Finlandia entró en el barco sospechoso de sabotaje en el Báltico. Lo que encontró era mucho peor: un buque espía para Rusia
Publicado el 30/12/2024 por Diario Tecnología Artículo original
Ocurrió el día de Navidad, cuando un cable eléctrico que conecta los sistemas de Finlandia y Estonia bajo el mar Báltico dejó de funcionar, tal y como informó la red eléctrica finlandesa Fingrid. Poco después, se anunciaba en una nota de prensa que la avería se había localizado en un cable submarino. Y entonces todas las miradas se centraron en un sospechoso. Se llama Eagle S, es un buque, y lo que han encontrado las autoridades finlandesas en su interior no deja lugar a dudas.
El cable y las marcas. Tal y como han contado las autoridades finlandesas, se han identificado marcas de arrastre de decenas de kilómetros en el fondo del Mar Báltico, marcas vinculadas a un ancla y al daño del cable eléctrico Estlink 2 y cuatro cables de telecomunicaciones entre Finlandia y Estonia.
Dichas marcas apuntaban al buque Eagle S, un petrolero registrado en las Islas Cook y vinculado a la evasión de sanciones sobre el petróleo ruso. No solo eso. Quizás más importante, hay fotos recientes del buque que muestran un detalle revelador: falta el ancla de su lado de babor, fortaleciendo la hipótesis de que el daño fue causado al arrastrarla por el lecho marino.
Finalmente, y tras entrar en el interior, quedan pocas dudas del posible sabotaje.
Un barco espía. Según las autoridades finlandesas, el buque estaba equipado con avanzados dispositivos de transmisión y recepción que se utilizaban para monitorear actividades navales de la OTAN. Esta tecnología, anómala en un barco mercante, consumía una cantidad significativa de energía, lo que causaba repetidos apagones en el buque, un detalle que llamó la atención de los expertos en seguridad marítima.
Además, el buque incautado pertenecería a lo que se denomina una “flota sombra”, un conjunto de petroleros envejecidos que Rusia estaría utilizando para eludir sanciones internacionales. Según los informes, estos buques son una pieza clave en el comercio de petróleo ruso pese a las restricciones impuestas.
Modus operandi. El equipo, introducido en el Eagle S mediante maletas portátiles junto con numerosos dispositivos electrónicos con configuraciones en ruso y turco, permitió que el barco funcionara como una embarcación espía para Rusia. Estos dispositivos registraban frecuencias de radio y, al llegar a territorio ruso, eran descargados para su análisis, obteniendo detalles de buques y aeronaves de la OTAN.
Además, se reportó que el Eagle S dejó caer dispositivos similares a sensores en el Canal de la Mancha durante su tránsito, lo que plantea nuevas preocupaciones sobre el alcance de sus actividades.
La importancia del Estlink 2. El corte del Estlink 2, que tiene una capacidad de 658 MW, dejó a Finlandia y Estonia dependiendo únicamente del Estlink 1, con una capacidad mucho menor de 358 MW. Los operadores eléctricos estiman que el Estlink 2 no volverá a estar operativo antes de agosto de 2025, aumentando la presión sobre las infraestructuras energéticas de la región.
Qué duda cabe, el incidente subraya la creciente vulnerabilidad de las conexiones críticas en el Báltico, una región ya marcada por sabotajes previos a gasoductos y cables submarinos.
Contexto geopolítico. Por todo ello, el sabotaje no sería un evento aislado, más bien otro, uno más. En noviembre, Alemania reportó daños a dos cables de comunicación submarinos en el Báltico, y en 2022 contamos que las explosiones en los gasoductos Nord Stream subrayaron la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas en la región. Actividades todas que coinciden con el aumento de la tensión entre Rusia y los países occidentales tras la invasión de Ucrania, lo que ha llevado a la OTAN a reforzar su presencia en el Mar Báltico.
Por su parte, Finlandia y Estonia han solicitado apoyo de la Alianza para proteger el Estlink 1, lo que resultó en el despliegue del barco patrulla Raju por la Armada estonia y la cooperación con fuerzas finlandesas y de la OTAN. Mientras, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció un aumento de la presencia en la región, aunque sin detallar las medidas específicas, y el Comando Supremo Aliado en Europa (SACEUR) evalúa una respuesta seria que podría incluir recursos estadounidenses, subrayando, una vez más, la importancia estratégica del Báltico en la seguridad energética europea.
30_Dec_2024"> Miguel Jorge .