Europa tenía un plan para saltar al coche eléctrico y 2025 era su primera prueba de fuego. Los fabricantes han acabado con ella
Publicado el 03/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Hacía tiempo que se venía rumoreando y ha terminado por confirmarse. La Comisión Europea flexibilizará las emisiones contaminantes máximas que podrán registrar los fabricantes si no quieren ser multados con sanciones que prometían ser mil millonarias. El pacto al que se ha llegado es una pequeña moratoria de tres años que aplaza el problema a 2027.
Estos son los puntos clave.
Lo que teníamos. Lo que estaba encima de la mesa era una hoja de ruta diseñada para saltar poco a poco al coche eléctrico. Para 2035 se tiene previsto prohibir los coches que no sean "neutros en carbono". Es decir, se espera que se puedan seguir utilizando motores de combustión con hidrógeno o combustibles sintéticos que durante su producción absorben CO2 y, por tanto, igualan sus pequeñas emisiones contaminantes expulsadas con el uso
Pero lo cierto es que estas no deberían ser más que meras excepciones. En 2030 está en el horizonte un límite de emisiones tan alto que no debería permitir la venta de coches que, como mínimo, no sean híbridos enchufables. Y en 2025 se esperaban unas multas altísimas para quienes superaran los 93,6 gr/km de CO2 de media en la flota de coches vendida.
La normativa decía que por cada gramo de CO2 excedido en la flota de coches vendida se castigaría con una multa de 95 euros por coche vendido. Es decir, si la media de la flota es de 98,6 gr/km de CO2, se multiplicaría por cinco la multa. Cada coche vendido afrontaría una sanción de 475 euros. Un fabricante que venda en la UE un millón de coches afrontaría una sanción de 475 millones de euros.
Lo que cambia. Poco y mucho. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha presentado las conclusiones de la segunda reunión de la mesa conocida como Diálogo Estratégico para el Futuro de la Industria Europea del Automóvil. En su segundo punto señala que hay "una clara demanda para flexibilizar las normas de emisiones de CO2".
Esa flexibilización es una suerte de moratoria para los fabricantes. Sí, tendrán que cumplir con ese límite de emisiones de 93,6 gr/km de CO2 pero lo harán en 2027. Entonces presentarán sus resultados que resultarán de una media de las ventas de 2025, 2026 y 2027. Las multas mil millonarias quedan, por tanto, en suspenso.
Intentando contentar a todos. Según von der Leyen, los límites de emisiones actuales se mantienen en 2027 para no castigar a quienes han hecho el trabajo antes que nadie pero cree que la industria necesita "más margen de maniobra y mayor claridad, sin cambiar los objetivos acordados".
Los cambios, eso sí, necesitan ser aprobados. La presidenta de la Comisión Europea se muestra optimista en este sentido, señalando que una enmienda tan específica como esta debería ser aprobada en muy corto espacio de tiempo. El 5 de marzo conoceremos más detalles con la presentación de un plan de acción que también contempla la producción de baterías para coches eléctricos dentro de la Unión Europea, entre otras medidas.
Los grandes beneficiados. Entre los grandes beneficiados están, por supuesto, los que no iban a cumplir con la normativa de emisiones y apuntaban a superarla ampliamente. El mayor beneficiado es, con mucha diferencia, el Grupo Volkswagen, según cálculos recogidos por La Tribuna de Automoción. El conglomerado germano apuntaba a una sanción de 6.914 millones de euros con los datos de ventas y emisiones de 2024.
Mercedes, que hubiera recibido una multa de más de 1.000 millones de euros con las cifras del año pasado, es la otra gran beneficiada aunque ya se hablaba que podría haber llegado a un acuerdo con Volvo o Polestar, entre otros, para formar un pool de emisiones ante la Unión Europea que los librara de la sanción.
Ahora ambos fabricantes tienen tiempo para lanzar coches eléctricos de masas (Volkswagen los espera para 2026/2027) o, como Mercedes, que vendan grandes volúmenes dentro de las cifras que manejan habitualmente. El Mercedes CLA es la gran esperanza para este año y los venideros.
¿Perdedores? Si echamos un vistazo a las cifras de 2024, Stellantis y la alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi también podrían respirar tranquilos ya que las multas podrían superar los 2.000 millones de euros si se toman como referencia los datos del año pasado.
Sin embargo, ambos grupos han hecho importantes esfuerzos para llegar a 2025 con coches eléctricos que aspiran a vender buenas cantidades y, así, rebajar las emisiones medias de la flota. Stellantis ha hecho una inversión de 30.000 millones de euros en las plataformas STLA de mayor y menor tamaño y el desarrollo de software, con el objetivo de dar cabida a mecánicas eléctricas e híbridas en un mismo espacio. El Peugeot E-3008, por ejemplo, es un buen intento de vender grandes volúmenes de eléctricos.
Renault, por su parte, también ha dado un salto de gigante en el mercado del coche eléctrico en los últimos dos años (ganador de dos Car of the Year consecutivos por el camino). Su Renault Scenic y su nuevo Renault 5 son coches para mover grandes cifras de ventas lo que debería reducir sensiblemente la media de emisiones.
Los que seguro pierden. Quienes han perdido con la jugada son, desde luego, los fabricantes de coches eléctricos en exclusiva. Y, más concretamente, quienes aspiraban a sacar una buena suma negociando con sus bonos de emisiones para sacar a las compañías de las posibles sanciones. Podía ser un buen impulso para Volvo, que tiene una parte muy alta de su gama ampliamente electrificada y, sobre todo, para Polestar que no pasa por su mejor momento económico.
Pero el que más pierde es Tesla. La compañía tuvo un 2024 complicado y está por ver si revierte la situación en 2025. La venta de sus bonos de emisiones eran altamente codiciados porque su volumen de ventas en Europa es relativamente alto, debía crecer con la llegada del Tesla Model Y actualizado y no tiene motores de combustión que lo penalicen lo más mínimo.
Foto | Volkswagen
utm_campaign=03_Mar_2025"> Alberto de la Torre .