En 2008, Apple retiró de su tienda una aplicación que costaba 999 dólares. Su única función era mostrar una gema roja para presumir de ser rico
Publicado el 13/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Hay muchas formas de demostrar que eres rico. Un buen coche, una buena casa, un reloj de lujo... En 2008, alguien pensó que también podía ser con una aplicación. Pero para entender esta historia, hay que volver a una época donde pagar por una aplicación era algo bastante nuevo.
Julio de 2008. La App Store acababa de nacer y nadie sabía muy bien qué hacer con ella. El iPhone llevaba apenas un año en el mercado, y la idea de pagar por software en un teléfono era algo inaudito para la mayoría de las personas.
Las aplicaciones más populares eran simuladores de mecheros, otras con las que parecía que bebías una cerveza inclinando el iPhone, o sonidos de pedos. La gente descargaba cualquier cosa por curiosidad. Pero había algo que molestaba a algunos usuarios: el precio. La gente se quejaba cuando una aplicación costaba más de un dólar. Para muchos, pagar por software móvil seguía siendo un concepto extraño.
¿No quieren pagar 0,99? Pues crearé una de 999 dólares.
Armin Heinrich, un desarrollador alemán, estaba harto de escuchar estas quejas sobre los precios. Así que decidió darles una lección que nadie olvidaría: I Am Rich. Una aplicación que costaba 999 dólares (799 euros) y que hacía literalmente nada útil.
La descripción de la app era honesta: "una obra de arte sin función oculta alguna". Al abrirla, aparecía una gema roja brillante. Si la presionabas, una voz decía: "I am Rich, I deserv it, I am good, healthy and successful!" Si quieres verla en acción, alguna persona todavía la conserva en sus viejos dispositivos y lo ha subido a YouTube.

Heinrich le dijo al New York Times que "la aplicación es una forma de arte, no esperaba que la gente la comprara". Su mensaje era claro: si te quejas por pagar un dólar, aquí tienes algo que sí que es caro.

Heinrich pensó que nadie compraría su aplicación, pero se equivocó. Ocho personas la compraron en las primeras horas: seis estadounidenses y dos europeos. La mayoría afirmó haberla comprado por error.
Una de las reseñas más desesperadas decía:
Vi esta aplicación con algunos amigos y, en broma, hicimos clic en 'comprar', pensando que era una broma... Llamé a mi tarjeta Visa y verificaron que me habían cobrado 999,99 dólares. Esto no es una broma. No compren esta aplicación.
La aplicación duró exactamente 24 horas en la App Store. El 6 de agosto de 2008, Apple la eliminó sin dar explicaciones. Los medios la habían destrozado, calificándola como "estafa" y "timo fraudulento".
Heinrich ganó 5.600 dólares (Apple se quedó con 2.400 en comisiones), pero la empresa reembolsó a dos compradores que habían comprado la app por error. El desarrollador admitió que se alegraba: "No quiero cobrar dinero de personas que lo hicieron por accidente".

En 2025 seguimos teniendo aplicaciones a 999 dólares
Si aquello de 2008 nos pareció una broma, y de hecho lo fue, la realidad es que en 2025 hay más de una aplicación a 999 dólares o euros. Es más, ahora podrían costar aún más caro, porque Apple subió el límite hasta los 10.000.
Lo que Heinrich hizo como protesta se ha convertido en un mercado real. En 2022, Apple decidió que los desarrolladores necesitaban más flexibilidad en los precios y expandió las opciones desde 0,29 euros hasta 10.000 euros, con 900 puntos de precio diferentes. Ya no hay excusa para quejarse de que una aplicación cuesta un dólar.
Pero lo más curioso es que algunas de las aplicaciones más caras de hoy cuestan exactamente lo mismo que "I Am Rich": 999,99 dólares. La diferencia es que ahora sí hacen algo útil.
CyberTuner es el ejemplo perfecto. Cuesta exactamente lo mismo que la gema roja de Heinrich, pero en lugar de mostrar una piedra brillante, afina pianos profesionales. Los afinadores la consideran una inversión porque sustituye equipos que cuestan entre 3.000 y 5.000 euros. Utiliza tecnología patentada desarrollada durante más de 25 años. Incluye hasta una suscripción adicional llamada CyberCare que cuesta otros 94,99 euros al año.

Archipad Classic cuesta 799,99 euros y convierte tu iPad en una herramienta completa de gestión de proyectos de construcción. Incluye gestión completa de proyectos, colaboración en tiempo real con equipos grandes, integración con AutoCAD y seguimiento de presupuestos.

Apple también apostó fuerte por traer juegos AAA a móviles con precios de consola. Resident Evil 4 Remake cuesta 69,99 euros siendo uno de los más caros también de la App Store.

Pero no todas las aplicaciones de ostentación han sobrevivido. VIP Black, que llegó a costar 999,99 euros y requería demostrar un patrimonio superior a 1 millón de euros para acceder a servicios exclusivos, ya no está disponible en la App Store.
Abu Moo Collection, que costaba 2.100 euros por seis compras in app que solo mostraban piedras preciosas virtuales, también desapareció. Most Expensive Calculator, una calculadora de 649,99 dólares que hacía las mismas operaciones que la gratuita del iPhone, corrió la misma suerte.
La diferencia entre 2008 y 2025 es que ahora sabemos exactamente lo que estamos comprando. Heinrich demostró que la gente pagaría cualquier precio por estatus digital. Diecisiete años después, no solo tenía razón, sino que subestimó completamente el mercado. Su broma de mil dólares ahora parece conservadora en un mundo donde puedes pagar 10.000 euros por una aplicación.
Imagen portada | Freepik
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