El móvil te ha ganado la batalla sin luchar: solo querías mirar la hora y acabaste con cinco horas de vídeos de gatitos
Publicado el 04/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La procrastinación es uno de los principales motivos por los que no consigues hacer todo lo que te has propuesto al principio del día. Sabes que deberías hacer una determinada tarea, sabes que si no lo haces tendrá consecuencias, pero, aun así, eres incapaz de afrontarla.
Sin embargo, hay un enemigo aún más silencioso y poderoso: el teléfono móvil.
Este dispositivo, que llevamos en el bolsillo (o en la mano) todo el día, se ha convertido en una fuente constante de distracción que roba minutos y horas de forma sibilina. Según datos de Exploding Topics, los usuarios pasamos de media unas cuatro horas y 37 minutos al día usando el móvil. Eso implica perder un día a la semana mirando hacia abajo, o 70 días al año. ¿Qué harías con 70 días más?
Tomar consciencia del tiempo
Las aplicaciones y servicios que usas en el móvil han sido diseñadas específicamente para captar tu atención de forma constante. Las notificaciones, los mensajes y las redes sociales nos interrumpen en cualquier momento, y lo hacen de forma consciente para atraer tu atención. No lo dudes, están muy bien diseñadas y acostumbran a tener éxito.
Sin embargo, ese éxito de una parte, implica la derrota de otra: tu concentración. Cada vez que revisas una notificación, o le echas "solo un vistacito" a tu móvil, no solo estás interrumpiendo tu concentración y el flujo de trabajo, sino que debes sumarle una media de 23 minutos para volver al estado de concentración que tenías antes.
Una forma de reducir ese uso, al menos durante los periodos en los que debes mantener la concentración, es tomar consciencia del tiempo que pasas usando tu móvil y qué aplicaciones devoran tu tiempo. Tanto los móviles de Apple como los Android cuentan con un apartado de Bienestar digital en Ajustes, en el que se mide el tiempo de pantalla y las estadísticas de uso.
Consúltalas a diario, y anota el tiempo que pasas usando el móvil, así como el momento del día en el que más lo usas. Eso te permitirá detectar tus patrones de uso y te ayudará a reducir su uso durante las franjas en las que deberías estar estudiando, haciendo deporte o aprendiendo a hacer ganchillo.
Los límites del espacio y tiempo
Conocer cómo usas el móvil te permite saber si lo estás usando en exceso en el trabajo con aplicaciones que poco tienen que ver con él, si lo haces durante tu tiempo libre o incluso a horas en las que deberías reducir los niveles de dopamina para conciliar mejor el sueño.
Esa información te permite, por ejemplo, adoptar el "modo monje" cuando debes mantener toda tu concentración en trabajar o estudiar, y no dejar toda la responsabilidad en manos de tu fuerza de voluntad. ¿Recuerdas aquello de que las apps estaban diseñadas para captar tu atención? También cuentan con el efecto fuerza de voluntad. No funciona.
Lo mejor que puedes hacer para evitar caer en la tentación de sus notificaciones y centrarte en lo que necesitas terminar, es impedir que tu móvil tenga la menor oportunidad de captar tu atención. La forma más sencilla de hacerlo es adoptar una estrategia de "Contrato de Ulises", de forma que tu yo presente, evite que tu yo del futuro caiga en la tentación de mirar las notificaciones.

En este sentido, las opciones del apartado de Bienestar digital o Tiempo de uso de tu móvil pueden serte muy útiles, ya que te permite programar horarios para modos de concentración o limitar el uso de determinadas aplicaciones durante una franja horaria concreta. De ese modo, se automatizan los límites para ayudarte a reducir las interrupciones que rompen tu concentración.
Redescubriendo el tiempo libre
Al igual que la energía, los hábitos ni se crean ni se destruyen, solo se transforman. Los malos hábitos no se eliminan, solo se sustituyen por buenos hábitos. Con el tiempo pasa lo mismo.
El tiempo que poco a poco vas a ir arañándole a las redes sociales y a los vídeos de gatitos, vas a poder usarlo en hacer aquello que quieras: aprender idiomas, leer, hacer deporte o compartir más tiempo con tus amigos.
Por ello, es importante pensar a qué quieres dedicar ese tiempo que de forma progresiva vas a ir recuperando, y ser consciente de que ese tiempo, que ahora utilizas en algo tangible, antes era tiempo de pantalla. De ese modo, tendrás un objetivo que conseguir y tu esfuerzo por recuperar el tiempo adquiere un propósito.
El libro del tiempo
En el primer apartado te recomendábamos tomar consciencia del tiempo de uso diario de tu móvil, y anotarlo para detectar patrones. Una vez comiences a tomar medidas al respecto, continúa llevando un registro de tus datos de uso pero, en esta ocasión, añade en qué utilizas ese tiempo diario que recuperas.
Esas notas son la prueba de tus pequeñas victorias. Si un día consigues reducir diez minutos de uso, indica que has utilizado esos diez minutos paraleerte algunas páginas de un libro, o que has llamado a un amigo para preguntarle qué tal su día.
Hacerlo, tiene el mismo efecto que tachar una tarea de tu lista. Es la constatación del trabajo realizado, y de la recompensa por ese esfuerzo, contribuyendo a mantener la motivación para seguir cambiando tiempo de pantalla por tiempo productivo para ti.
Imagen | Unsplash (ROBIN WORRALL, Rob Hampson)
utm_campaign=04_Jul_2025"> Rubén Andrés .