Existe una red cósmica de "carreteras" formada por filamentos de gas y materia oscura. Acabamos de captarla desde Chile
Publicado el 23/02/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Sabemos bien que la materia no se reparte de una forma del todo homogénea a lo largo del universo observable. Las galaxias como la que habitamos son grandes cúmulos de materia en los que nacen y mueren las estrellas, y con ellas otros objetos como planetas y asteroides.
Sin embargo esa es solo parte de la historia.
A la vista. Un grupo de investigadores ha logrado capturar de forma directa y en “alta definición” una imagen de la llamada Red cósmica, un entramado de filamentos de gas que se extienden a lo largo de millones de años luz en el espacio intergaláctico. Lo ha hecho desde el VLT, el Telescopio de Gran Tamaño que el Observatorio Europeo Austral tiene instalado en Chile.
Una red cósmica. La materia en el universo no solo se concentra en las galaxias. Es más, la materia repartida en el espacio intergaláctico desempeña un papel fundamental en la estructura de nuestro cosmos. Las interacciones físicas llevan a esta materia a repartirse de una forma interesante.
Lo hace en inmensos filamentos, nubes de gas que forman una inmensa red que conecta las galaxias de su alrededor. El gas que se acumula en este entramado de “autopistas cósmicas” es el que alimenta las estrellas de las brillantes galaxias ubicadas en las intersecciones de esta red.
Enorme, y casi invisible. Además del gas que alimenta las estrellas, la materia oscura también desempeña un importante papel en la estructuración de esta red según señala el equipo responsable de esta nueva imagen. Observar esta materia oscura es imposible hoy por hoy, pero captar las columnas de gas que la acompañan, el “combustible estelar”, sí es posible.
Cientos de horas. Vencer esta dificultad requiere dedicación, incluso para nuestros telescopios más potentes. Es por eso que capturar esta imagen requirió cientos de horas de observación por parte del VLT (Very Large Telescope), el telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO) instalado en el desierto de Atacama, en Chile.
El equipo recurrió al instrumento MUSE (Multi-Unit Spectroscopic Explorer), un espectrógrafo avanzado instalado en el telescopio chileno. Los detalles del proceso fueron publicados en un artículo en la revista Nature Astronomy.
Tres millones de años luz. El equipo se valió de de los datos ultraprecisos compilados por el telescopio para crear la imagen más nítida jamás lograda de uno de los filamentos que componen la red cósmica. El filamento en cuestión se extiende a lo largo de tres millones de años luz y conecta dos galaxias distantes, cada una de ellas con su propio agujero negro supermasivo.
“Al capturar la tenue luz emitida por este filamento, la cual ha viajado durante poco menos de 12.000 millones de años hasta alcanzar la Tierra, somos capaces de caracterizar con precisión su forma”, explica en una nota de prensa Davide Tornotti, coautor del estudio.
El equipo destaca también que la precisión de los nuevos datos ha permitido “trazar la frontera” entre el gas de las propias galaxias y toda la materia que asociamos a esta telaraña cósmica. Y todo a través de mediciones directas.
Validar la teoría. En su estudio, el equipo utilizó estas observaciones directas para poner a prueba los modelos cosmológicos teóricos. Y con un resultado positivo: “al compararla con la nueva imagen de alta definición, hallamos un acuerdo sustancial entre la teoría y las observaciones”, indicaba Tornotti.
Aún así el equipo también señala que seguirán trabajando en el estudio de estas estructuras. “Una es ninguna”, es decir que con la imagen de uno de estos elementos no basta para poder sacar conclusiones generalizables sobre estas estructuras clave para nuestro cosmos pero tan desconocidos como son los filamentos que componen la red cósmica.
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