos dos juegos?

Partamos de lo más esencial: los padres de DOOM se curtieron programando videojuegos para Gamers Edge, una suscripción que cada dos meses enviaba por correo un disquete con juegos originales o cualquier tipo de contenido. Ahí nació la leyenda de iD Software mientras escuchaban rock y jugaban a la Nintendo NES por diversión, pero también tratando de descifrar cómo se programaban sus juegos favoritos. Y es ahí dónde se manifiesta el denominador en común: Nasir Gebelli.

Cuando leer Nasir era garantía de excelencia

El propio nombre de Nasir Gebelli posiblemente no te diga nada, pero este desarrollador iraní-estadounidense fue el encargado de programar los tres primeros Final Fantasy para la 8-bits de Nintendo. Con todo, si no le has seguido la pista es absolutamente normal: cuando DOOM Llegó a las estanterías nos regaló a través de Squaresoft y desde el Cerebro de la Bestia su último videojuego: el Secret of Mana original.

Es más, fue un fichaje estrella para la compañía japonesa dado que su leyenda comienza en el año 1980 con más de una docena de juegos lanzados para el icónico Apple II. Ofreciendo resultados espectaculares y muy adelantados a su propio tiempo como el Zenith de Gebelli Software. Un juego, para ponernos en contexto, lanzado en 1982, y que ofrecía acción 3D con una fluidez espectaculares.

Screenshot 8217 Horizon V para Apple II tenía la firma de Nasir entre los marcadores e indicadores del juego

Cuando Nasir llegó a Squaresoft desde San Francisco eran una compañía pequeña que solo había lanzado un único juego. De hecho solo tenían dos programadores y, según sus palabras, en esos tiempos muchos japoneses no pensaban que los videojuegos o la programación fueran una manera de ganarse la vida. Entre otras cosas, porque pensaban que dónde realmente se ganaba dinero era con el hardware, no con el software. Y no lo vamos a negar, antes de Final Fantasy la compañía estaba buscando su primer gran saga de éxito.

Siete años después, y con el primer Final Fantasy lanzado en las Famicom Japonesas y obteniendo éxito de críticas y ventas, Nasir se atrevía a expandir su talento a nuevas propuestas además de las siguientes entregas. De hecho, estaba feliz porque integrado en la compañía japonesa podía centrarse en programar y delegaba los gráficos o la historia a otros. Dicho esto, ese mismo 1987 le dio a los jugadores de la NES una réplica del Space Harrier con su 3-D Battles logrando darle a la acción y los tiroteos de las partidas una especie de efecto tridimensional al scroll, los fondos y otros efectos muy bien planteados.

Nasir 2025 Nasir, en 2025, para una entrevista de la televisión nacional de Japón

Con todo, y como ya comentamos en VidaExtra, el nacimiento y la creación del primer Final Fantasy fue un verdadero carrusel de emociones. Seguir el ritmo y plasmar la visión que tenía Hironobu Sakaguchi en un videojuego era una locura (se llegó a decir que trabajar en ese juego no fue nada fácil) pero a su modo ensambló un dream team con gente deseosa de desafíos. Lógicamente, el nombre de Nasir estaría junto al logo.

Pese a que en aquella época los desarrolladores japoneses solían utilizaban pseudónimos a la hora de firmar sus obras o directamente no lo hacían, sobre todo para evitar que acabasen fichados por compañías rivales, para toda una generación de enamorados de los videojuegos la firma de Nasir era un valor extra. Tanto que durante el desarrollo de Final Fantasy II le expiró el permiso de trabajo en Japón y eso obligó a Squaresoft a trasladar a todo el equipo del juego a Estados Unidos. Su talento, como el del propio Sakaguchi, era insustituible.

La legado de Nasir Gebelli en los RPGs... y más allá

Nasir Juegos Firma de NASIR en varios de los grandes clasicazos de hace 30 o 40 años

El legado de Nasir es excepcional. Cuando trabajaba en los juegos de Apple II no tenía impresora, con lo que a la hora de crear y programar todo lo debía hacer usando lenguaje ensamblador y, además, de memoria. Gracias a esto podía crear en poco tiempo, pero sobra decir que si se le olvidaba algo tenía que romper su propio código para ver qué había hecho. Y, sin embargo, antes de retirarse no era consciente de que había tanta gente jugando a los videojuegos en los que había trabajado. De hecho, llegó a declarar que John Romero conocía más su obra y legado que él mismo.

La influencia de Nasir es tan grande como su talento. En 1998 se hizo una reunión de veteranos de Apple II y el propio John Romero le confesó sin rodeos y durante una entrevista que era su programador favorito y sigue siendo una enorme influencia en su carrera como diseñador de videojuegos, destacando sus logros en juegos como Horizon V y Zenith. Como el padre del DoomSlayer confesará abiertamente durante décadas, DOOM literalmente no existiría sin Nasir.

"Los [juegos de Nasir] son la razón por la que la gente a día de hoy son desarrolladores de videojuegos. Porque jugaron a tus juegos y debían aprender de algún lado. Y entonces veían tus juegos y se quedaban embobados."

Y ojo, que Romero no es la única leyenda a la que inspiró: sus trabajos publicados en el Apple II tuvieron un impacto en Jordan Mechner, el creador de Prince of Persia nada menos o el mismísimo Richard Garriott (Lord British en persona) que es el padre de la saga de RPGs Ultima. Lo cual nos lleva a la última cuestión aquí: ¿qué ha estado haciendo todo este tiempo?

En 1994, tras el lanzamiento de Secret of Mana, Nasir Gebelli decidió abandonar la industria de los videojuegos. En 1994, con 37 años y un legado tremendamente inspirador en PCs y consolas, decidió mudarse a Sacramento, California, dónde siguió trabajando en el entretenimiento dedicándose a producir contenido para cine y televisión y , entre una cosa y otra, experimentar con la tecnología que iba a apareciendo.

Y pese a que no ha vuelto a programar videojuegos desde entonces, su nombre continúa apareciendo en los créditos. A veces en clave de dedicatoria expresa, como en Empire of Sin, otras reconociendo y acreditando su trabajo en los remakes de sus propios juegos, y sobre todo, a modo de sincero agradecimiento por su aportación a la historia de los videojuegos.

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