La compañía de IA Perplexity ha puesto sobre la mesa una oferta por Google Chrome de 34.500 millones: el doble de su propio valor
Publicado el 12/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Perplexity, una de las grandes compañías del sector de la IA, desarrolladora del modelo de lenguaje Claude, ha presentado a Alphabet una oferta de 34.500 millones de dólares para comprar el navegador Google Chrome. La compañía asegura que cuenta con compromisos de financiación de grandes fondos de capital riesgo para cubrir la operación al 100%.
La magnitud de la oferta llama la atención por dos motivos:
- Supera con creces la valoración de la valoración de la propia Perplexity (en la actualidad, de unos 18.000 millones de dólares).
- Sitúa a Chrome en la parte media de las estimaciones de valor que circulan desde hace años (20.000–50.000 millones). Para calibrar la oferta, debe tenerse en cuenta que Chrome ronda los 3.500 millones de usuarios y supera el 60% de cuota del mercado global de navegadores.
Por qué ahora: el telón de fondo antimonopolio
El Departamento de Justicia de EE. UU. demandó a Google en 2020 por prácticas monopolísticas en búsqueda, lo que desembocó en que, hace unos meses, el juez federal Amit Mehta determinó que Google mantenía un monopolio ilegal: antes de que termine el año, debe decidir las medidas que se impondrán a la compañía para solventarlo.
Entre las opciones se baraja —aunque los analistas la ven poco probable— la de forzar la venta de Chrome para abrir la competencia en búsquedas. Google, por su parte, ha defendido que una desinversión dañaría su negocio y elevaría riesgos de seguridad, y ha adelantado que recurrirá el fallo.
En este contexto, Perplexity vende su oferta como una vía para dar forma a una solución que priorice el interés general, colocando Chrome en manos de un "operador independiente y capaz".
Escenarios legales a corto y medio plazo para Google
- Sin venta, pequeños 'parches' al problema: Lo más probable, según los analistas. Eso se traduciría en cambios en acuerdos de exclusividad, más libertad para que otros buscadores compitan como opción por defecto y posibles obligaciones de compartir ciertos datos. Google apelaría para dilatar plazos.
- Venta forzosa de Chrome: Un escenario “limpio y elegante”, en palabras que el propio tribunal llegó a considerar, pero difícil. La oferta de Perplexity sirve, en parte, para señalar al juez que hay comprador si opta por la vía estructural.
- Vía intermedia: Mantener Chrome en Google pero con restricciones (p. ej., en pagos por ser buscador por defecto) y obligaciones de interoperabilidad o datos hacia rivales.
Pero, ¿qué propone exactamente Perplexity?
Según lo trascendido, la propuesta incluye varios compromisos de continuidad:
- Mantener Chromium (el proyecto abierto en el que se basa Chrome) y su soporte.
- Conservar Google como buscador por defecto en Chrome (el usuario podría cambiarlo).
- Inversión de 3.000 millones de dólares en dos años para Chrome y Chromium, y absorción de una parte sustancial del equipo de Chrome.
- No realizar "modificaciones sigilosas" y priorizar la estabilidad para usuarios y anunciantes.
- Oferta en efectivo, sin dar participación a Google para evitar fricciones antimonopolio.
Respecto a la financiación, se habla de "múltiples fondos" dispuestos a respaldar la transacción en su totalidad, un punto sensible dado que el cheque supera con mucho la valoración de la propia Perplexity.
¿Es viable?
- Cuando la billetera es mucho mayor que el pagador: pagar 34.500 millones cuando vales 18.000 millones exige una ingeniería financiera compleja y una tesis de retorno muy sólida.
- Costes de operación: Chrome es gratis para el usuario, pero mantenerlo no lo es. Históricamente, su desarrollo se ha apoyado en el negocio publicitario de Google (y en el uso de datos). ¿Podría un nuevo propietario sostener ese nivel de inversión sin el mismo motor de ingresos?
- Modelo de negocio: Y, si el navegador se mantiene gratuito, ¿qué vía de monetización lo sostendría? ¿Suscripciones? ¿Alianzas? ¿Publicidad propia? Las preguntas siguen abiertas.
- Reglas y compatibilidad: Perplexity promete no tocar el buscador por defecto y dejar a Google ahí, lo que atenúa temores de disrupción inmediata, pero también limita las sinergias más obvias para una compañía basada en el uso de tecnologías de IA.
Google vs. Perplexity
Como decíamos antes, Google no ha mostrado voluntad de vender Chrome y se ha mostrado dispuesta a combatir en los tribunales cualquier intento de forzarle a hacerlo. En cualquier modo, no es la primera vez que asoma el interés externo: otras firmas de IA han coqueteado con la idea de comprar Chrome, si bien ninguna había dado un paso tan visible como Perplexity.
Por otro lado, la propia Perplexity, además, acaba de lanzar su navegador Comet, integrando más IA en la experiencia web (¿está dispuesta la compañía a tirar a la basura su nuevo navegador? ¿O piensa hacerse la competencia?); y se enfrenta a demandas de dos filiales de News Corp (matriz del Wall Street Journal), lo que añade ruido regulatorio y reputacional a la operación.
Cómo afectaría a los usuarios y a la WWW
- Mercado publicitario: Chrome es una pasarela crítica hacia la búsqueda y la publicidad de Google. Mover esa palanca —aunque se mantenga Google por defecto— alteraría negociaciones, estándares y cronogramas (por ejemplo, en materia de cookies o APIs de privacidad).
- Competencia en buscadores: si el juez forzara la venta, romper el vínculo Chrome–Google podría "limpiar" el terreno competitivo más que otras medidas parciales (como limitar pagos por ser el buscador por defecto), aunque no hay consenso y los analistas ven poco probable esta desinversión extrema.
- Desarrolladores y estándares: mantener Chromium sano es vital para todo el ecosistema (incluidos los muchos navegadores derivados, como Edge y Brave). El compromiso de inversión de Perplexity es relevante, pero el mercado querrá ver hojas de ruta y capacidad de ejecución.
Vía | Wall Street Journal
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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