Trump ha dejado su primera demostración de fuerza con TikTok. La gran duda es si la ley le permite evitar su baneo
Publicado el 20/01/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Aún no ha tomado posesión formal del cargo de presidente de EEUU, pero Donald Trump agita desde hace meses las aguas de la política, economía y geoestrategia mundiales. Ahora, a solo unas horas de su regreso triunfal a la Casa Blanca remueve otras: las de la justicia estadounidense. Su mediación y promesas han desembocado en un escenario insólito en un caso no menos extraordinario: han llevado a TikTok ha dar marcha atrás en su salida en EEUU, un proceso que la red social inició el fin de semana para cumplir la ley y que revirtió poco después entre agradecimientos a Trump.
La gran pregunta que sobrevuela ahora la clase política, empresarial y judicial estadounidense (y extranjera) es: ¿Tiene potestad Trump para hacer algo así? ¿Puede el republicano suspender la desconexión de TikTok en EEUU?
Un apagón fugaz (y extraño). TikTok es una red extraordinaria por muchas razones. En EEUU suma 170 millones de cuentas, lo que no está nada mal en un país de 335 millones de habitantes, y además ejerce una influencia política reconocida (y experimentada) abiertamente por el propio Trump.
Ahora lo es por un motivo más: protagonizar uno de los baneos más fugaces (y rocambolescos) de la historia. El sábado por la noche la red social china entraba en 'hibernación' en EEUU en cumplimiento de la Ley de Protección de los Estadounidenses contra apps Controladas por Adversarios Extranjeros.
"Reestableciendo el servicio". Su despedida sonaba más a 'hasta luego' que a 'adiós', pero ni siquiera llegó a ser eso. Solo unas horas después la red social de origen chino anunciaba que daba marcha atrás en ese proceso de desconexión y empezaría a "restablecer el servicio". El anuncio lo hizo a través de otra red social, X, y entre agradecimientos a Trump, quien hoy a mediodía (seis de la tarde en España) regresará a la Casa Blanca como presidente tras el interregno de Joe Biden.
¿Y cuál ha sido el papel de Trump? Clave, como se desprende de las palabras de la propia TikTok. Aunque en 2020 el líder republicano se mostraba partidario de vetarla en EEUU, en su nueva etapa ha mostrado de forma reiterada su apoyo a la plataforma china. Durante su campaña prometió que haría lo posible para "salvarla" y él mismo ha reconocido que, a la vista de la popularidad que ha ganado en su comunidad, no tendría motivos para respaldar su suspensión: "¿Por qué querría deshacerme de TikTok?", llegó a preguntarse en Truth Social junto a un gráfico sobre sus cuentas en esa red.
"Emitiré una orden ejecutiva". El domingo, con TikTok recogiendo los bártulos en EEUU, Trump fue sin embargo un paso más allá con otro mensaje lanzado a través de su plataforma Truth Social: "Les pido a las empresas que no permitan que TikTok permanezca a oscuras. El lunes emitiré una orden ejecutiva para extender el período de tiempo antes de que las prohibiciones de la ley entren en vigor, para que podamos llegar a un acuerdo para proteger nuestra seguridad".
Y por si su postura no quedaba clara, recalcó en una entrevista con la cadena ABC News: en cuanto tome posesión del cargo "casi con toda probabilidad" dará a TikTok un periodo de gracia para que despeje su futuro en EEUU.
Bajando a la letra pequeña. Para entenderlo hay que profundizar algo más en el caso y entrar en su enjundia legal. Si TikTok dejó de funcionar el sábado por la noche en EEUU, un país en el que ha conseguido un éxito demoledor, no es lógicamente fruto de una decisión comercial.
Su baneo fue el resultado de una ley aprobada en abril con un amplio respaldo político y que básicamente establece que la versión estadounidense de TikTok debe desaparecer de las tiendas de apps y servicios de alojamiento si su dueño, el chino ByteDance, no se desliga de sus operaciones en EEUU y las vende a un comprador.
El Congreso adoptó esa decisión entre temores por la amenaza que TikTok representa para la seguridad de EEUU y que los millones de datos recabados por la plataforma acaben en poder del Gobierno de China, país donde tiene su sede ByteDance. En su día TikTok alegó que ese veto iba contra la libertad de expresión de sus usuarios y el caso acabó en la Corte Suprema, que hace unos días respaldó la ley. Resultado: la red social tenía hasta ayer para acabar en manos estadounidenses si quería evitar el veto en el país.
¿Y qué pinta Trump en todo esto? En su letra pequeña la ley aprobada por el Congreso incluye una disposición que permite al presidente aplazar el veto a TikTok durante varios meses. O lo que es lo mismo: el inquilino de la Casa Blanca tiene en su mano aplazar el baneo durante un máximo de 90 días, el período de gracia al que se refería Trump ayer. Dado que el veto se activaría apenas unas horas antes del revelo en la Casa Blanca, el equipo de Biden ya avisó que no movería ficha y permitiría que el tema lo gestionase el equipo de Trump.
"Dado el simple hecho del calendario, esta Administración reconoce que las acciones para aplicar la ley simplemente deben recaer en la próxima Administración, que toma posesión el lunes", argumentó el entorno de Biden. La postura del equipo saliente era relevante, pero no crucial. En contra de TikTok seguían jugando ciertos condicionantes que van más allá del Gobierno: el contenido de la propia ley, sus plazos y sobre todo el riesgo que asumen las empresas que respaldan la actividad de TikTok, alojándola, distribuyendo la app y prestándole servicio. Para ellas el dilema es complicado: si vulneran la ley se exponen a sanciones millonarias.
Un giro… y una gran pregunta. El resto de la historia es bien sabida: el sábado a última hora TikTok publicó un mensaje explicando a sus usuarios estadounidenses que no podrían usar la app "por ahora" y horas después compartía un segundo mensaje informando del "restablecimiento" del servicio y dándole las gracias a Trump.
La gran pregunta que esa secuencia deja botando es… ¿Tiene el presidente entrante la capacidad de suspender el proceso? ¿Se cumplen las condiciones para aplicar el período de gracia de 90 días? Es más, ¿puede aplicarlo Trump si la ley ya entró en vigor?
Trump parece convencido de que sí. Es más, el líder republicano no solo ha deslizado que una de sus primeras decisiones al frente de la Casa Blanca será aprobar una orden ejecutiva "para extender el período antes de que las prohibiciones de la ley entren en vigor". Para despejar los temores que puedan tener los operadores que necesita TikTok para funcionar en el país, Trump ha garantizado que su orden "confirmará que no habrá responsabilidad para ninguna empresa que haya ayudado a evitar que TikTok desaparezca".
¿Y está entre sus potestades? Esa es la pregunta del millón ahora mismo en EEUU. ¿Puede Trump ofrecer ese período de gracia a TikTok? Hay varios detalles que arrojan dudas. El primero es que la ley contempla una prórroga de 90 días para el baneo, cierto, pero si se cumple un requisito fundamental: aportar pruebas de que se han logrado avances significativos para la venta de TikTok a una empresa estadounidense.
Hasta ahora ByteDance no se ha mostrado muy partidaria de la operación y del movimiento de la empresa el sábado por la noche se desprende de que esa condición no se cumple. Otra pregunta clave es si una venta así, de fraguar, incluiría la joya de la corona que ha hecho de TikTok una plataforma tan exitosa entre 170 millones de cuentas: su algoritmo.
"No hay base legal". Habría otra cuestión igual de importante: ¿puede aplicarse esa prórroga de 90 días una vez la ley ha entrado en vigor y se ha iniciado el baneo? En EEUU hay quien lo duda. Es más, entre los republicano hay voces que han cuestionado que Trump tenga esa potestad.
"Ahora que la ley ha entrado en vigor, no hay base legal para ningún tipo de 'extensión' de su fecha de vigencia. Para que TikTok vuelva a estar en línea en el futuro, ByteDance debe aceptar una venta que satisfaga los requisitos de desinversión recogidos en la ley, cortando los vínculos entre TikTok y la China comunista", reivindican los senadores republicanos Tom Cotton y Pete Ricketts. No es una cuestión menor ya que si están en lo cierto podría echar por tierra la base legal de la orden ejecutiva firmada por Trump.
Imágenes | Gage Skidmore (Flickr) 1 y 2 y Nordskov Media (Flickr)
utm_campaign=20_Jan_2025"> Carlos Prego .