La industria de la IA se ha convertido en una especie de 'Juego de Tronos'. Y eso revela una verdad preocupante para su futuro

Publicado el 04/07/2025 por Diario Tecnología
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La industria de la IA se ha convertido en una especie de 'Juego de Tronos'. Y eso revela una verdad preocupante para su futuro

Sam Altman, CEO de OpenAI, debe estar tirándose de los pelos. En los últimos días Mark Zuckerberg, CEO de Meta, "se ha colado en su casa" y le ha robado nada menos que siete de sus ingenieros más valiosos. Lo ha hecho con la táctica más vieja del mundo.

El dinero.

De hecho, los movimientos de Meta han sacudido los cimientos de la industria de la IA, porque no ha parado de gastar verdaderos dinerales con el objetivo de contratar todo el talento de IA que ha podido.

La situación ha convertido a esos ingenieros en las nuevas superestrellas de Silicon Valley, con sueldos absolutamente estratosféricos que están ligados a la eterna promesa de que la IA acabará cambiando el mundo.

Meta lo está apostando todo a esa creencia, y ha decidido ir a por todas gastando fortunas descomunales no ya en centros de datos, sino en talento. Resumamos:

  • Según el propio Altman, la empresa de Zuckerberg ofreció bonos iniciales de 100 millones de dólares —aunque no eran exactamente eso— a algunos talentos específicos de IA para que ficharan por Meta. Las ofertas de hecho llegan a los 300 millones de dólares en cuatro años según Wired.
  • Varios de los ingenieros "tentados" por Meta han acabado aceptando esas ofertas millonarias. Según un comunicado interno del propio Zuckerberg, ha habido 11 ingenieros que han fichado por Meta. Siete provienen de OpenAI, tres de Google y uno de Anthropic.
  • Meta ha pagado además 14.900 millones de dólares por un 49% de participación en ScaleAI, pero sobre todo por fichar a Alexandr Wang, su CEO, que ahora coliderará la nueva división de superinteligencia de Meta.
  • También han fichado a Nat Friedman, exCEO de GitHub, que coliderará esa nueva división junto a Wang.
  • Y acaban de fichar a Daniel Gross, que cofundó Safe Superintelligence junto a Ilya Sutskever hace tan solo unos meses.
  • Para esos dos últimos fichajes Meta ha ofrecido comprar una participación del 49% en el fondo de capital riesgo de Friedman y Gross, llamado NFDG. Se desconoce el valor de la operación.

Bienvenidos al Juego de Tronos de la IA

Los últimos movimientos no son más que una confirmación de la voracidad de Zuckerberg, que se ha movido rápido y con ese irresistible anzuelo de los cheques (casi) en blanco. Y mientras, sus competidores han quedado expuestos a una realidad:

Que la IA se ha convertido en un 'Juego de Tronos'.

Esta industria está viendo desde sus comienzos idas y venidas notables. Al principio, no obstante, esos movimientos internos estaban motivados por las diferencias, visiones o ambiciones personales. Ahora muchas parecen motivadas sencillamente por el dinero.

Así, vimos como dede sus orígenes OpenAI fue convirtiéndose en una nueva "PayPal Mafia" de la que surgían nuevas startups de IA. Esos primeros movimientos tenían mucho que ver con una sencilla razón: algunos confudadores y empleados de OpenAI no soportaban a Altman o no compartían su visión. Y así fue como vimos varias startups destacadas derivadas de esas tensiones:

Sin embargo todos ellos abandonaron en barco de OpenAI no tanto por dinero —que probablemente también— como por apostar por otra visión diferente. De esas dimisiones "morales" hemos pasado a dimisiones absolutamente mercenarias en las que el dinero —y no la misión o visión de la empresa— es el claro factor del movimiento.

Eso ha hecho que como dijo Altman recientemente, haya dos bandos: el de los misioneros —aquellos fieles a las empresas en las que iniciaron su carrera, y que creen en su visión y objetivos— y los mercenarios que se venden al mejor postor. Y según Altman, "los misioneros vencerán a los mercenarios".

El caso de Sutskever, que confirmaba ayer la noticia, es especialmente doloroso, porque ahora se queda sin su principal compañero de aventura —Daniel Gross—. La startup de Sutskever es, como en el caso de la de Murati, un absoluto misterio: no tienen producto visible, pero aun así han conseguido rondas de inversión extraordinarias.

Se filtró de hecho que Zuckerberg llegó a hacerle una oferta a Sutskever para comprar su startup, valorada en 32.000 millones de dólares. El propio Sutskever pareció confirmar esa información diciendo que "nos sentimos halagados por su atención, pero esamos centrados en nuestro trabajo".

Las traiciones apuntan a una realidad incómoda: la IA es, sobre todo, humo

Estos movimientos hablan de un problema más profundo en la industria de la IA: aquellos que pueden están tratando de hacer su particular agosto, porque no está nada claro que las promesas y la expectación generada por estas empresas acaben convirtiéndose en una realidad.

El ejemplo más claro lo tenemos en el caso reciente de Daniel Gross, cofundador junto a Sutskever de Safe Superintelligence. En su mensaje confirmando la noticia de la partida de su socio, Sutskever aseguraba que "tenemos [los recursos de] la computación, el equipo y sabemos qué hacer. Juntos seguiremos construyendo una superinteligencia segura".

Está claro que Daniel Gross sabía lo mismo que sabe Sutskever sobre el progreso de ese trabajo, así que, si tenían tan claro el objetivo y sabían cómo lograrlo, ¿por qué cambiar de bando? ¿Si alguien supiera que iba a ganar la carrera con su coche, lo cambiaría por otro simplemente porque le pagan por hacerlo?

No tiene sentido. Y eso nos habla de la gran verdad del mundo de la IA: que a pesar de todas esas expectativas y de todo ese dinero, nadie sabe a ciencia cierta si esta tecnología cambiará el mundo como muchos creen que lo cambiará.

Pero mientras tanto, los mercenarios se aprovecharán de ello.

Ya lo dijo Quevedo. Poderoso caballero es don Dinero.

Imagen | Max

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