En una base de la Antártida hay nueve científicos y un acusado grave. El problema: están tan lejos que no los van a evacuar

Publicado el 20/03/2025 por Diario Tecnología
Artículo original

En una base de la Antártida hay nueve científicos y un acusado grave. El problema: están tan lejos que no los van a evacuar

En 1982 el maestro del cine John Carpenter nos hizo sentir la otra cara de la moneda del aislamiento gélido en una estación de investigación en la Antártida. A través de la ciencia ficción nos hablaba en 'The Thing' de la psique humana en condiciones tan propicias para la paranoia y el conflicto. Por eso, cuando en 2018 se dio una historia violenta real en una estación rusa, las miradas volvieron al clásico. Algo parecido está volviendo a ocurrir en la zona. Hay nueve investigadores y un acusado y, como casi siempre, sin posibilidad de salir.

Investigación. Febrero de 2025. Al gobierno de Sudáfrica le llega un primer informe, un reporte donde hay una acusación grave entre el equipo de nueve investigadores destacados que tienen en la base antártica Sanae IV. Además, la acusación surge menos de un mes después de que el equipo partiera de Sudáfrica para una misión de 13 meses de duración.

Según filtraciones, una de las víctimas habría enviado un correo electrónico al gobierno describiendo el ataque, la conducta preocupante del agresor y amenazas directas contra su vida. No obstante y hasta ahora, el gobierno no ha confirmado de manera independiente el contenido del mensaje ni ha dado detalles sobre la identidad del acusado o la víctima.

Decisión gubernamental. En las últimas horas, el gobierno de Sudáfrica ha tomado una decisión clave: ha decidido no evacuar a ningún miembro tras investigar las denuncias de agresión física y acoso sexual ocurridas en la estación.

Dion George, ministro de Medio Ambiente, afirmó al New York Times que la situación está en estos momentos "bajo control", que el presunto agresor ha mostrado arrepentimiento y que se ha activado un protocolo de mediación con el apoyo de psicólogos. Sin embargo, el verdadero problema se encuentra en la distancia extrema (más de 4.300 km hasta Ciudad del Cabo), y las condiciones del entorno, las cuales han complicado la investigación, dejando muchos interrogantes sobre la seguridad y bienestar del equipo.

Antártida: un ambiente inhóspito. La base Sanae IV es una de las muchas instalaciones científicas en la Antártida donde los investigadores deben convivir durante meses en aislamiento extremo, sin posibilidad de abandonar el lugar debido a las severas condiciones climáticas.

El entorno hostil, con temperaturas extremas, tormentas de hielo y meses de oscuridad total, hace que cualquier conflicto interpersonal se amplifique de manera peligrosa, ya que las víctimas no pueden alejarse de sus agresores ni buscar ayuda inmediata.

S La estación Sanae IV

Los casos recientes. Lo decíamos al inicio: el problema de conductas inadecuadas y violencia en bases científicas antárticas no es nuevo. A comienzos del nuevo milenio la geóloga Jane K. Willenbring denunció haber sido acosada sexualmente durante una expedición, aunque solo presentó la queja en 2016 tras obtener estabilidad profesional.

Quizás el caso más sonado de todos ocurrió en 2018, cuando un investigador en una estación rusa apuñaló a un colega, en lo que se describió como un colapso emocional debido a la presión del aislamiento. Un año antes, en una base sudafricana, un investigador destruyó el ordenador de otro con un hacha por una disputa amorosa. Incidentes todos que reflejan la complejidad psicológica del aislamiento prolongado y los desafíos que enfrentan las autoridades para supervisar la conducta de los equipos desplegados en la región.

¿Y la ley? Lo contamos hace unos años. Dada la ausencia de instituciones autónomas efectivas, y teniendo una población tan diminuta y de carácter científico, solo nos podemos remitir al Tratado Antártico  que se firmó  a mediados del siglo XX por 53 países, el mismo que establece que cada malhechor será juzgado en función de la jurisdicción de su país de origen. Por supuesto, tampoco  hay fuerzas del orden o figuras judiciales reales.

El dilema logístico. Es la gran pata a dilucidar. Uno de los factores clave en la decisión del gobierno sudafricano de no evacuar a nadie radica en la logística y el funcionamiento de la base. En invierno, las tormentas de hielo hacen imposible cualquier evacuación sin un alto riesgo para toda la tripulación. Además, cada miembro del equipo desempeña un rol esencial para mantener la estación operativa, y la falta de personal podría dejar inutilizable la base, una infraestructura crucial para la investigación científica de Sudáfrica en la región.

Según Dawn Sumner, profesora de la Universidad de California, retirar a una sola persona no es viable sin afectar la estabilidad del equipo y la operatividad de la estación. Plus: la estructura física de la base Sanae IV limita la posibilidad de aislar completamente al agresor de los demás.

Protocolos y prevención. Para evitar incidentes, los investigadores que viajan a la Antártida son sometidos a procesos de selección rigurosos similares a los de astronautas, donde se evalúan habilidades técnicas, historial psicológico, antecedentes médicos y capacidad de convivencia. Así todo, incluso con estos filtros, los problemas de convivencia en entornos extremos siguen siendo una amenaza constante.

A este respecto, el ministro George aseguró que, al momento de la partida del equipo en febrero, no se detectó ningún problema en la evaluación de los miembros. Sin embargo, los hechos recientes sugieren que los protocolos actuales podrían no ser suficientes para prevenir este tipo de incidentes en misiones de largo plazo.

Plus: el invierno. A pesar de la aparente calma actual, los expertos advierten que lo peor aún está por venir. Los meses de julio y agosto traerán la oscuridad total y temperaturas aún más extremas, lo que podría intensificar las tensiones dentro del equipo y aumentar los riesgos psicológicos. Como destacaba en el Times la profesora Sumner, "todavía no ha llegado la oscuridad, y ya están enfrentando estos problemas", lo que sugiere que la situación podría deteriorarse aún más.

Con este caldo de cultivo, la combinación de aislamiento, condiciones climáticas extremas y los conflictos interpersonales sin posibilidad de escape, hacen de este un caso de alto riesgo. Mientras Sudáfrica insiste en que todo está bajo control, el historial de violencia en bases antárticas y las limitadas opciones de respuesta generan preocupación sobre el bienestar del equipo en los meses venideros.

Imagen | NASA, Ross Hofmeyr

En Xataka | Vodka, soledad, frío: la historia del intento de asesinato que sacudió a la comunidad científica en la Antártida

En Xataka | En 1940 EEUU ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por Groenlandia. La NASA ha encontrado la razón: una ciudad secreta

utm_campaign=20_Mar_2025"> Miguel Jorge .