Pixelar fotos y vídeos para ocultar datos ya no sirve de nada. Alguien pidió que extrajeran su texto pixelado y no quedó ni un secreto
Publicado el 16/04/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Cuando compartimos un documento, imagen o vídeo, es habitual que queramos ocultar cierta información por motivos de privacidad. Una de las técnicas más extendidas para censurar contenido visual ha sido durante años el uso de desenfoque o pixelado. Sin embargo, ya ha quedado demostrado que estas técnicas pueden revertirse, dejando al descubierto lo que en teoría debería permanecer oculto.
El popular creador de contenido Jeff Geerling puso a prueba esta vulnerabilidad desde su canal de YouTube. Subió un vídeo donde aparecía una carpeta en movimiento en su Mac, completamente pixelada, y lanzó un reto: ofreció 50 dólares a quien lograra descifrar el texto oculto. La respuesta fue rápida. En menos de 24 horas, varios usuarios lograron desvelar el contenido censurado.
Un reto para comprobar lo 'fácil' que es despixelar
Una de las personas que consiguió despixelar el vídeo que había publicado no dudó en compartir en GitHub los pasos que había llevado a cabo para lograrlo. Para ello, siguió dos sistemas diferentes.
El primer enfoque fue completamente manual. Analizó el vídeo fotograma a fotograma, marcando la zona pixelada con un recuadro rojo en cada uno. Con ayuda de GIMP, midió la distancia de los píxeles en los ejes X e Y y extrajo los fragmentos relevantes. Finalmente, intentó recomponer la imagen combinando estos fragmentos y tratando de encontrar palabras con sentido combinando los píxeles. Aunque el resultado no fue perfecto, demostró que incluso con un enfoque básico ya era posible obtener información sensible.

El segundo enfoque fue más sofisticado. En lugar de procesar todos los fotogramas, se centró en uno solo y aplicó un umbral de binarización que invertía los colores de los píxeles según su intensidad. Luego utilizó una matriz de plantillas de 3x3 píxeles para reconocer patrones, con el objetivo de detectar los bordes del área pixelada.
Gracias a este sistema, pudo extraer automáticamente las coordenadas de los píxeles relevantes y generar una máscara que permitió reconstruir la imagen original con gran precisión. Al combinar los valores de múltiples píxeles, el resultado fue sorprendentemente fiel al original.
Cuanto más movimiento, mejores resultados
En definitiva, la forma en la que van cambiando los píxeles en este tipo de efecto que queda tan profesional es una gran pista para que los expertos puedan usar ingeniería inversa y averiguar finalmente lo que se oculta por debajo en vídeos.
Paradójicamente, cuanto más se mueve una imagen pixelada en pantalla, más fácil resulta para un experto reconstruir lo que oculta. Jeff Geerling explica que el movimiento ofrece más puntos de datos para el análisis, lo que facilita aplicar técnicas de ingeniería inversa y descifrar lo censurado.
Antes, este tipo de técnicas requerían grandes conocimientos técnicos y equipos potentes. Hoy, con el auge de la inteligencia artificial, herramientas automatizadas pueden encargarse de las partes más complejas del proceso.
Censurar bien una imagen o un vídeo es muy fácil
La conclusión es clara: aplicar un efecto de desenfoque o pixelado no es seguro. Aunque pueda parecer profesional, esta técnica deja huellas que pueden ser revertidas por expertos (o incluso por algoritmos).
La forma más segura de ocultar información es aplicar una máscara de color sólido —por ejemplo, un rectángulo negro o blanco— sobre la zona que queremos censurar. Esta solución, aunque simple, es totalmente eficaz: no deja rastros, no puede reconstruirse y se puede realizar con herramientas básicas como Paint, Vista Previa (en Mac) o cualquier editor de imágenes estándar.
utm_campaign=16_Apr_2025"> José Alberto Lizana .