EEUU ha vuelto a tensar la cuerda de los aranceles con Brasil. Embraer tiene mucho que perder, y sus clientes también
Publicado el 12/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Si vives en Europa, volar en un Embraer no es lo más habitual. Pero lo cierto es que estos aviones brasileños están más presentes de lo que parecen. En aeropuertos como el de London City, donde solo unos pocos modelos pueden operar, estos jets dominan la pista. Incluso en España su huella fue notable: Air Europa contó con varios E195 en su flota regional hasta principios de 2023.
Embraer no es un actor menor. Es uno de los más grandes fabricante de aviones del mundo y sus E-Jets —especialmente el E175— sostienen buena parte del tráfico regional en EEUU. Aerolíneas como American, SkyWest y otras operadoras regionales de United Express han apostado claramente por ellos. Con Boeing en horas bajas, Embraer se perfila como un aspirante emergente al selecto grupo de los grandes fabricantes.
Un arancel dispara la incertidumbre
El presidente Donald Trump ha amenazado con aplicar un arancel del 50 % a los productos brasileños a partir del 1 de agosto, una ofensiva sin precedentes en las relaciones entre ambos países. En paralelo, Brasil ya menciona una respuesta espejo, amparada por una reciente ley de reciprocidad. Aunque no hay aún confirmación sobre qué sectores se verían exentos.
Con una gran parte de los pedidos de Embraer dirigidos al mercado estadounidense —donde casi el 95 % de los pedidos firmes del E175 proceden de aerolíneas como American, SkyWest y otras operadoras de United Express—, la nueva medida amenaza con encarecer significativamente sus productos.
No solo se verán afectados los precios finales de los jets, sino que el coste de los componentes importados desde Estados Unidos, imprescindibles para la fabricación, también podría verse afectado si Brasil decide aplicar, en represalia, una tarifa equivalente.

Entre esos componentes se encuentran los motoresCF34 fabricados por General Electric, el sistema de aviónica Honeywell Primus Epic, así como trenes de aterrizaje y actuadores suministrados, en su mayoría, por Collins Aerospace (EEUU) y Liebherr (Europa). Una parte esencial de cada aeronave que, de encarecerse, impactaría también en los costes de producción de los aviones destinados a otros mercados.
Este efecto dual podría tener consecuencias de amplio espectro. Por un lado, las aerolíneas podrían verse obligadas a reconsiderar sus estrategias de compra si el salto en el precio se traduce en mayores costes operativos. Por otro, si el coste de fabricación se incrementa, la competitividad global de Embraer se vería comprometida, incluso en regiones donde su posición es sólida.
Como recoge FlightGlobal, Embraer ha indicado que se encuentra evaluando el impacto de esta medida en sus operaciones y se ha mostrado activa en el diálogo con las autoridades para intentar restablecer la exención del impuesto de importación que históricamente ha favorecido a la industria aeronáutica brasileña. Sin embargo, la incertidumbre reina.
Este arancel forma parte de una serie de comunicaciones de Trump a líderes de más de una veintena de países, con advertencias de que las tarifas pueden modificarse “según la relación”. La falta de claridad normativa deja a fabricantes como Embraer —y a proveedores, aerolíneas y pasajeros— en una situación difícil de prever.
Imágenes | Dave Montiverdi | MarcelX42 (CC BY-SA 4.0) | Samuel Costa Melo
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