Cómo surgió la creación de Nintendo Labo, la loca idea que nació entre cartones y creatividad

Publicado el 18/05/2025 por Diario Tecnología
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Cómo surgió la creación de Nintendo Labo, la loca idea que nació entre cartones y creatividad

Hace un buen puñado de años Nintendo nos sorprendió con un nuevo producto muy diferente para disfrutar de Nintendo Switch de maneras nunca vistas hasta ese momento, lo que le llevó a presentar Nintendo Labo. Los usuarios se quedaron muy impactados con lo que estaban viendo al tratarse de algo hecho con planchas de cartón, dado que estas iban a ser necesarias para interactuar con la consola de maneras de lo más curiosas y peculiares.

No obstante, detrás de todas estas planchas troqueladas y coloridos manuales de instrucciones, había un objetivo claro y muy definido, como era el de dar a los aficionados el placer de construir juguetes de una manera muy simple y de una forma adaptada para todas las edades. Eso sí, a pesar de la simpleza de estos accesorios, lo cierto es que la creación de Nintendo Labo no fue coser y cantar y supuso mucho esfuerzo, infinidad de pruebas, ideas descartadas, etc.

Tsubasa Sakaguchi, jefe de software de Nintendo Labo, Yoshiyasu Ogasawara, su director y jefe de hardware, y Kouichi Kawamoto, el productor, revelaron cuáles fueron las claves y cómo surgió su creación. En el caso de Sakaguchi, a él siempre le había llamado la atención el crear interfaces y cosas con las que los jugadores pudieran interactuar. De hecho, en el pasado trabajó en la interfaz del menú principal de Nintendo 3DS y también en otros proyectos, como en parte de la jugabilidad de Splatoon en Wii U.

Todos sus trabajos están relacionados con el control y la respuesta de los usuarios, siendo esta un área que siempre le ha apasionado, pero quería dar vida a algo nuevo, diferente, original y que se saliera de lo común que ya estamos acostumbrados a ver, dado que existen demasiados videojuegos y, a medida que pasan los años, cada vez se vuelve más complicado crear algo exclusivo. En consecuencia, el equipo pasó mucho tiempo hasta dar con algo que pudiera resultar sencillo de entender y compatible con Switch y sus Joy-Con.

Partiendo de esta base, se pusieron sobre la mesa infinidad de ideas hasta dar con la de Nintendo Labo. Para empezar, se pensó en qué hace que los mandos sean tan exclusivos y diferentes a los de otras consolas, y se llegó a la conclusión de que eran los sensores, por lo que se quiso pensar qué se podía diseñar para que los Joy-Con se pudieran acoplar a esos productos. Aun así, la idea principal era la de lograr que a cada mando se le otorgara una función determinada.

Así pues, cada Joy-Con debía realizar una acción independiente. En este sentido, en el juego de pesca se produce un caso de este tipo, porque el mando derecho va sujeto a la caña y el izquierdo al carrete. Esto implicaba que no se podía utilizar solo uno de los Joy-Con, sea cual sea, porque entonces no se podría diferenciar de ninguna manera el movimiento de la caña del movimiento del carrete. En cambio, al utilizar ambos, la función es perfecta.

Toy Con Cana

Por eso mismo, los sensores fueron el factor clave para hacerlos tan especiales. Además de todo lo anterior, Nintendo quería conseguir algo que pudiera ser muy simple y que los jugadores pudieran construir por su propia cuenta utilizando unos simples cartones sin tener que recurrir a otra herramientas, como tijeras o pegamentos, y no requerir una gran habilidad en las manualidades a la hora de ensamblar los objetos. El equipo era consciente de todo ello y por eso era consciente de que sería un proyecto excesivamente complicado por todo lo que se necesitaba para montar los Toy-Con.

Con todo esto en mente, Nintendo viajó por todo Estados Unidos y Tokio para realizar pruebas con usuarios de todas las edades que, por desgracia, no salieron muy bien paradas. El motivo se debió a que hubo problemas para ensamblar las piezas, así que eso provocó una enorme preocupación a la gran N por dar la sensación de que se había montado bien, pero que ese no fuera el caso. Y es que el montar incorrectamente los Toy-Con era un gran problema, porque entonces no se podía hacer nada con ellos y era algo que Nintendo se negaba a consentir bajo ningún concepto.

Ogasawara confesó que los resultados de las pruebas de los consumidores fueron un shock tremendo y que el equipo sufrió lo suyo para replantear el asunto. Aun así, la mayoría de adultos no tuvieron problemas para ensamblar los productos, aunque con los niños la situación fue muy diferente.

Nos sorprendió, porque no es que no hubiésemos pensado a fondo en el diseño. Les pedimos a muchos colegas que no estaban familiarizados con el proyecto que intentasen crear los Toy-Con que habíamos diseñado y, en esos experimentos, los resultados siempre fueron positivos. Básicamente, hasta ese momento, todas las pruebas con consumidores adultos habían ido bien. Me esperaba que en la prueba el 70 o el 80 % de los niños alcanzasen resultados satisfactorios. Desafortunadamente, ese no fue el caso. Fue un auténtico desastre.

Dada la situación, se llegó a la conclusión de que era necesario establecer indicaciones en las planchas de cartón. Si no se planteaba un diseño claro, los usuarios no sabrían cuál sería el aspecto final o lo que tenían que construir concretamente. A raíz de esto, también se simplificaron una barbaridad los pasos a seguir y las secciones que estaban siendo más complicadas para los consumidores, y sobre todo se pensó en crear algo más resistente todavía, duradero y que no se desmontara con facilidad.

Por lo tanto, se optó por priorizar la simplicidad frente al diseño. Esto mismo provocó que algunas piezas sufrieron más de una decena de rediseños antes de dar con la fórmula adecuada y la más satisfactoria, lo que afectó especialmente a las pestañas para mejorarlas todo lo posible para que estas se insertaran sin problemas en los trozos de cartón. Asimismo, otro motivo de simplificar el proceso era que había piezas que requerían la colaboración de varias personas para su montaje, pero la intención era crear algo que hasta un niño pudiera montar por su propia cuenta.

Como resultado, una vez más se decidió acudir a colegios para llevar a cabo más pruebas que requirieron la participación de más de un centenar de estudiantes de primaria.

Así podíamos revisar nuestros diseños tras una sesión y ver si cambiaban las reacciones en la siguiente sesión. Entonces ya sabíamos que queríamos un manual de instrucciones interactivo que incorporase vídeos, pero todavía no teníamos los diseños finales de las planchas de cartón para empezar a trabajar. Así que sacamos fotos e hicimos diapositivas y pequeños blocs de notas con instrucciones para usar durante las pruebas y determinar qué partes necesitaban mejorar.
Los blocs de notas más sencillos tenían cerca de 1000 páginas, mientras que los más complejos tenían 3000. Cada vez que cambiábamos el diseño, teníamos que sacar nuevas fotos.
Nintendo Labo Coche

Se trató de una ardua tarea debido a que nadie del equipo había trabajado anteriormente con cartones y con proyectos de montaje de este tipo, así que fue un proceso de aprendizaje para ambas partes. Con el fin de hacer las cosas perfectamente, además de algo muy simple e intuitivo, se diseñaron vídeos interactivos para seguir los pasos y ver bien qué había que hacer en todo momento y así tener en cuenta cada paso de cara al montaje.

Sin embargo, existía otro temor, como el hecho de que los usuarios no supieran utilizar los Toy-Con adecuadamente. Más que nada porque una vez distribuidos los productos, ya no dependía del equipo que los jugadores le dieran el uso adecuado, así que la compañía tenía clarísimo que lo mejor era contar con unos vídeos que te enseñaran rápidamente qué hacer. Algo que fuera lo más simple posible, que pudieras consultar rápidamente y en los que la lógica fuera lo primordial.

Y si todo lo anterior no era suficiente, otro objetivo que el equipo se marcó, y que no se quería perder de vista en ningún momento, era el de la diversión. Se pretendía conseguir una experiencia que lograra que los usuarios se dieran cuenta que utilizar los Toy-Con era algo muy divertido, pero montarlos también con una satisfacción descomunal al construirlos del todo. La parte no tan buena es que Nintendo Labo no será compatible con Nintendo Switch 2, pero eso no quita que sea uno de los productos más originales que nos ha dejado Nintendo en los últimos años con kits de todo tipo.

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