Si la pregunta es cuánto puede aguantar la Cúpula de Hierro de Israel, la respuesta es simple: mucho más que las defensas de Irán

Publicado el 16/06/2025 por Diario Tecnología
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Si la pregunta es cuánto puede aguantar la Cúpula de Hierro de Israel, la respuesta es simple: mucho más que las defensas de Irán

La ofensiva de Israel sobre Irán a través de la operación Leon Creciente se ha transformado en una nueva guerra en Oriente Medio con un pronóstico difícil de prever. Cuánto puede aguantar Irán, o cuánto puede hacerlo la Cúpula de Hierro israelí, o incluso qué capacidad tiene cada nación para infringir daño real son preguntas cuyas respuestas ofrecen la mejor pista sobre la posible resolución del conflicto.

Guerra abierta. Las hostilidades entre Israel e Irán, alimentadas durante décadas por rivalidades ideológicas, geopolíticas y nucleares, han escalado a un punto inédito. La madrugada del pasado viernes, Israel lanzó una ofensiva aérea sin precedentes contra instalaciones militares y nucleares en territorio iraní, provocando, entre otras bajas, la muerte del comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami. En respuesta, Irán desplegó un contraataque limitado compuesto por cien drones y decenas de misiles, aunque la mayoría fueron interceptados.

El telón de fondo inmediato de este episodio fue una histórica resolución del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que acusó formalmente a Teherán de violar sus compromisos de no proliferación nuclear, elevando la presión internacional. Mientras Irán insiste en que su programa atómico es exclusivamente pacífico, Israel (que considera inaceptable la mera posibilidad de un Irán nuclearizado) ha intensificado su política de disuasión activa con la fuerza.

Presupuesto y poder militar. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Israel destina más del doble del presupuesto de defensa que Irán: 19.000 millones de dólares frente a los 7.400 millones del régimen persa. Esta disparidad permite a Israel sostener una capacidad tecnológica y operativa mucho más avanzada, pese a su menor tamaño territorial, demográfico y numérico en tropas.

Mientras Irán cuenta con 600.000 soldados en servicio activo y una población cercana a los 89 millones, Israel mantiene una fuerza profesional de 170.000 efectivos y una población diez veces menor. Sin embargo, la ventaja israelí reside, no en la masa, sino en la calidad de sus recursos y en su integración tecnológica.

Veamos entonces las capacidades de ambas naciones.

Irán y los grandes números. Contaba en un reportaje AP que con 88 millones de habitantes y un vasto territorio de 1,6 millones de km², Irán dispone de una fuerza militar masiva en cifras: unos 600.000 soldados regulares más 200.000 pertenecientes a la Guardia Revolucionaria, incluyendo las unidades estratégicas como la Fuerza Quds, el mando de misiles y el aparato cibernético.

Sin embargo, el valor real de esta fuerza se ve matizado por varios factores: muchas de sus unidades están mal equipadas, sus aeronaves están anticuadas (muchas datan de la era pre-revolucionaria o de adquisiciones soviéticas), y en los últimos meses sus operaciones han sido duramente golpeadas por Israel y Estados Unidos, debilitando tanto sus redes proxy como la estructura de mando. Plus: la eliminación de figuras clave como Hossein Salami y otros altos mandos en ataques israelíes, agrava este cuadro.

Pictures Of The Israeli Attack On Tehran 1 Mehr 2 2 El ejército de Israel ataca partes de Teherán el viernes 13 de junio de 2025

Capacidad fragmentada. Aun así, Irán conserva una baza crucial: su capacidad de producción masiva de drones y misiles, ejemplificada en esos modelos Shahed que se han convertido en protagonistas en Ucrania (y más allá), exportados a Rusia para su uso en la guerra. Su programa nuclear, aunque aún no declarado como armamentístico, ha alcanzado niveles de enriquecimiento cercanos al umbral militar y, como decíamos hoy, si tomara la decisión, podría fabricar varias ojivas en cuestión de meses.

¿Qué le falta? Posiblemente, un sistema operativo confiable para su lanzamiento, aunque el tiempo para desarrollarlo se acorta con rapidez.

Israel: vanguardia y táctica. En contraste, Israel opera una fuerza armada más reducida pero mucho más sofisticada. Con unos 170.000 efectivos activos y unos 400.000 reservistas movilizables, cuenta con un núcleo militar bien entrenado y probado en conflictos recientes.

Su industria de defensa nacional es capaz de producir todo tipo de sistemas bélicos, desde misiles y vehículos blindados hasta drones autónomos y tecnología de ciberdefensa. Los F-35 y otros cazas de última generación refuerzan su dominio aéreo, y sus sistemas de defensa multicapa (Cúpula de Hierro, Honda de David, Arrow) permiten interceptar misiles de corto, medio y largo alcance con una eficacia sin igual en la región.

David Sling 0001 Lanzamiento de prueba de un misil interceptador "Stunner", una parte fundamental del sistema defensivo Honda de David

El tema “nuclear”. Imposible obviarlo. Israel también cuenta con la ventaja (nunca confirmada pero ampliamente aceptada) de poseer un arsenal nuclear operativo, lo que lo convierte en la única potencia nuclear de Oriente Medio. A esto se suma el respaldo político y militar de Estados Unidos, un factor disuasorio que pesa en cada cálculo estratégico iraní.

En el pasado reciente, Estados Unidos ha contribuido activamente a neutralizar amenazas iraníes en la región, y mantiene desplegados en Oriente Medio decenas de cazas, un portaaviones y miles de soldados, lo que representa un compromiso táctico latente.

La Cúpula. Lo decíamos antes pero merece un apartado. Una de las grandes fortalezas del Estado israelí es su sofisticado sistema antimisiles, compuesto principalmente por la Cúpula de Hierro (defensa de corto alcance contra cohetes y drones) y los sistemas Flecha (Arrow), diseñados para interceptar misiles balísticos a gran altitud.

Estas tecnologías, desarrolladas con apoyo estadounidense, demostraron su eficacia al neutralizar casi la totalidad de los proyectiles lanzados por Irán en ataques anteriores. Según Uzi Rubin, fundador de la Organización de Defensa de Misiles de Israel, ningún otro sistema antimisiles en el mundo iguala su precisión y especialización en interceptar amenazas múltiples en tiempo real.

Operation Guardian Of The Walls May 2021 Xviii Cúpula de Hierro lanza un interceptor Tamir durante la Operación Guardián de los Muros, mayo de 2021

Israel: ataque y defensa. Israel ha demostrado en múltiples ocasiones su capacidad de ejecutar operaciones de precisión a gran distancia, incluso desde dentro del territorio iraní. Los recientes ataques no solo destruyeron infraestructuras críticas en Teherán, sino que eliminaron también a altos cargos militares y científicos nucleares.

La capacidad de penetración israelí es, en parte, fruto de una combinación entre fuerzas regulares de élite, inteligencia estratégica de largo alcance y tecnología furtiva.

Irán: ataque y defensa. Irán, por su parte, ha intentado responder a través de ataques de saturación con misiles balísticos y drones, como ya hizo en octubre de 2024, aunque con resultados limitados gracias al escudo antimisiles israelí y, otra vez, al apoyo de Estados Unidos.

Quizás por ello, la capacidad iraní de sostener una ofensiva prolongada es cuestionable, tanto por la eficacia de las defensas israelíes como por la degradación progresiva de su infraestructura militar, aunque también puede ser su gran baza. A pesar de su enorme arsenal (se habla de más de 3.000 misiles balísticos), la precisión y capacidad de penetración real de muchos de ellos sigue siendo dudosa.

El amigo americano. Es una de las patas que pueden hacer girar la contienda. Estados Unidos se ha distanciado formalmente de la última operación israelí, calificándola de unilateral. No obstante, su implicación es inevitable ante una eventual escalada regional (ya ha amenazado a Irán). Con activos desplegados por toda la región (desde cazas hasta diplomáticos) y una historia reciente de cooperación estrecha con Israel, cualquier represalia iraní contra intereses estadounidenses podría desencadenar una respuesta amplia.

En este contexto, Irán ha amenazado con ataques a bases norteamericanas como parte de una estrategia más amplia para forzar la retirada de Estados Unidos de la región. Sin embargo, Israel ya ha neutralizado buena parte de las milicias aliadas de Teherán, como Hamás y Hezbolá, debilitando así los brazos externos de la proyección iraní.

Dos potencias asimétricas. La comparación entre las capacidades militares de Irán e Israel revela una asimetría estratégica fundamental, o dos doctrinas militares diametralmente opuestas: mientras Irán apuesta por la cantidad, la profundidad territorial y la guerra proxy, Israel se apoya en la calidad de su arsenal, la tecnología punta y la velocidad de reacción.

Eso da la mejor de las pistas sobre el futuro del conflicto. En una campaña relámpago de alta intensidad, como la que ya está en curso, la supremacía tecnológica israelí se impone con claridad. Sin embargo, si se convierte en una confrontación prolongada, los factores demográficos y de desgaste podrían inclinar la balanza.

Imagen | GoodFon, FDI, Mehr News Agency, United States Missile Defense Agency

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