La generación Z pasa de llamar 'jefe' a sus superiores. No solo no es un problema, sino que es una buena idea

Publicado el 22/03/2025 por Diario Tecnología
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La generación Z pasa de llamar 'jefe' a sus superiores. No solo no es un problema, sino que es una buena idea

Mi padre (un señor de 68 años) acostumbra a llamar de usted a la gente desconocida y especialmente, a aquellas personas mayores que él. Tampoco le falta el 'don', que reserva para ocasiones especiales como por ejemplo dirigirse a un médico (masculino no genérico). Según mi padre, es una cuestión de respeto y la verdad, sé que es algo generacional porque lo veo en mucha gente de su edad.

Ya entre mi generación millennial era algo en extinción, pero en la generación Z directamente ya no existe. Hay más fluidez en general, tanto en la calle como en el trabajo, si bien es cierto que la última generación en llegar al entorno laboral está rompiendo corsés y reglas no escritas.

La generación Z tiene una relación curiosa con sus jefes: hay quien opta por hacerles ghosting y no presentarse al primer día de trabajo, pero si lo hacen y tienen opciones de ascender, lo de convertirse en mandos intermedios tampoco va con ellos, supone mucho estrés y poca gratificación. Pero es que la gente más joven de la oficina ni siquiera llama jefes a sus jefes. Y no pasa nada.

No es una falta de respeto, sino la consecuencia de un cambio de dinámicas

La generación Z está transformando el entorno laboral para lograr unas interacciones profesionales más relajadas e igualitarias, lo que por supuesto implica dejar a un lado fórmulas clásicas jerárquicas como el socorrido 'jefe' para referirse a sus superiores, lo puede escocer entre trabajadores senior que ostentan cargos más altos, que lo ven poco serio e incluso irrespetuoso. Sin ir más lejos, esta publicación de LinkedIn sobre este tema ha arrasado en comentarios de todo tipo y visionados.

A favor de la generación Z cabe destacar que esta se ha incorporado a un mundo laboral tan digitalizado que diferentes rangos comparten espacios, teniendo acceso y voz, de modo que es posible interactuar con superiores de forma regular y en escenarios informales.

Hay jefes que consideran que esta forma de relacionarse de la Generación Z es una falta de reconocimiento del estatus, pero no es más que la consecuencia de un cambio cultural que refleja valores y expectativas laborales. Y bien entendida y aprovechada por sus managers puede servir para fortalecer grupos de trabajo.

Como explican en MSNBC, muchas personas de la GenZ entienden la dinámica laboral como una red de colaboración en lugar de una cadena de mando, prefiriendo líderes accesibles frente a aquellos autoritarios. Así, la autoridad no se tiene simplemente por ostentar un cargo, sino por ser competente, transparente y abierto a reconocer errores. En cuanto al respeto, sobreentienden que debe ser algo ajeno al cargo y mutuo.

Ojo porque esto no es exclusivo de la gente más joven: un estudio confirma que para ser feliz en el trabajo es más importante tener un buen jefe que estar en una buena empresa y las cualidades listadas para serlo coinciden: el autoritarismo en el liderazgo hace mucho que pasó de moda. Ahora se llevan jefes que inspiren, empoderen y enseñen. Habrá superiores a los que esta actitud desagrade, pero tendrán que ir acostumbrándose: en 2030 la Generación Z constituirá el 74% de la gente trabajadora, según Forrester.

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Portada | Foto de Brooke Cagle en Unsplash Foto de Tima Miroshnichenko en Pexels

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