A la masificación turística, Ibiza ha añadido otro problema: serpientes invasoras que devoran a sus lagartijas

Publicado el 09/06/2025 por Diario Tecnología
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A la masificación turística, Ibiza ha añadido otro problema: serpientes invasoras que devoran a sus lagartijas

El ecosistema de la isla de Ibiza, y de las Pitiusas (el archipiélago formado por las islas occidentales en Baleares) lleva años amenazado por una singular lucha. Se trata de la batalla por la supervivencia de una especie local de lagartija con una culebra que ha diezmado considerablemente la población.

Una lucha desigual. Baleares está siendo testigo de la progresiva desaparición de una de sus especies endémicas como consecuencia de la introducción de una serpiente depredadora. Un desequilibrio que está llevando al borde de la desaparición de la lagartija local, un animal que había prosperado sin la amenaza de depredadores y que ahora se enfrenta a una voraz culebra cuyos números no paran de crecer.

Las protagonistas. Introduzcamos a las especies que protagonizan esta historia. La lagartija en cuestión es la llamada lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), una especie endémica de las Pitiusas. Estos animales se reparten en diversas áreas de la geografía ibicenca, pero su presenta es más habitual en las zonas costeras con vegetación más densa.

La que se ha convertido en la principal amenaza de esta especie es la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis). El hábitat de este ofidio abarca buena parte de las costas del Mediterráneo occidental, desde Túnez hasta el sur de la península Ibérica, también en áreas de la isla de Cerdeña.

Cuándo empezó todo. La primera vez que se detectó la culebra de herradura en las Pitiusas fue en 2003, aunque es probable que esta especie hubiera comenzado antes su andadura insular. Se sospecha que el ofidio fue llevado a las islas de forma accidental, con algún ejemplar o sus huevos viajando en el interior del tronco de un olivo utilizado como elemento decorativo.

Por tierra y por mar. 20 años han servido a la culebra europea para asentarse por la isla y expandirse por ella, presionando cada vez más a la lagartija autóctona y a otras especies no endémicas. Pero la expansión de la serpiente no ha quedado ahí.

Según advierten los expertos el animal es un buen nadador que amenaza no solo a las islas de Ibiza y Formentera, también a la red de islotes que completan el archipiélago de las Pitiusas, cada uno con características ecológicas que lo hacen único.

De Ibiza a Euskadi. La lagartija de las Pitiusas es considerada una especie endémica del archipiélago balear, pero en los últimos años una pequeña población de estos animales parece haber recalado en un lugar muy distinto: la costa vasca.

Se estima que los reptiles ibicencos llegaron a Bizkaia a mediados de los 90 y para 2011 habían desplazado a la lagartija roquera (Podarcis muralis) en el islote de San Juan de Gaztelugatxe, perteneciente a Bermeo. El reptil se ha ido expandiendo en otros entornos tanto costeros como del interior, entre ellos las inmediaciones de San Sebastián, donde amenaza a la lagartija de Urgull (Podarcis liolepis sebastiani).

El País Vasco, introducíamos, no es el único lugar de la Península al que se ha llevado la especie. Una iniciativa para evitar su desaparición ha llevado a este reptil balear al Zoo de Barcelona. La primera parte de este proyecto contempla la llegada de 17 ejemplares de la especie al centro catalán con el fin de garantizar la conservación de la especie.

Un ecosistema delicado. Los ecosistemas insulares son particularmente vulnerables en estos casos: unas fronteras geográficas bien definidas y una biodiversidad más limitada pueden implicar que la pérdida de una especie tenga repercusiones sobre los ecosistemas locales.

Según explicaba al diario El País Oriol Lapiedra, investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), la desaparición de una determinada especie puede provocar “una reacción en cascada” que lleve a nuevas extinciones.

Ecos de otro archipiélago. No es de extrañar tampoco que con cambiar de archipiélago podamos encontrar un caso similar. En la isla de Gran Canaria, la introducción de una serpiente foránea, la serpiente real de California (Lampropelties californiae), ha puesto también en jaque a la fauna local, incluidos reptiles comoel lagarto gigante (Gallotia stehlini) y el eslizón (Chalcides sexlineatus).

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Imagen | Dirk Pothen / Raymond Petrik

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