El salto del iPhone a los 200 megapíxeles está hoy algo más cerca. La razón tiene un nombre inesperado: Donald Trump
Publicado el 08/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Apple nunca ha sido de las primeras en sumarse a la llamada "guerra de los megapíxeles". Mientras otros fabricantes corrían hacia sensores cada vez más grandes, Cupertino mantuvo su ritmo: 8 megapíxeles durante años, después 12 megapíxeles, y con el iPhone 14 Pro el salto a 48 megapíxeles. Además, este año por fin veremos la triple cámara de 48 megapíxeles en el iPhone 17 Pro.
Pero como siempre en Apple, la clave está en mirar al futuro. Hace poco hablábamos de una patente que tienen para desarrollar sus propios sensores que funcionarían como el ojo humano. Con calidad comparable a cámaras de 100.000 euros. La incógnita estaba en quién iba a fabricar estos sensores, porque una cosa es que Apple tenga los diseños y las patentes, y otra muy distinta es quién los fabrique. Como pasa con los procesadores: Apple los diseña, pero otros se los fabrican.
A todo esto se suma lo que ha conseguido Donald Trump: atraer la fabricación de Apple al territorio estadounidense. Ya hemos visto que todos los cristales protectores de pantalla del iPhone y Apple Watch del mundo van a venir de Estados Unidos. Pero hay otra alianza que es más sorprendente que la anterior: entre dos tradicionalmente enemigos, o al menos de cara al público. Samsung y Apple.
Porque la realidad es que Samsung ya colabora con Apple en memorias RAM e incluso las pantallas. De hecho, la pantalla del iPad Pro M4 la fabrica Samsung junto con LG. Y ahora van a colaborar más estrechamente que nunca. Donald Trump ha conseguido algo que en teoría parecía imposible: primero, que Apple fabrique más en Estados Unidos, y segundo, que cuente más con Samsung.
Apple y Samsung: una alianza escrita en Texas
El acuerdo entre Apple y Samsung para fabricar sensores de cámara en Texas es mucho más que un simple cambio de proveedor. Estamos hablando de una colaboración que va más allá de las cámaras y puede extenderse a otros componentes críticos del iPhone.
Samsung pondrá a disposición de Apple su planta de Austin, Texas, donde su división System LSI suministrará los sensores mientras que su división de fundición se encarga de la producción en masa. Los preparativos para las pruebas iniciales ya están en marcha, siguiendo el calendario típico de Apple para validar componentes mucho antes de los lanzamientos.
Este acuerdo permite a Apple hacer exactamente lo mismo que hace con TSMC para los procesadores. Apple diseña los sensores con sus especificaciones exactas, y Samsung los fabrica según esas especificaciones. No es ir al catálogo de Samsung a escoger lo que tengan disponible, sino dar a Samsung los planos exactos de lo que Apple ha diseñado.

La producción en masa está prevista para marzo de 2026, lo que podría hacer que estos nuevos sensores lleguen a tiempo para el iPhone 18 Pro que se espera para septiembre de ese mismo año.
Hasta ahora Apple ha dependido exclusivamente de Sony para dotar los sensores del iPhone. Y a la vista están los buenos resultados: los iPhone destacan por su fotografía, aunque gran parte del mérito viene del procesado por software más que del hardware puro.
Mientras tanto, Samsung ha desarrollado una tecnología de sensores impresionante para sus propios teléfonos Galaxy. Sus sensores de 200 megapíxeles ya están funcionando en los dispositivos insignia, dándole al fabricante coreano una ventaja en la fotografía móvil de alta resolución.
Esta experiencia de Samsung no ha pasado desapercibida para Apple. Los coreanos no solo tienen la tecnología lista, sino que la han probado en condiciones reales durante años. Es exactamente lo que Apple podría necesitar para dar el salto que parece tener planeado.

El nuevo acuerdo utiliza sensores de imagen apilados de tres capas, una tecnología que permite mayor densidad de píxeles, mejor rendimiento con poca luz, velocidades de lectura más rápidas y menor consumo de energía. Todo esto apilando verticalmente múltiples capas de sensores.
iPhone 18: ¿el salto definitivo desde los 48 megapíxeles?
Este año veremos cómo Apple cierra por fin el círculo de las tres cámaras de 48 megapíxeles en el iPhone 17 Pro. Pero la pregunta inevitable es: ¿cuál será el siguiente paso?
La respuesta podría estar en un salto a los 200 megapíxeles, posiblemente para el iPhone 18. Apple podría permitirse saltar directamente porque Samsung ya tiene los sensores listos y probados. No habría que desarrollar nada desde cero, simplemente adaptarlos a las especificaciones exactas de Apple.
Estaríamos hablando de más de cuatro veces la resolución actual de los iPhone.
Los iPhone 17 de este septiembre seguirán con sensores Sony, manteniendo la tecnología actual mientras Apple y Samsung ultiman los detalles de la nueva colaboración. Pero si todo sale según lo previsto, los usuarios de iPhone 18 podríamos tener en nuestras manos cámaras con tecnología Samsung fabricada en suelo estadounidense.

El efecto Trump en la cámara de tu próximo iPhone
Donald Trump ha conseguido (casi) lo que quería. A cambio de no imponer aranceles, ha pedido que se fabrique más en Estados Unidos. Y Apple ha cumplido con una inversión de 600.000 millones de dólares. Samsung, con instalaciones ya establecidas en Austin, se convirtió en el socio perfecto para esta estrategia. No solo tenían la tecnología que Apple necesitaba, sino que podían fabricarla donde Apple (o Trump) querían: en territorio estadounidense.
Sin darse cuenta, Trump ha convertido a dos competidores históricos en socios estratégicos, todo mientras cumple su promesa de traer más fabricación a Estados Unidos.

El futuro: convivencia, no guerra
Esta alianza con Samsung no significa el final de Sony como proveedor de Apple. La realidad es mucho más compleja: Apple tiene muchos modelos de iPhone y muchos tipos de cámara. Si finalmente se produce este salto a sensores de mayor resolución, seguramente veremos una convivencia entre cámaras Sony y Samsung durante años.
De momento, incluso aunque Apple saque adelante su patente de sensor basado en la calidad visual de nuestros ojos, se tardarán años en llevarlo a todas las gamas y todos los sensores. Los iPhone actuales son un buen ejemplo: el iPhone 16 sigue teniendo cámaras de 12 megapíxeles a día de hoy, mientras que solo los modelos Pro van a dar el salto completo a los 48 megapíxeles.
Apple no suele hacer revoluciones, sino evoluciones controladas. Si finalmente llegan sensores de mayor resolución, lo más probable es que lleguen primero a los modelos Pro Max, después se extiendan al resto de modelos Pro, y finalmente bajen a la gama base. Mientras tanto, Sony seguirá fabricando sensores para las cámaras ultra gran angular, teleobjetivo y los modelos más básicos.
Y para los usuarios, lo importante es que Apple ha encontrado la manera de acelerar la mejora de sus cámaras sin renunciar a su obsesión por el control. Trump ha conseguido, sin saberlo, que esta transición se haga en suelo estadounidense. Todos salen ganando, al menos por ahora.
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