El apagón total obliga a España a revisar algo fundamental: su red eléctrica tiene varios puntos débiles

Publicado el 29/04/2025 por Diario Tecnología
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El apagón total obliga a España a revisar algo fundamental: su red eléctrica tiene varios puntos débiles

El Gobierno español y Red Eléctrica de España, el operador responsable de garantizar que el sistema eléctrico español es eficiente y seguro, todavía no han dado a conocer qué ha provocado el apagón eléctrico total que hemos sufrido en España y Portugal durante muchas horas. Puede que nunca lleguemos a conocer con una certeza absoluta qué ha desencadenado este colapso, pero lo que sí sabemos es cómo funciona la infraestructura eléctrica española y cuáles son sus puntos débiles.

Para identificar sus vulnerabilidades es crucial que conozcamos con cierta precisión cuál es la estructura de la red, el rol de los puntos estratégicos de interconexión (se conocen como nodos de la red) y cómo se transporta la electricidad desde las instalaciones en las que se genera hasta los lugares en los que se consume. Un apunte interesante antes de meternos en harina: en 2024 el 23,2% de la electricidad del mix energético español tuvo un origen eólico; el 20%, nuclear; el 17%, solar fotovoltaico; el 13,6%, de ciclo combinado; el 13,3%, hidráulico; y el resto procedió de la quema de carbón u otras fuentes renovables.

La red eléctrica tiene una estructura compleja con varios puntos críticos

Para entender cómo se genera la energía eléctrica y cómo trabaja la infraestructura que se responsabiliza de transportarla hasta nuestros hogares y empresas es necesario que indaguemos en la estructura de la red. El primer eslabón de la cadena, como podemos intuir, son los centros de generación de la electricidad. Como acabamos de ver, el mix energético español se sostiene principalmente sobre los parques eólicos, las centrales nucleares, las instalaciones solares fotovoltaicas, las centrales de ciclo combinado y las plantas hidráulicas.

Una vez que se ha generado en los centros de producción, la electricidad se distribuye por todo el territorio español a través de una red de alta tensión que tiene 44.000 km de líneas de 220 kV y 400 kV. No obstante, cerca tanto de las instalaciones en las que se genera la electricidad como de los lugares en los que se consume se encuentran las subestaciones eléctricas. Estos nodos de la red se responsabilizan de transformar el voltaje con el propósito de que la electricidad pueda ser transportada con la mínima pérdida de energía posible. Esta es la razón por la que las subestaciones que están cerca de las plantas de generación elevan la energía a alta tensión (de 200 a 400 kV).

La electricidad se distribuye por todo el territorio español a través de una red de alta tensión que tiene 44.000 km de líneas de 220 kV y 400 kV

Una vez que la electricidad está cerca de los puntos en los que va a ser consumida las subestaciones intermedias se encargan de reducir el voltaje a 132 kV. Red Eléctrica de España es la responsable de la administración de la infraestructura de alta tensión, mientras que las redes de media y baja tensión (de 15 a 30 kV) son gestionadas por Endesa, Naturgy, Iberdrola y otras empresas de energía. Ya tenemos una idea bastante certera acerca de cómo es la red eléctrica que transporta la electricidad hasta nuestras casas, pero hemos pasado por alto unos nodos muy importantes: los centros de control eléctrico.

Estas instalaciones forman parte de la infraestructura administrada por Red Eléctrica de España. Se encargan de supervisar en tiempo real el funcionamiento de toda la red para identificar anomalías y prevenir un posible malfuncionamiento. Estos nodos son precisamente los que con toda probabilidad están teniendo un papel protagonista en la resolución del apagón total que hemos sufrido hace apenas unas horas. No obstante, todavía nos falta indagar en dos eslabones más de una infraestructura que, como estamos comprobando, es compleja.

Por un lado la red eléctrica española está conectada a la infraestructura eléctrica de tres países: Francia, a través de cuatro conexiones con una capacidad de 2.800 MW; Portugal, con varios enlaces que suman un total de 3.300 MW; y, por último, Marruecos, a través de un único cable submarino de 700 MW. La cooperación de Francia y Marruecos ha sido crucial a la hora de reiniciar la infraestructura eléctrica española. Para concluir, no podemos pasar por alto el último eslabón de la cadena: los transformadores urbanos que todos podemos ver en nuestras localidades y barrios. Se responsabilizan de reducir el voltaje a un nivel que puede ser utilizado por los electrodomésticos y los dispositivos que tenemos en casa (230 voltios).

Estos son los puntos débiles de la red eléctrica española

Ya conocemos con cierta precisión cuál es la estructura de la red eléctrica y qué rol tiene cada uno de sus nodos, por lo que podemos entender sin esfuerzo qué la hace vulnerable. Uno de sus puntos débiles más evidentes es el desequilibrio regional que se produce entre el exceso de generación en el sur de España y la alta demanda del centro y el norte peninsular. Las instalaciones de Andalucía y Extremadura producen mucha electricidad, pero la mayor demanda no procede de estas comunidades autónomas; reside en Madrid, Cataluña y otras comunidades del norte español. Este desequilibrio somete a la red a un esfuerzo que requiere la implementación de unos refuerzos que no siempre están disponibles.

La red de media y baja tensión está rozando la saturación en muchas zonas

Además, la red de media y baja tensión está rozando la saturación en muchas zonas. Esto significa, sencillamente, que la demanda de electricidad en algunos puntos es mayor que la capacidad de servicio que está disponible en esas zonas. Esto provoca que actualmente haya varios miles de megavatios de generación que han sido solicitados y no pueden ser entregados debido a que la red ha alcanzado su capacidad máxima de transporte de electricidad. Si además tenemos en cuenta que algunas partes de la red de transporte son antiguas y han soportado durante muchos años un gran esfuerzo es razonable concluir que es necesario reforzarlas y llevar a cabo un mantenimiento eficaz.

Sea como sea esto no es todo. Las fuentes renovables tienen cada vez más peso en el mix energético, mientras que las energías de origen fósil no dejan de perder relevancia. No cabe duda de que es una buena noticia en el camino hacia un modelo energético libre de emisiones contaminantes en el que nos hemos embarcado, pero plantea un desafío: los centros de control de los que hemos hablado unas líneas más arriba deben ser capaces de sostener la estabilidad de la frecuencia y la tensión. Cabe la posibilidad, de hecho, de que este sea el origen del colapso que hemos vivido hace unas horas, aunque por el momento es solo una conjetura.

Un último punto crítico que no debemos pasar por alto son los ciberataques que reciben las infraestructuras críticas españolas y de otros países con mucha frecuencia. Red Eléctrica de España ha descartado que el apagón de hace unas horas haya estado provocado por un ciberataque, pero en otras ocasiones tanto esta organización como otras instalaciones críticas españolas han reconocido haber sufrido ataques informáticos que perseguían desactivar su capacidad de prestación de servicio. En la coyuntura de tensión geopolítica actual e intereses contrapuestos entre las grandes potencias es evidente que tanto España como la mayor parte de los países con instalaciones estratégicas deben invertir en sistemas de protección eficaces frente a los ciberataques.

Imagen | Kindel Media

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