Una mujer cobraba una pensión por su incapacidad física, pero corría maratones y lo contaba en Facebook. Ha acabado en la cárcel
Publicado el 18/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
No siempre es fácil saber qué se puede hacer durante una baja laboral para no cometer una infracción y es que las mutuas gastan mucho dinero en investigar a sus trabajadores de baja en España. Una gran duda puede ser: ¿se pueden llevar a cabo actividades cotidianas en una baja, como salir a pasear, tomar alcohol en la terraza de un bar o irse de viaje? La respuesta ya la hemos analizado a fondo y es que depende mucho de la situación del trabajador.
Hoy recogemos el caso de una mujer que estaba cobrando 2.700 euros al mes como pensión por incapacidad en el Reino Unido. Fue diagnosticada en 2005 de esclerosis múltiple y la Seguridad Social británica le pagaba una pensión de incapacidad permanente. Llevaba años recibiéndola, pero en la práctica su situación no era tan grave como para esa incapacidad. En su caso, parece ser que sí sabía que hacía algo que no debía.
La mujer era muy activa en redes sociales y también en la real. Subió diversas publicaciones en su Facebook compartiendo cómo corría y participaba en carreras y pruebas deportivas, con su dorsal, su felicidad y la meta alcanzada. Tantas eran sus publicaciones, que la acusación llegó a presentar 70 fotos de la mujer haciendo deporte, según recoge Marie France.
De qué la acusan y qué pasó
La pensionista ha alegado que cuando solicitó la pensión de incapacidad permanente cumplía los requisitos para ello. Entre otros, tenía la movilidad limitada.
Unos años después, según las informaciones hechas públicas, en 2023 comenzaron a vigilarla y vieron que ella llevaba a cabo sus actividades que requieren de gran movilidad no solo sin esconderlas, sino que también las compartía en redes. En julio de 2024, la mujer fue condenada a ocho meses de prisión por fraude.
Ella ha explicado que cuando solicitó su incapacidad sí estaba experimentando una fatiga severa debido a un brote de su esclerosis múltiple, pero que su condición había mejorado con los años con medicación más avanzada y también explicó que correr la ayudó a controlar mejor su enfermedad.
La semana pasada, la condenada compareció nuevamente ante el tribunal, esta vez para responder por lo que debe. De las 60.000 libras que recibió, le fueron adjudicadas indebidamente alrededor de 20.500, según las autoridades. El tribunal le ha ordenado devolver esta suma en un plazo de 28 días si quiere evitar más meses de prisión. Ya ha tenido que pasar unas semanas por la condena anterior.
Según la ley, mintió
Es un caso que ha llamado mucho la atención en grandes medios de su país. Según The Independent, aunque Sara Morris fue diagnosticada con esclerosis múltiple en 2005, en 2020 exageró la gravedad de su enfermedad y solicitó el Pago por Independencia Personal (PIP). Según los datos de este medio, ella declaró sentirse ansiosa al salir de casa incluso para ir a la farmacia a recoger su medicación.
También alegó falta de equilibrio y que no podía salir de la bañera ni ponerse de pie para cocinar. El Tribunal declaró que la mujer no había mencionado al Departamento de Obras Públicas y Pensiones (DWP) que era miembro de su grupo de maratones y que corría regularmente carreras de 5 y 10 km. Finalmente, fue descubierta por sus propias publicaciones de Facebook.
The Telegraph también ha recogido que una investigación del DWP realizada en febrero de 2023 descubrió que Morris participó en una carrera de ocho kilómetros y fue vista corriendo sin asistencia, sin mostrar problemas de equilibrio.
Otros casos en España
Hace un tiempo recogíamos una sentencia por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que sorprendió a la ciudadanía. Pero donde no se vio infracción. Un trabajador que dio un concierto estando de baja (la baja era a causa de un problema en el hombro) fue despedido en 2022, tras haber actuado como guitarrista.
Se concluyó una "falta laboral muy grave al participar en una actividad "totalmente incompatible" con la incapacidad temporal que justificaba su baja" y todo acabó en un despido.
Pero el Tribunal le dio la razón al trabajador, porque esta actividad no transgredía la buena fe contractual: "no se trata de una actividad de esfuerzo físico con las extremidades superiores", fue una de las frases más destacadas de la sentencia.
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