El ex-CEO de Microsoft admite que Windows Vista fue un error: 'Desperdiciamos la mitad del desarrollo'
Publicado el 30/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Windows Vista es recordado por muchos como uno de los mayores fracasos de Microsoft, sobre todo por sus graves problemas en los primeros meses tras su lanzamiento. Si hoy en día puede generar ciertas dudas actualizar de Windows 10 a Windows 11 por miedo a problemas de compatibilidad o rendimiento, la sensación en 2007 con Vista era todavía más intensa.
Y esa desconfianza no solo la sentían los usuarios: también se vivía en las altas esferas de la propia Microsoft. Un revelador intercambio de correos electrónicos internos, fechado en febrero de 2007 —solo un mes después del lanzamiento de Vista—, muestra cómo incluso miembros de la junta directiva evitaban instalarlo. En concreto, Jon Shirley, histórico directivo de Microsoft, envió un mensaje a Steve Ballmer, entonces CEO de la compañía, criticando duramente el estado del sistema operativo.
El directivo de Microsoft que no se atrevía a actualizar a Vista
El correo, con el asunto “nuestras cosas”, fue enviado el 22 de febrero de 2007. Shirley no se andaba con rodeos. Afirmaba que si alguien le preguntaba por actualizar al nuevo Office, lo recomendaba sin dudar, pero que jamás actualizaría a Vista:
Actualizar al nuevo Office, digo que absolutamente [a favor]. Actualizar mi ordenador a Vista, digo que nunca (si alguien tiene los conocimientos técnicos suficientes como para querer pasar por ese suplicio, no me lo estaría preguntando). Es muy difícil y nuestro programa para facilitar la transferencia tiene problemas.
Pero la crítica iba más allá. Shirley desaconsejaba comprar cualquier ordenador nuevo con Vista preinstalado y recomendaba esperar entre 4 y 6 meses. La razón era clara: numerosos controladores, utilidades y programas todavía no funcionaban con Vista, algo que él mismo sufrió con el software PC Anywhere de Symantec.
Y acaba de manera muy rotunda, afirmando que "después de 5 años, creo que deberíamos haberlo hecho mejor" en relación con el tiempo de desarrollo de este gran proyecto que al final no salió demasiado bien. Y es que pensar en Windows Vista nos evoca recuerdos de incompatibilidad, avisos del control de cuenta de usuarios y un gran consumo de recursos. Algo que se trató de enmendar posteriormente con Windows 7.
Ballmer no pudo negar la realidad de su producto
Steve Ballmer respondió al día siguiente, a primera hora de la mañana. Lejos de contradecir a Shirley, reconoció la dura realidad:
“Los controladores son un suplicio. No estoy en desacuerdo.”
Pero fue todavía más allá. En su respuesta, admitió que el problema real había estado en el desarrollo interno:
"Pero por supuesto el problema real fue que desperdiciamos casi 2,5 de los 5 años [de desarrollo]".

Ballmer se refería al famoso “reinicio de Longhorn”, el nombre en clave de Vista, que tuvo lugar a mediados de 2004. El proyecto original era demasiado ambicioso, inestable e irrealizable, lo que obligó al equipo a tirar por completo años de trabajo y empezar desde cero.
El correo de Ballmer concluye con una resolución que marcaría el futuro de la compañía: "no podemos volver a hacer eso".
Vista fue el error de los errores
Años después, ya desvinculado de Microsoft, Ballmer ha seguido reflexionando sobre aquella etapa. En una reciente entrevista en el pódcast AcquiredFM, reconocía que el proyecto Longhorn fue “el error de los errores”. También desvelaba que llegó a estar un año sin hablar con Bill Gates durante ese periodo de tensión.
El lanzamiento de Windows 7 fue un punto de inflexión. Microsoft logró limpiar la imagen del sistema operativo con una versión más estable, rápida y eficiente. Vista quedó en la historia como una lección dura, pero que forzó a la compañía a reinventarse.
Imágenes | Wikipedia
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