Con el consumo eléctrico disparado por el aire acondicionado, Singapur ha tenido una idea: edificios que "sudan"
Publicado el 22/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Noticias frescas: hace calor. Mucho, y no tiene pinta de que este verano nos vaya a dar un respiro. Apostar por ventiladores o por el aire acondicionado es una solución, pero hay un problema: las temperaturas van a seguir aumentando y la electricidad que consumen los aparatos de aire acondicionado es un problema. Urge encontrar soluciones pasivas, y Singapur puede haber dado con la tecla gracias a una nueva pintura.
¿Su secreto? Hace que los edificios “suden”.
En corto. En 2022, el aire acondicionado representó el 7% del consumo mundial de electricidad. La estimación es que, para 2050, ese consumo eléctrico se dispare hasta el 20%. De cara a enfriar edificios, ya hay investigadores que están experimentando con soluciones de disipación de calor para crear ambientes más frescos sin necesidad de aire acondicionado, como los nanomateriales o un giro de tuerca a la tecnología del botijo. Pese a que estamos viendo cómo hacer que los aires acondicionados sean más eficientes.
Pero hay una solución más fácil que se podría aplicar a edificios ya construidos: una capa de pintura. La pintura aislante ya existe, con ejemplos como las ultrablancas desarrolladas por la Universidad de Purdue que refleja hasta el 98% de la luz para mantener las superficies hasta 7ºC más frescas que otras soluciones, incluso bajo luz solar directa. Ahora, en Singapur han desarrollado una pintura que imita la sudoración por la que regulamos nuestra temperatura.
Edificios que “sudan”. Como leemos en Sciencenews, un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang es el responsable de una pintura bautizada como CCP-30 y lo que tiene de especial no es un color, sino su funcionamiento. Está desarrollada a base de cemento y combina tres estrategias de enfriamiento: radiativo, reflexión y evaporativo (esta última, la que usa nuestra piel).
Y funciona como un organismo que suda. La estructura porosa de la pintura puede retener hasta un 30% de su peso en agua, que va liberando lentamente al ambiente. Es como la función de deshumidificación del aire acondicionado, pero de forma pasiva. Al absorber el agua y disipar el calor, el vapor liberado está más fresco, contribuyendo a enfriar el ambiente.
Todoterreno. Si la sensación puede ser similar a la que se produce con pintura ultrablanca, ¿por qué invertir recursos en replicar algo que ya existe? El principal motivo es que esa pintura ultrablanca que refleja el calor no funciona del todo bien en ambientes húmedos, como la propia Singapur, pero también en Tailandia y otras zonas en las que el porcentaje de humedad sea importante.
Esa luz reflejada se ve atrapada por el vapor de agua en el ambiente, y en grandes ciudades se fomenta la creación de focos de calor. Vamos, que contribuye al bochorno. La nueva pintura porosa, al no funcionar reflejando la luz y el calor, no tiene este problema y permite aislar correctamente los edificios, cumpliendo esa función de refrigeración pasiva.
Prometedora. Para sostener sus argumentos, los investigadores pintaron tres casas con distinto tipo de pinturas. Una con una pintura blanca común, otra con una pintura comercial que sólo utiliza enfriamiento radiativo y otra con su nueva pintura “sudorosa”. Tras dos años expuestas al Sol, lluvia y humedad de Singapur, mientras las dos primeras se volvieron amarillentas, la nueva fórmula continuaba con su color blanco. Eso es importante no tanto por estética, sino para seguir siendo eficiente reflejando la luz.
Además, al estar preparada para absorber humedad, no se agrieta, siendo otra ventaja. Por otro lado, la casa pintada con CCP-30 reflejaba entre el 88% y el 92% de la luz solar incluso cuando estaba mojada, y emitía al exterior el 95% del calor que absorbía.
Tándem con el aire acondicionado. CCP-30 está pensada para cubrir la parte externa de los edificios, no las viviendas o zonas interiores, actuando como un primer escudo para combatir el calor. Según la zona, el uso de aire acondicionado seguirá siendo necesario para aguantar las altas temperaturas, pero los investigadores afirman que una casa cubierta con su nueva pintura supuso entre un 30% y un 40% menos de uso de aire acondicionado. No deja de convertir el edificio en un botijo.
Al final, como decíamos, el uso de pinturas contra el calor no es nada nuevo, pero fórmulas renovadas pueden ayudar no sólo a refrescar los interiores, sino a eliminar esos focos de calor urbano en ciudades con un alto porcentaje de humedad, las llamadas “islas de calor”. Y lo bueno de ser una pintura y no algo que requiera una nueva construcción es que puede aplicarse a las estructuras existentes sin una reforma compleja.
Yo sólo pido que este tipo de pintura llegue pronto, pero es agradable saber que se están investigando formas pasivas de refrigerar los hogares, como el cemento desarrollado por la Universidad Pública de Navarra.
Imágenes | Ibrahim guetar, Chromatograph
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