One Piece puede parecer larga, pero tiene un punto de no retorno que te enseña que la historia de Eiichiro Oda es mucho más que un simple viaje

Publicado el 27/04/2025 por Diario Tecnología
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One Piece puede parecer larga, pero tiene un punto de no retorno que te enseña que la historia de Eiichiro Oda es mucho más que un simple viaje

Aviso: Spoilers del arco de Ennies Lobby de One Piece

Si hay algo en lo que destaca One Piece a primera vista es, sin duda alguna, su cantidad de episodios. Con más de mil capítulos en emisión, la obra de Eiichiro Oda es un viaje de varios meses, y si bien empezar la serie puede ser un problema, conforme avanzas te vas adentrando poco a poco en su historia. Sin embargo, creo que hay un punto de no retorno que te "obliga" a seguir la serie hasta el final: llorar por un barco.

A lo largo de 300 capítulos, One Piece tiene varios momentos que ponen los pelos de punta: la batalla de Arlong Park, en la que Nami se da cuenta de lo que es un nakama; la pelea entre Usopp y Luffy sobre el Going Merry; o la despedida lejana pero emocionante de Vivi con los Sombrero de Paja son momentos de lo más icónicos, pero, sin duda alguna, mi punto de no retorno se encuentra al final del arco de Ennies Lobby: la despedida del Going Merry.

Antes de este momento, el Merry se había adueñado poco a poco del corazón de los espectadores, y muchos ya daban por hecho que el barco iba a acompañar a los Sombrero de Paja hasta el final de la serie, pero una vez llegó el final de Ennies Lobby, nos llega una noticia completamente inesperada: el Merry no puede más y necesita pasar a mejor vida.

Es aquí cuando, de un momento a otro, la serie nos deja con un momento que nadie se esperaba: ver al Merry ardiendo y, poco a poco, ver cómo queda en cenizas uno de los emblemas de la tripulación. Esto pudo quedar aquí, pero Oda, como buen amante de la cultura vikinga, quiso darle una despedida como se merece a este barco, y nos dejó una escena que, para mí, significó un antes y un después con esta serie.

Con tristeza, y en una lluvia de ceniza, los Sombrero de Paja escuchan a alguien hablar; es nada más y nada menos que el alma del Merry, que, antes de partir al más allá, quiso dedicarles unas últimas palabras a sus compañeros, dejando así un momento inolvidable para los fans: "Lo siento. Me hubiese gustado llevaros aún más lejos. Quería vivir más aventuras con vosotros para siempre. Muchas gracias por haber cuidado siempre de mí. He sido realmente muy feliz, y todo gracias a vosotros".

Recuerdo que antes de este momento hubo escenas que me emocionaron y me pusieron los pelos de punta, pero no fue hasta aquí cuando lloré a mares, cuando me di cuenta de que One Piece es algo más que una historia de piratas, más que una aventura por el Grand Line. Es aquí cuando muchos, incluido yo, decimos una frase que ya se ha convertido en meme entre la comunidad: "¿Es normal que llore por un barco?".

La respuesta es clara: por supuesto. El Going Merry no fue solo un navío, fue un icono para una tripulación que cada vez se ha hecho más fuerte y poderosa, y su nombre suena por todas las islas del Grand Line. El Thousand Sunny le sustituyó y es un barco que lo supera en todos los aspectos, pero hay algo en lo que el Merry le supera: su alma.

Esperemos que, con el final de la serie, Eiichiro Oda recuerde una vez más al que ha sido uno de los mejores acompañantes de la compañía, aunque sea a modo de recuerdo, ya que es y será siempre parte de la tripulación que, esperemos, haga historia en el mundo de One Piece los próximos años.

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