China se volcó en México como solución a la guerra comercial con EEUU. Ahora sus fábricas se están mudando a Brasil o Serbia

Publicado el 16/06/2025 por Diario Tecnología
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China se volcó en México como solución a la guerra comercial con EEUU. Ahora sus fábricas se están mudando a Brasil o Serbia

Los expertos en propiedad industrial de Estados Unidos han notado algo importante: ha habido un "drástico descenso" en las consultas de empresas chinas que buscan terrenos para alquilar o comprar en México. Esa tendencia tiene una sencilla explicación, pero también un efecto colateral igualmente contundente.

México le dio un respiro a China. En su primera legislatura como presidente de EEUU, Donald Trump inició a incrementar los aranceles para productos fabricados en China. Eso provocó que las empresas chinas "dieran un rodeo" y eligieran un plan B para seguir pudiendo vender en ese país. Y el rodeo consistió en crear fábricas fábricas en México. Este país se beneficiaba del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC o USMCA por sus siglas en inglés), que permitía el libre comercio de mercancías sin aranceles si cierta cuota de ellas estaba fabricada en Norteamérica.

El cuento ha cambiado. Sin embargo ese tratado ha quedado invalidado en el recrudecimiento de la guerra comercial que Estados Unidos mantiene no ya con China, sino con otros países. Entre ellos está México, sometida como Canadá a aranceles notables del 25%. Eso ha provocado una clara incertidumbre sobre cómo afectará eso al comercio con mercancías de fabricantes chinas producidas en México: el T-MEC se revisará el año que viene y ya ha sufrido el impacto de los citados aranceles al hierro y al aluminio.

Brasil y Serbia, nuevos destinos. En lugar de México, los fabricantes de China están comenzando a buscar nuevos destinos para sus fábricas fuera de su país, y se han fijado en cuatro en especial: Brasil, Serbia, Hungría y Arabia Saudí. En el país sudamericano, por ejemplo, BYD inició un proyecto importante para la construcción de una planta de producción de sus vehículos en Bahía. Dicho proyecto, eso sí, se ha encontrado con problemas tras desvelarse que 160 ciudadanos chinos estaban trabajando en condiciones terribles que algunos comparaban con las de la esclavitud. La compañía también cuenta con fábricas en construcción en Szeged (Hungría) y en Manisa (Turquía) que comenzarán a operar en 2026.

China quiere diversificar. En Europa ese singular interés de China por países como Serbia y Hungría se centra en los sectores de los vehículos eléctricos y las energías renovables, aunque también hay industrias derivadas como la fabricación de neumáticos. Las políticas europeas son mucho menos restrictivas que las estadounidenses para estas inversiones, y para las empresas chinas este tipo de proyectos son especialmente interesantes porque permiten crear infraestructura desde cero y controlarla de forma completa. El presidente de China, Xi Jinping, visitó estos países en mayo de 2024 como clara demostración de su intención de adaptarse a la nueva realidad de los mercados.

La iniciativa "Belt and Road". En 2013 el gobierno de China impulsó una estrategia de desarrollo y cooperación internacional llamada Belt and Road Initiative (BRI). Dicho proyecto trataba de impulsar el comercio con rutas terrestes para transporte por carretera y ferrocarril. Su relevancia ha ido disminuyendo con los años, pero Hungría y Serbia han mantenido su compromiso con la estrategia. La mayoría de los países europeos que habían participado en esta iniciativa han relajado su implicación, entre otras cosas tras ver cómo las crecientes exportaciones de vehículos eléctricos chinos han dañado la industria automovilística europea.

EEUU ya no importa (tanto). Analistas como Jake Lee, agente de la propiedad industrial en una empresa estadounidense, afirman que estos movimientos son parte de una estrategia cambiante. "Es como pasar de la defensa al ataque", excplicaba Lee. Para este experto, EEUU era un mercado clave para los fabricantes chinos, pero la inestabilidad de las relaciones con China han provocado que su foco en el país norteamericano se esté reduciendo mucho.

Automoción y renovables como protagonistas. Ya hemos visto cómo la industria del automóvil está "mudándose" a países como Brasil, Hungría o Servia, pero la industria de las renovables también busca salida. Ocean Yuan, de la empresa de equipamientos de energía solar Grape Solar, ha visto cómo EEUU amenaza con eliminar los créditos tributarios que se concedían a este mercado. Ahora esa y otras empresas chinas que habían invertido en el país están sopesando la posibilidad de vender esas centrales a empresas norteamericanas. Esas inversiones tienen ahora un futuro complicado, y dichas compañías están buscando nuevos destinos como los de Oriente Medio para expandir su presencia internacional.

Imagen | BYD

En Xataka | Las marcas de coches eléctricos chinas se han empeñado en independizarse de los chips estadounidenses. Incluida Xpeng

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