He probado el iPhone Air y lo tengo claro: no es solo el iPhone más fino de la historia. Es una declaración de intenciones
Publicado el 18/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El iPhone Air tiene algo. Antes me lo imaginaba, pero ahora que he podido tenerlo en mis manos y jugar un ratito con él, lo tengo claro. Es el iPhone más delgado que la firma ha hecho en su historia, menos que el iPhone 6 del cual es imposible no acordarse cuando lo sujetas en la mano y piensas "pues sí que es fino". Habrá que esperar al análisis para emitir un veredicto más rotundo sobre el terminal, pero mientras llega, y tras haber tenido ocasión de probarlo en las oficinas centrales de Apple en Londres, he aquí unas primeras impresiones.
Una sorpresa. Sujetar el iPhone Air por primera vez es extraño. Acostumbrado a móviles de 180-200 gramos, como el iPhone 16 Pro con el que he tomado las fotos que acompañan este texto, resulta sorprendentemente agradable agarrar un móvil y descubrir que pesa solo 156 gramos. Es ligero, muy ligero, por lo que esperaba que transmitiese cierta sensación de fragilidad, pero no. Es de esas cosas difíciles de explicar con palabras, pero a pesar de su reducido grosor el iPhone Air no parece "que se vaya a romper". Todo lo contrario.

Evidentemente, no tuve ocasión de intentar partirlo porque es algo que ningún usuario en su sano juicio haría. Sí pude llevarlo un rato en el bolsillo de un pantalón vaquero y hacer cosas como sentarme o mover las piernas rápido, y la sensación es positiva. Honestamente, aunque el reflejo inicial es tratarlo con cuidado, lo cierto es que le perdí el miedo bastante rápido.
¿Es cómodo? Otro tema importante cuando hablamos de dispositivos finos es que pueden no ser ergonómicos. ¿Por qué? Porque se claven en la palma de la mano, por la zona bajo el pulgar, al sujetarlos. Esto no pasa con el iPhone Air. Cierto es que se nota diferente a un iPhone normal, pero en ningún momento me ha parecido que sea incómodo usarlo durante mucho rato. De todas maneras, lo veremos con calma en el análisis.

La plateau. Hay que reconocer que el nombre es mucho más fancy que "módulo de cámaras", pero en esta ocasión tiene sentido. Esta generosa protuberancia localizada en la parte superior del dispositivo no solo esconde la (única) cámara trasera, sino que en su interior está todo, o casi todo, lo que da vida al móvil. Es la placa base más compacta y densa que Apple ha hecho hasta la fecha en un iPhone. Todo lo demás, todo lo que normalmente llamamos "parte trasera", es para la batería.
La firma ha hecho un ejercicio de miniaturización y compactación impresionante, pero también ha hecho sacrificios. Apple es consciente de que la autonomía del iPhone Air no será, ni de lejos, la de un iPhone 17 o un iPhone 17 Pro, de ahí que el battery pack se antoje como un accesorio necesario. La cámara, por supuesto, también se ve limitada en cantidad, en tanto que no tiene ni telefoto ni gran angular. ¿Es un problema? Dependerá del usuario, pero no creo que nadie que espere una batería incombustible y la mejor cámara del mercado piense siquiera en el iPhone Air. Eso, y la imperiosa necesidad de usar una eSIM, por supuesto.

Ojo al tacto. Me podría acostumbrar sin lugar a dudas a Ceramic Shield, el material del que está hecha la parte trasera. Es muy agradable al tacto, muy suave, y las huellas no se quedan nada marcadas. Otra historia es el cristal de la meseta superior que, sobre todo en los modelos oscuros, de llena de huellas con solo mirarlo.
¿Y baila? Un poco. Al igual que sucede en los Google Pixel 10, que el módulo de cámaras abarque todo el ancho del móvil ayuda a que el terminal no baile tanto, pero la lente sobresale ligeramente de la meseta, por lo que al dejarlo boca abajo sobre una mesa es posible que se mueva un pelín. Si vamos a ponerle una funda, cosa que harán la mayoría de usuarios, esto no será mayor problema. No obstante, comprar el iPhone más fino de la historia para ponerle una funda es, como poco, paradójico (aunque no por ello menos necesario).

La cámara. Caretas fuera: el nuevo sensor cuadrado de los iPhone 17 es absolutamente demencial y no tengo pruebas (ni dudas) de que se acabará convirtiendo en un estándar en la industria. Tiene sentido, todo el sentido del mundo. Un sensor así nos permite grabar vídeo o sacar selfies en horizontal sujetando el móvil en vertical, pero también nos da ventaja en términos de estabilización. Lo probaremos a fondo más adelante, pero lo que hemos podido ver apunta maneras.
La cámara trasera, por su parte, tiene 48 megapíxeles de resolución. No tenemos ni gran angular ni telefoto. Apple asegura que la cámara ofrece calidad óptica en el zoom x2 y, si bien es cierto que no estamos haciendo cropping al uso, lo cierto es que está cámara pierde versatilidad.

El inicio de algo más. El iPhone Air es una declaración de intenciones. Cuando lo ves de frente y de lado es imposible no pensar en qué bien le sentaría otro iPhone Air al lado unido por una bisagra. No sabemos si veremos un iPhone plegable algún día, pero si lo vemos seguramente esta sea su semilla. El tiempo dirá si el iPhone Air cuaja y consigue romper la maldición del cuarto iPhone.
De momento, Apple tiene entre manos un dispositivo muy bien rematado e interesante que, no obstante, habrá que mirar con lupa para ver cómo rinde cuando le exigimos un poquito más de la cuenta. El grosor y el peso están bien, pero hay evidentes sacrificios en autonomía y fotografía que, seguramente, jueguen en su contra. Sea como fuere, que Apple ha conseguido hacer un dispositivo que impresiona y sorprende es innegable.
Imágenes | Xataka