Magia, poder y fuego: todo sobre los dragones del universo de Dungeons & Dragons
Publicado el 27/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Pocas o ninguna bestia del imaginario de Dungeons & Dragons despiertan tanta admiración, temor y respeto como los propios dragones. Tan absurdamente poderosos como avariciosos, majestuosos en plante e incluso astutos a la hora de razonar con ellos. Lo suficiente como para guiarnos... y engañarnos. Y eso hace que su presencia se reserve para momentos muy concretos de una aventura. Por ello, muchos Dungeon Masters y jugadores los consideramos el alma mítica del juego de rol más importante del mundo. En parte por su colosal presencia, pero también por su extraordinario trasfondo.
Los dragones están muy presentes en el lore de D&D, pero van a tener un protagonismo muy especial en Dragon Delves, la inminente antología de aventuras que se publicará a partir de julio y que están diseñadas para empapar a los jugadores en sus mitos y trasfondo de una manera brillante: en sus páginas encontramos diez aventuras basadas en los dragones que permitirán que los jugadores (incluyendo primerizos y Dungeon Masters en formación) se topen e interactúen con todos los dragones cromáticos y metálicos, entendiendo más y mejor la diferencia entre ellos mientras se familiarizan con su particular carácter, el temperamento de cada variante y, por supuesto, su magia.
Cómo son los dragones de Dungeons & Dragons
Pero, claro, quizás nos estamos saltando un paso importante: ¿qué es un dragón? En los reinos de fantasía de Dungeons & Dragons son reptiles alados. Bueno, no cualquiera: se trata de criaturas mágicas con poderes innatos. Pero, claro, si te vas al Manual de Monstruos te vas a encontrar que hay muchas bestias que responden a esa descripción y, no menos importante, incluso hay criaturas que poseen sangre dracónica. ¿Es un guiverno un dragón? ¿O un Dragón Tortuga? Incluso si posee características muy similares, a efectos prácticos solo los hay de dos tipos: los Dragones cromáticos y los Dragones metálicos.
Los dragones verdaderos de los mundos de Dungeons & Dragons poseen varias características comunes. La más llamativa es su abrumadora presencia, y no me refiero a su tamaño -el cual varía en función de su edad-, pero lo que de verdad intimida es su astucia y su poder: todas las variantes de dragón poseen una inteligencia muy superior a la de los humanos, lo cual es propio tanto de su especie como algo derivado de su longevidad extrema, la cual les permite vivir más de 1.200 años y, en el proceso, evolucionar en cuatro categorías muy definidas:
categoría |
Tamaño |
Edad |
---|---|---|
Cría |
Mediano |
5 años o menos |
Joven |
Grande |
Entre 6 y 100 años |
Adulto |
Enorme |
entre 101 y 800 años |
Anciano |
Gargantuesco |
801 años en adelante |
Como ya comenté, y a diferencia de otras especies y bestias, los dragones poseen una magia innata y, por extensión, poseen la capacidad tanto de lanzar hechizos como de resistirlos. Es más, disponen de un sentido ciego que les habilita detectar a seres vivos incluso en la absoluta oscuridad. Y pese a que algunos tienen intenciones nobles y otros son de naturaleza egoísta, adoran la riqueza y detestan separarse de sus tesoros. Por ello suelen alejarse lo justo y necesario de sus guaridas.
Sin embargo, las características en común de los dragones se podría decir que casi acaban aquí: dependiendo de su naturaleza o color poseen una afinidad elemental y un arma de aliento única, pero también una forma de ser y filosofía sobre la existencia que los distingue y, a la vez, los enfrenta entre sí.
Todos los dragones de D&D: la leyenda de Bahamut y Tiamat
El origen de los dragones se remonta a los primeros días de la creación del mundo y, ya desde el principio, emergió una poderosa rivalidad entre ellos. Según cuenta la leyenda, dos familias de dragones compartieron una fuerte hostilidad mutua desde prácticamente los inicios de su existencia: los descendientes de Bahamut llamados los dragones metálicos y la estirpe de Tiamat conocida como los dragones cromáticos. De este modo:
Los dragones metálicos

Bahamut, el noble Dragón de Platino, considerada una deidad apegada a la justicia y la nobleza, transmitió sus valores a los metálicos, los de oro, plata, bronce, oropel y cobre. Su tendencia es ser benévolos y sabios, pero incluso en esa tienden a tener una noble curiosidad. La residencia de Bahamut está en los Siete Cielos del Monte Celestia, aunque a veces toma la apariencia de un campesino humano al viajar puntualmente al plano material.
De hecho, un rasgo muy singular de los dragones metálicos es que son cambiaformas y pueden adquirir aspecto humanoide o de bestia, pemaneciendo en este estado durante largos periodos de tiempo. Otros, sin embargo, también son de naturaleza tímida, pero también los hay muy sociables, traviesos y, en según que caso, están deseosos de unirse a una causa justa por la que luchar.
Dragón |
elemento |
Descripción |
Rasgo |
---|---|---|---|
Los dragones Dorados |
Aliento de fuego y Aliento debilitador |
Los más poderosos y majestuosos entre los dragones metálicos. Su vida está dedicada a acabar con el mal. |
Cuernos nasales y frontales hacia atrás. Púas flexibles en el rostro que parecen bigotes. Crestas gemelas que adornan su cuello. |
Los dragones Plateados |
Aliento gélido y Aliento paralizante |
Tremendamente amigables. Disfrutan de la compañía más que ningún otro dragón verdadero y de realizar buenas acciones. |
Brillan como si estuviesen esculpidos de metal. Ojos altos y barba de púas con una marcada cresta espinosa. |
Los dragones de Bronce |
Aliento de relámpago y Aliento repulsor |
Les fascina la guerra y toman parte por las causas justas. Habitan las costas y se suelen alimentar de plantas y peces. |
Una cresta ancalanada y estriada con cuernos que se extienden a través de ella |
Los dragones Cobre |
Aliento de ácido y Aliento ralentizador |
Bromistas y fanáticos de los acertijos. Suelen ser calmados y buenos anfitriones. Viven en las colinas |
Prominentes escamas frontales sobre sus ojos que se extienden hasta sus cuernos. |
Los dragones Oropel |
Aliento de fuego y Aliento somnífero |
Los más gregarios. Aman enormemente conversar, la luz del sol y los climas cálidos y secos. |
Poseen una amplia placa protectora desde su frente y púas que surgen de su barbilla. Sus alas poseen bordes moteados. |
Por lo general, de cara tanto al juego de rol como al universo de Dungeons & Dragons, estos tienden a ayudar a los héroes y, en caso de ser necesario, proteger a los inocentes con su poder y sabiduría. A veces suelen pasar desapercibidos mezclándose en las zonas habitadas como humanos o bestias pacíficas y otras son directamente tímidos, pero, de vez en cuando, su sabiduría y nobleza les delata.
Los dragones cromáticos

La cruel y pentacéfala Tiamat, Diosa de los dragones cromáticos, a la cual es fácil reconocer por sus cinco cabezas, vive en el Averno (la primera capa de los Nueve Infiernos) y pese a su hostilidad tiene la capacidad de otorgar conjuros a quien la adora. Tiene la profunda convicción de que el multiverso y todas sus riquezas acabarán siendo suyos.
Tiamat hizo a los dragones rojos, azules, verdes, negros y blancos. Son ególatras, de naturaleza maligna y se los distingue por sus intenciones y por que su aspecto muestra los colores más intensos. Son malvados, agresivos y muy territoriales. Es más, su principal motivación es la codicia.
Dragón |
elemento |
Descripción |
Rasgo |
---|---|---|---|
Los dragones Rojos |
Aliento de fuego |
Tan codiciosos como poderosos. Viven en las montañas. Son iconos de Dungeons & Dragons |
Cuernos curvados hacia atrás, cresta ondulada y olor a sulfuro. Hocico con forma de pico |
Los dragones Negros |
Aliento Ácido |
Astutos y crueles. Tienden a vivir en pantanos fétidos y ruinas |
Sus rasgos parecen una calavera con púas. Poseen dos cuernos curvos y negros |
Los dragones Azules |
Aliento de relámpago |
Vanidosos y territoriales, dominan los desiertos |
Orejas onduladas y un enorme cuerno estriado sobre su cabeza |
Los dragones Verdes |
Aliento venenoso |
Manipuladores y taimados. Por lo general habitan en los bosques. |
Mandíbula curvilínea y carecen de orejas. |
Los dragones Blancos |
Aliento gélido |
Poco inteligentes y más primitivos y crueles. Viven en lugares de clima frío |
Más pequeños y con una cresta con púas |
De hecho, las guaridas de los dragones cromáticos son verdaderamente peligrosas y se suelen ubicar en localizaciones ignotas. Siempre a juego con su carácter suele ser feroz y traicionero. Y no lo vamos a negar: muchas de las más grandes aventuras suelen tener a un dragón cromático implicado. Incluso como gran villano. Por eso los aventureros veteranos suelen adentrarse en ellas en busca de desafíos y riquezas.
Otros tipos de dragones del universo Dungeons & Dragons
Pese a que los dragones metálicos y cromáticos son considerados como los verdaderos, como ya comentamos existe una amplia variedad de bestias que son consideradas criaturas asociadas a la sangre draconiana. De hecho, dentro del mismo nivel tenemos a los Dragones gema, que son neutrales y usan poderes psiónicos. Y pese a que son mucho menos comunes, siguen siendo fascinantes.

Otro buen ejemplo es el Dragón Feérico, cuyo tamaño y rasgos no son muy diferentes al de un gato con alas de mariposa. Son amistosos, traviesos y su color cambia con la edad, pasando de rojo a naranja, luego a amarillo, verde, azul, añil y, a partir de los 51 años o más, pasando a ser violeta. Tienen algo de telepatía pero lo más interesante es que si lo desean pueden volverse invisibles.
En el extremo opuesto a los anteriores tenemos a los Dragones tortuga, considerados las criaturas más peligrosas de los océanos. Colosales en tamaño y poder, poseen Aliento de vapor y conservan el gusto por amasar riquezas, aunque su rasgo más distintivo son los caparazones que les dan su nombre.
Menciones muy especiales especies que podríamos considerar mutadas, como los Dragoliches, que son auténticos dragones que han sido sometidos a energía nigromántica gracias a un ritual con otro dragón y un grupo de magos, siendo el equivalente a muertos vivientes; o los Dragones sombríos que directamente nacieron en el Shadowfell o pasaron demasiados años en sus confines y fueron "reforjados" en sus sombras perdiendo su brillo y adoptando un color parecido al del carbón.
Como es natural, en un mundo de fantasía, magia y espadas como Dungeons & Dragons siempre hay margen para que surjan o se descubran nuevas especies o se expanda lo ya conocido hasta la fecha. Porque el juego de rol más importante del mundo tiene toneladas de reglas, pero sus posibilidades, alentadas por la propia imaginación y las ganas de aventura, son muchísimo mayores.
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