Hay una isla que lleva más de un siglo prohibiendo los coches y sigue usando caballos. Y le va bastante bien
Publicado el 05/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Antes de entrar en materia, hagamos un juego: abre Google Maps, teclea "Mackinac Island" y deja que el buscador te traslade hasta una pequeña isla del Lago Hurón, en Michigan, EEUU. Luego aproxímate y echa mano de Street View para darte un paseo virtual por sus calles. En sus amplias avenidas verás gente caminando, gente en bicicleta y gente montada en carruajes tirados por caballos, pero lo que no encontrarás son coches. Con mucha suerte quizás caces alguno (pocos) de los que se usan puntualmente para prestar ciertos servicios.
Al fin y al cabo Mackinac es conocida mundialmente por eso: haber desterrado los vehículos a motor y mantenerse, en pleno 2025, como el reinado de los caballos.
En un lugar de Michigan… Mackinac es un ejemplo fantástico de cómo la historia está repleta de ironías. La isla conocida dentro y fuera de EEUU por su aversión a los coches se localiza en pleno estado de Michigan, donde tienen sus sedes centrales gigantes de la automoción como Ford, General Motors o Chrysler. De hecho Detroit, la "ciudad del motor" se sitúa a apenas 400 k, en línea recta. Sin embargo, a pesar a ese influjo de la industria hace 127 años las autoridades isleñas tomaron una decisión peculiar: prohibieron el uso de vehículos de combustión.

Petardeos no, gracias. El veto se promulgó el 6 de julio de 1898, después de que los isleños que se dedicaban a trabajar con calesas alertasen de los "peligros" y molestias que acarreaban los nuevos "carruajes sin caballos". La leyenda cuenta que el detonante (nunca mejor dicho) fue el petardeo de un vehículo que en 1898 asustó a un grupo de caballos. Tampoco es descabellado pensar que los chóferes moviesen ficha para blindar su negocio ante la competencia de los motores.
Una prohibición en el ADN. El caso es que la norma cuajó. Al cabo de unos años se extendió al resto de la isla, de apenas 3,8 km2, y con el paso de las décadas se convirtió en una de las grandes señas de identidad de Mackinac. De poco sirvió que marcas como Oldsmobile o Ford se hiciesen cada vez más fuertes a solo unos kilómetros de allí, la pequeña isla del Lago Hurón se mantuvo como un reducto inexpugnable para la pujante industria automotriz y así la ha seguido siendo durante los siglos XX y XXI, para orgullo de las autoridades locales.
En su web oficial recuerdan que la M-185, la carretera que rodea la isla, es el único vial estatal de EEUU en el que no se permite el uso de vehículos motorizados. "De los más de seis millones de kilómetros de calles públicas de EEUU, hay un tramo de 13,2 kilómetros en Mackinac que destaca por su singularidad", precisan las autoridades. "Se podría decidir que es literalmente una entre un millón".


¿No hay ningún coche? No. Y sí. Las autoridades no permiten que la gente utilice coches como lo haría en cualquier otra parte de EEUU, pero eso no quita que haya ciertas excepciones. MLive recuerda que la isla dispone de vehículos de emergencias, coches policiales, una ambulancia estrenada en 2021 y camiones de bomberos. El parque estatal también dispone de vehículos, aunque solo los usa fuera de temporada alta y preferiblemente a primera o última hora del día.
La isla también ha hecho la vista gorda en ciertos casos. Por ejemplo, el Servicio Secreto de EUU metió un coche en 1975, durante una visita del presidente Gerald R. Ford con su esposa. El vehículo lo usaron los agentes. Ford optó por un carruaje tirado por caballos. Otro caso excepcional fue el rodaje en 1979 de 'Somewhere in Time', una película protagonizada por Chistopher Reeve y Jane Seymour que se rodó en Mackinac y que contó con un permiso especial para usar vehículos.
¿Y el resto del tiempo? Sencillo. La gente camina, se desplaza en bici o se monta en carruajes tirados por caballos, una de las grandes señas de identidad de la isla. Se cree que los caballos llegaron a Mackinac hacia 1780 de la mano de los británicos, quienes los usaron para levantar el fuerte Michilimackinac, y las calesas se popularizaron sobre todo en el siglo XIX, cuando la isla se popularizó como un lugar de descanso. La primera licencia para un carruaje se expidió en 1869.
La isla también dispone de un ferry que permite a sus 600 habitantes moverse con mayor facilidad desde las vecinas Mackinaw City o St. Ignace. "Sin los caballos este lugar no sería lo que es. Te permite sentir que has retrocedido en el tiempo cuando te bajas del barco", reconoce a la cadena BBC Hunter Hoaglund, un empleado de la empresa que lleva más de un siglo prestando el servicio de transporte marítimo y que se encarga de mover caballos hacia la Península Superior de Michigan.
Un destino con historia. Con el paso de las décadas Mackinac ha logrado algo más que convertirse en un pequeño reducto a salvo del tráfico y la contaminación de los coches. También se ha convertido en un destino popular, sobre todo durante los meses de verano. Allí, además de sus carruajes de caballos, costas y paisajes, pueden disfrutar del Grand Hotel, el fuerte Mackinac y los vestigios de una rica historia que hiende sus raíces en la cultura anishnaabe, un grupo de pueblos indígenas oriundos de la región de los Grandes Lagos de Norteamérica.
Imágenes | Dan Gaken (Flickr), Greg Marks (Flickr), Kate Ter Haar (Flickr) y Poissantfamily (Flickr)
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