El sistema informático del SEPE que costó 30 millones multiplica por 50 las "horas perdidas" y afecta a la concesión de subsidios
Publicado el 19/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) atraviesa una de las mayores crisis de funcionamiento de su historia reciente: a pesar de haber experimentado una inversión millonaria para modernizar su sistema informático, los problemas técnicos y la frustración tanto del personal como de los usuarios afectados se han intensificado.
Y es que la implantación del nuevo sistema 'ALMA', no sólo no ha solucionado los déficits de la antigua plataforma informática, sino que ha desencadenado un colapso en la productividad del organismo, según los sindicatos.
Una petición en Change.org, publicada hace dos meses por alguien que dice ser "empleado de una oficina de prestaciones", es contundente en su descripción de lo que ocurre dentro del SEPE:
"Cada día es una lucha constante contra el programa informático actual del SEPE, ALMA. Nos está dando muchos problemas y ralentiza nuestro trabajo, impidiendo brindar un servicio adecuado a los ciudadanos. Tramitar las prestaciones con la celeridad que se requeriría es casi imposible, ya que el programa funciona mal, tiene muchos errores y cada día aparecen nuevos fallos".
Pero también desde los sindicatos llegan declaraciones en primera persona que respaldan a ese empleado. Así, Fraçoise Calvo, trabajadora del SEPE y delegada de UGT, afirma que
"El sistema está caído cada dos por tres. La gente está desesperada, no puedes hacer nada. Estás con una persona en la oficina, se cae el sistema y no le puedes terminar el expediente".
El otro gran sindicato del SEPE, CCOO, ofrece declaraciones similares. Josetxo Gándara, responsable de Acción Sindical en Trabajo y Migraciones de CCOO, sostiene que
"El número de horas perdidas por imposibilidad de funcionar la máquina se ha multiplicado por 50".
ALMA: una inversión millonaria con resultados desastrosos
El sistema ALMA fue implementado con la intención de modernizar la gestión de subsidios y prestaciones por desempleo, sustituyendo una estructura informática anticuada de los años 80. Su desarrollo y despliegue costaron más de 30 millones de euros, incluyendo contratos externalizados con la consultora Deloitte. Sin embargo, desde su puesta en marcha el 4 de noviembre de 2024, el sistema ha presentado fallos generalizados y persistentes.
Ese mismo día, de hecho, lo que debía haber sido un hito tecnológico se estrenó causando el caos: el sistema colapsó, generando demoras desde el primer minuto y sumando nuevas solicitudes a una ya abultada 'bolsa de retrasos' en la tramitación de prestaciones.
Consecuencias: caos administrativo y ciudadanos desatendidos
Los efectos del colapso de ALMA, denuncian, son tangibles:
- Saturación y frustración en las oficinas: La plantilla del SEPE denuncia caídas constantes del sistema, lo que impide completar expedientes o acceder a información básica como las nóminas mensuales de los beneficiarios. Lo que antes se resolvía en 15 minutos, ahora puede tardar hasta 45.
- Más de 150.000 subsidios sin pagar: Según denunció CCOO el 5 de mayo de 2025, esa es la cifra de ayudas que el SEPE no ha podido abonar debido al mal funcionamiento del sistema. Se trata, en gran parte, del Complemento de Ayuda al Empleo (CAE), una prestación reciente cuyo trámite ahora depende de ALMA.
- Riesgo psicosocial para los empleados: La sobrecarga laboral y el mal funcionamiento de las herramientas ha generado un ambiente de desesperación entre los trabajadores. Sindicatos como UGT y CCOO alertan de un creciente estrés laboral que está afectando la salud del personal.
¿Y ahora qué?
Gándara afirma que estamos ante "una clara equivocación en la herramienta informática o en las directrices de la Administración para llegar a este engendro, aunque no lo van a reconocer". Según Calvo, "en el Ministerio nos han dicho que estaban hablando con la empresa y que iba a haber cambios en los próximos meses". Fuentes del Ministerio de Trabajo citadas por El Diario se escudan en que
"se trata de un gran cambio tecnológico, después de décadas usando programas que ya cuentan con unos procesos instalados. Lógicamente se está trabajando en las incidencias propias de un sistema nuevo de gestión".
El ministerio liderado por Yolanda Díaz insiste, en cualquier caso, en que los pagos "no corren ningún tipo de riesgo", pues según datos oficiales, el tiempo medio de espera para el reconocimiento de prestaciones es de apenas 2,5 días... unas afirmaciones contrastan con las denuncias de los trabajadores y los retrasos documentados por los sindicatos, que ya advierten de posibles movilizaciones si no se adoptan soluciones inmediatas.
Dichas medidas, según CCOO y UGT, deberían ir más allá de lo tecnológico, puesto que a esta clase de problemas se suma, afirman, un factor estructural: el déficit crónico de plantilla. El SEPE cuenta actualmente con menos de 7.000 empleados, una cifra muy alejada de los 12.500 que estiman que serían necesarios para una operatividad eficiente, según estimaciones sindicales. Cada año, la plantilla se reduce aproximadamente un 10 %, lo que agrava las demoras y el desgaste del personal.
Vía | El Diario & El Economista
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