Hacerse una infusión con hojas de olivo suena muy bien y saludable. La ciencia tiene bastante más dudas al respecto

Publicado el 25/01/2025 por Diario Tecnología
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Hacerse una infusión con hojas de olivo suena muy bien y saludable. La ciencia tiene bastante más dudas al respecto

El aceite de oliva es un ingrediente fundamental en la dieta Mediterránea. España es uno de los grandes productores que, durante años, se centró en ser un gran productor mundial de aceite de consumo, dejando a Italia las altas gamas. Eso cambió hace unos meses, pero claro: además de las olivas o aceitunas, tenemos que hablar de subproductos, como el hueso o las hojas. Con ellas, podemos hacer infusiones, comprar pan con hojas incrustadas y en los herbolarios y marcas se citan sus múltiples beneficios.

Pero la ciencia no se hace sola, y unos investigadores han puesto a prueba estas propiedades de las infusiones de hoja de olivo.

Oleuropeína. Todos esos supuestos beneficios de las infusiones de la hoja del olivo vienen de la mano de un antioxidante llamado oleuropeína. Se trata del componente fenólico mayoritario de la pulpa de las aceitunas verdes y es el que otorga cierto sabor amargo en los aceites de oliva virgen extra. Resulta que también es un componente principal de las hojas del olivo.

En 2011 se realizó un estudio y se afirmó que este antioxidante podía mostrar efectos antifibróticos y antiinflamatorios. Lo interesante es que la concentración de oleuropeína depende del color de la hoja: cuanto más verde, más oleuropeína contiene, por lo que las hojas recolectadas en primavera tienen unos niveles más altos en comparación a las recogidas en otra época del año.

Los estudios. Esas propiedades como antioxidante, nos ha llevado a consumir las hojas en forma de infusión, pero… ¿son realmente seguras y saludables? En The Conversation podemos ver dos estudios recientes. Uno de ellos, de 2022, combinó datos de 12 estudios experimentales en los que participaron 819 personas, llegando a la conclusión de que el extracto de hoja de olivo (administrado en cápsulas con dosis de entre 500 miligramos y 5 gramos durante periodos de seis a 48 semanas) mejoró factores de riesgo de enfermedades cardíacas y reduciendo la presión arterial.

Datos. En personas con la presión arterial alta, los efectos fueron mayores. En un estudio más reciente, de 2024, se volvieron a estudiar datos de otros estudios experimentales con una muestra de 703 participantes. Las dosis fueron esta vez de entre 250 y 1.000 mg -mucho menores-, administradas en cápsulas o incorporadas al pan.

Algunos de los participantes tenían la presión arterial alta y sobrepeso, pero otras estaban en parámetros sanos. Se observaron beneficios significativos en el control de la glucosa en sangre y una reducción de la presión arterial, pero cuando todos los datos se cruzaron, no se apreciaron efectos significativos y se indicó que era necesario seguir investigando.

Niveles seguros. En estos casos, estamos hablando de un “la hoja del olivo puede” mejorar el efecto hipotensor, ya que, como decimos, no es una certeza y hay que seguir investigando. Pero algo en lo que parecen coincidir los estudios es que, una suplementación diaria de este extracto, con dosis de un gramo al día, no tiene efectos adversos ni contraindicaciones.

Lo que sí se señala en otros estudios es que sería bueno que mujeres embarazadas y lactantes eviten el consumo, ya que no se ha comprobado la eficacia y seguridad durante esta fase.

Toxicidad. Es interesante, sin embargo, que se han reportado algunos casos de agresividad tras el consumo excesivo. Se sospecha que una dosis elevada, de 85 mg/kg de peso corporal, es tóxica, provocando un evento similar al de un exceso de dopamina, llevando a una mujer de 67 años a un comportamiento agresivo.

Esta mujer tomó 5,5 gramos de hoja de olivo seca al día para tratar la fiebre del heno, experimentando cambios en el estado de ánimo y el citado comportamiento agresivo tras la ingesta. Los investigadores piensan que el culpable es el hidroxitirosol, un componente del extracto de la hoja del olivo que tiene una estructura similar a la dopamina, alterando los niveles. No deja de ser un caso aislado, pero ahí está.

Cabeza. Por tanto, que se venda hoja de olivo para hacer infusiones no es negativo, pues los efectos como antioxidante en nuestro organismo están ahí, pero es importante lo de siempre: tener cabeza y sentido común para no automedicarse con fármacos químicos… o con remedios naturales.

¿Son saludables? Parece que sí, en pequeñas dosis, pero desde luego no sustituyen medicamentos y tratamientos formulados por los profesionales. Y, si se quieren tomar como complemento, se puede hacer infusionada, pero también en batidos o como complemento de ensaladas y pan.

Imágenes | Júlio Reis, Bea.miau

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