Convierte un Mac mini en portátil: no es barato, pero sí la solución más ingeniosa (y loca) que hemos visto

Publicado el 01/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original

En internet siempre hay alguien dispuesto a rizar el rizo. Y así llegué a la historia de Scott Yu-Jan, un youtuber de los manitas, al que aquello de usar un MacBook Air le debió parecer demasiado mainstream. Su idea: crear el Mac mini portátil definitivo. Y, sinceramente, aunque sea una locura, es de admirar.

No te voy a engañar: he tenido un Mac mini durante un par de meses y el dilema era el siguiente: el 80% del tiempo, no me levanto de la silla. Trabajo, escribo, edito, y todo perfecto. Pero se 20% en el que necesito mover el Mac para cambiar de ambiente, visitar a mis padres o trabajar en una oficina distinta, la cosa se complica. Tampoco puedo ir montando monitores externos en cada esquina. El resultado: acabé devolviendo el Mac mini y tirando a lo seguro con un MacBook Pro. Pero ojo, que no soy el único que ha sufrido esta duda.

Un invento digno de ovación y de ahorrar durante meses

Scott Yu-Jan no solo metió el Mac mini en una caja bonita. Lo acompañó de un teclado Magic Keyboard, una pantalla táctil, y una carcasa impresa en 3D. Todo bien encajado, con ventilación asegurada, puertos a la vista y, como bien presume, el cableado bien recogido. Eso sí, nada de trackpad: aquí, ratón a cuestas, como en los viejos tiempos.

Hacer este  "pack" suma cerca de 3.000 euros si cuentas el Mac mini, teclado, pantalla y, ojo, la impresora 3D profesional para la carcasa. Es decir, puedes irte a por tres MacBook Air. No me malinterpretes, este tipo de proyectos me encantan y ojala hubiese podido crear yo algo parecido para "salvar" a mi Mac mini de la fila de devoluciones en la Apple Store. Son ideas tan locas como geniales. El proceso es, de verdad, para quitarse el sombrero:

Diseño propio desde cero. Scott ha pasado horas creando modelos 3D específicos para encajar cada componente a medida: Mac mini, teclado, pantalla, botón de encendido… Nada está dejado al azar: La impresora 3D, el verdadero capricho: aquí está la gracia: la parte más cara no fue Apple, fue la impresora 3D profesional (más de 2.300 euros).

Pantalla táctil: no se conforma con cualquier pantalla, apuesta por una pantalla táctil que añade ese punto diferencial (y retro) al conjunto.

• Obsesión por los detalles: el vídeo muestra cómo los cables van perfectamente guiados por la parte de atrás. Incluso tiene una palanca para poder pulsar el botón de encendido.

• Acabado artesanal, resultado profesional. el resultado final es tan cuidado que parece hecho en serie, pero conserva ese aire de invento único y especial.

De verdad, el vídeo vale oro en cada segundo. La edición es exquisita, el ritmo no decae y Scott demuestra que tiene un talento brutal para el diseño en 3D. Más allá del resultado final, que es para admirar o poner en un museo, el proceso es una masterclass. Y sí, la carcasa tiene un aire retro irresistible. Incluso tiene un aire a los ordenadores de la serie Separación. Si tu también crees que tienes un "dentri", sabes a lo que me refiero.

Ahora bien, si te ha picado el gusanillo de la movilidad pero no estás para dejarte el sueldo en una impresora 3D, hay alternativas mucho más asequibles. Hoy en día puedes encontrar pantallas portátiles por menos de lo que cuesta un teclado de Apple. Algunas son sorprendentemente ligeras y perfectas para llevar en la mochila: las conectas por HDMI o USB-C y listo.

Pero si eres de esos a quienes les gusta ponerse a prueba, tienes espacio en la mesa y una impresora 3D de sobra, aquí tienes la propuesta. Eso sí, si eres de los que, como yo, necesitan moverse con frecuencia, y sin cargar una maleta, el MacBook Pro o el Air siguen siendo los reyes de la movilidad.

Fuente e imágenes | Scott Yu-Jan

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