BYD Dolphin Surf, primeras impresiones: el coche eléctrico para ciudad que me compraría sin ninguna duda

Publicado el 21/05/2025 por Diario Tecnología
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BYD Dolphin Surf, primeras impresiones: el coche eléctrico para ciudad que me compraría sin ninguna duda

Podemos discutir si es el coche eléctrico es el que me compraría si solo pudiera elegir uno para mi casa. Podemos discutir si el coche eléctrico es una buena opción para viajar. Podemos discutir si el coche eléctrico de batería pequeña es suficiente para el común de los mortales.

Puedo dar razones a favor y en contra del coche eléctrico para todas las situaciones anteriores. Pero hay un tipo de conductor o un tipo de coche, como prefieres, en el que el coche eléctrico es perfecto: el coche puramente urbano.

Aquí no admito discusión. Como segundo coche exclusivamente urbano, como coche para no sacar nunca de la ciudad y sus alrededores, como coche para moverse entre atascos y llevar a los niños al colegio, no hay nada como un coche eléctrico.

Y BYD tiene el coche del momento.

Ficha técnica del BYD Dolphin Surf


byd Dolphin  Surf

TIPO DE CARROCERÍA.

Vehículo urbano de cuatro plazas

MEDIDAS Y PESO.

3,990 metros de largo, 1,590 metros de ancho, 1,720 metros de alto y 2,500 metros de distancia entre ejes.  Entre 1.294 y 1.390 kg.

MALETERO.

308 litros.

Asientos abatibles 50:50.

POTENCIA MÁXIMA.

115 kW (156 CV)

CONSUMO WLTP.

Entre 13,41 kWh/100 km y 13,93 kWh/100 km en ciclo combinado.

Autonomía:

  • BYD Dolphin Surf Active: 220 kilómetros
  • BYD Dolphin Surf Boost: 322 kilómetros
  • BYD Dolphin Surf Comfort: 310 kilómetros

DISTINTIVO AMBIENTAL.

Cero emisiones

AYUDAS A LA CONDUCCIÓN (ADAS).

Frenada automática de emergencia, información inteligente de límites de velocidad, detección de vehículos en el ángulo muerto, control de crucero inteligente, iluminación led, cámara de aparcamiento de 360º, sensores de aparcamiento traseros

OTROS.

Software propio con aplicación de Spotify incluida, carga inalámbrica del teléfono móvil. Compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos.

HÍBRIDO ELÉCTRICO.

No.

HÍBRIDO enchufable.

No.

eléctrico

Sí.

  • BYD Dolphin Surf Active: 30 kWh de batería y 85 kW de potencia
  • BYD Dolphin Surf Boost: 42,3 kWh de batería y 85 kW de potencia
  • BYD Dolphin Surf Comfort: 42,3 kWh de batería y 115 kW de potencia

precio y lanzamiento

Ya disponible antes de ayudas:

  • BYD Dolphin Surf Active: 19.990 euros
  • BYD Dolphin Surf Boost: 23.990 euros
  • BYD Dolphin Surf Comfort: 26.490 euros

El mejor en lo suyo

Había una expectación enorme antes de conocer de primera mano este BYD Dolphin Surf. Es, de hecho, uno de los modelos que más información han generado en los últimos meses hasta el punto de haber compartido protagonismo (por volumen de noticias generadas) con el Renault 5 o los coches de Xiaomi.

Y había un motivo: el BYD Seagull es un coche eléctrico que fuera de nuestro país ya ha vendido un millón de unidades. La receta es simple y básica. Tan sencillo como coger una batería LFP de capacidad contenida, poner una rueda en cada esquina del chasis y poner en la calle uno de los coches eléctricos más baratos del mercado. Tan barato que, al cambio directo, el precio chino parece ridículo.

A España, evidentemente, no podía llegar con un precio inferior a 10.000 euros. En el salto a Europa, el BYD Seagull ha cambiado de nombre para adoptar el de BYD Dolphin Surf. Ha ganado tamaño porque crece hasta los 3,99 metros (en China mide poco más de 3,75 metros) pero, sobre todo, ha cogido la receta antes mencionada y la ha ejecutado a la perfección.

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El BYD Dolphin Surf es un coche urbano y eléctrico que, a falta de realizar una prueba larga, de primeras parece casi perfecto. Roza los cuatro metros y pero sus 2,50 metros de batalla dejan un espacio interior muy bueno para que se trasladen cuatro adultos sin agobios. Mide 1,59 metros de ancho pero no se siente tan estrecho como un Hyundai Inster, que le supera en un par de centímetros en este apartado. Los 308 litros de maletero (hasta el techo) son más que suficientes para el día a día.

Pero es por dentro donde BYD pone todo de su parte para jugar lo que nadie ha jugado: un coche eléctrico pequeño y barato que no se siente... barato. Acolchados en la puerta y en la guantera central, acolchados para los reposabrazos de las puertas traseras, asientos delanteros amplios, cómodos, eléctricos y, por qué no, calefactados en su gama superior.

El volante tiene unos botones bien ejecutados y fáciles de comprender. Delante, una pantalla de siete pulgadas que hace las funciones de cuadro de instrumentos. A la pantalla se le han actualizado los gráficos frente a lo que hemos visto en otros modelos de la compañía y el resultado es muy bueno.

La central es de 10,1 pulgadas. No le pido más tamaño pero sí habría que repensar los menús. Siguen siendo, los de BYD, un poco engorrosos para encontrar según qué funciones. Aquí se suma que los accesos directos de la parte inferior de la pantalla son demasiado pequeños y cuesta apretarlos en marcha sin distraernos más de la cuenta.

Img 7292 Sí, la pantalla gira como en la mayoría de modelos de BYD

Debajo, los mandos físicos funcionan igual que en el hermano mayor, el BYD Dolphin (que no tiene segundo apellido). Es decir, se desliza hacia arriba o hacia abajo. Una solución original pero que me genera cierta incomodidad a la hora de poner los cuatro intermitentes o seleccionar la marcha de la transmisión.

Primero porque el botón de warning debería ser una pieza que podamos pulsar de un solo toque, con rapidez. Y esto me vale para el Dolphin Surf y para todos aquellos coches que juegan a esconder el botón en el techo del coche o lo convierten en una superficie táctil.

Y, segundo, porque los botones físicos de este eléctrico de BYD son tan pequeños que si tengo que deslizar hacia arriba o abajo el botón no siempre agarro bien el mando, lo que puede ser incómodo a la hora de maniobrar lo más rápido posible.

El coche se vende con dos baterías y dos mecánicas. La versión más modesta tiene una batería de apenas 30 kWh y un motor de 65 kW (87CV). El modelo con batería más grande, de 43,2 kWh, se vende con el mismo motor o con un tope de gama de 115 kW (156 CV).

En nuestro caso hemos probado la versión tope de gama la que, para mi gusto, le sobra potencia. A falta de probar el modelo con 87 CV, diría que para el tipo de conducción para el que va destinado está más que sobrado. Elegiría este último motor si en nuestro día a día tenemos que movernos por una carretera secundaria y queremos mayor seguridad en los adelantamientos.

En ciudad, el coche se desplaza con una soltura inusitada. Hasta el punto de que he tenido que desactivar el modo Sport porque la entrega de la potencia era demasiado brusca y en el entorno urbano me resultaba algo incómodo. Con el modo Confort, el desplazarse entre las calles es muy cómodo.

En nuestro caso hemos preferido movernos con la dirección en modo Sport. El normal puede resultar demasiado artificial y blanda aunque está cerca de los estándares actuales del resto de modelos del mercado. La dureza del freno también se puede elegir y, de nuevo, es preferible con el modo Sport porque el freno es un poco más inmediato.

Le pediría, eso sí, una carrocería un poco más contenida. Si le pedimos callejear con rapidez, el coche puede flotar un poco y se siente la carrocería moverse de lado a lado por una suspensión demasiado blanda. Eso sí, no sufriremos lo más mínimo para superar resaltos o comernos baches.

Y, para redondear, la cámara es de muy buena calidad. Como en todos los coches de BYD, por otra parte. Es de alabar que la marca no haya ahorrado aquí porque para un coche urbano que es ideal para aparcar en la calle, una buena cámara es perfecta para aprovechar los huecos al máximo.

Durante nuestra prueba no hemos tenido tiempo para sacar el coche de manera sostenida a una circunvalación o una carretera secundaria. No os podemos dar datos de consumo o nuestras sensaciones con los ADAS. Esto último me parece menos relevante porque, aunque cuenta con ello, no creo que un buen comportamiento del control de crucero adaptativo marque la diferencia en este tipo de coches.

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Lo del consumo, por el contrario, sí es del todo relevante porque con una buena cifra en ciudad podemos alcanzar un ahorro desmedido si lo comparamos con un gasolina.

Decimos lo del consumo porque, si tenemos claro que queremos un coche única y exclusivamente para movernos por ciudad y nuestros quehaceres diarios, recomendaría la compra del modelo con batería pequeña. Con un consumo de 13-14 kWh/100 km en ciudad estamos hablando de algo más de 200 kilómetros por lo que gastaremos por completo la batería pasados cuatro o cinco días si realizamos, como dice la media del conductor español, poco más de 40 kilómetros diarios.

Si quieres echar unas cuentas rápidas. Con un precio de 10 céntimos/kWh, el coste de llenar la batería de 43,2 kWh es de apenas 4,32 euros. Con ese dinero podremos recorrer cerca de 300 kilómetros si el consumo es más o menos contenido. Es decir, gastaremos 1,45 euros por cada 100 kilómetros. Hoy, 21 de mayo de 2025, un litro de gasolina en España cuesta de media 1,466 €/l.

Esta batería pequeña se carga a una potencia máxima de 65 kW y la de mayor tamaño, ya de 43,2 kWh, admite una potencia de carga de 85 kW. BYD dice que se puede pasar del 30 al 80% de la autonomía en 22 minutos en el primer caso y en 20 minutos en el segundo. Ambos admiten carga en corriente alterna de hasta 11 kW.

Ahora mismo, diría que no hay mejor coche urbano en el mercado. Para confirmarlo tenemos que realizar una prueba en profundidad pero el Hyundai Inster es un coche más pequeño (aunque con una habitabilidad interior enorme) pero más caro. Eso sí, ofrece una batería de 49 kWh en sus versiones más caras que si se prioriza la autonomía puede ser determinante.

Un Dacia Spring es más pequeño, un poco más barato (aunque tampoco mucho) y se siente menos coche, más allá de que su ambiente interior y su sistema multimedia sea muy inferior al de este BYD Dolphin Surf. Un Citroën ë-C3 es ligeramente más grande pero la calidad interior percibida es inferior y también lo es un sistema de infoentretenimiento que lo confía todo a replicar nuestro teléfono móvil.

Hay que tener en cuenta que los precios del BYD Dolphin Surf lo convierten en una de las opciones más atractivas del mercado si cogemos una balanza y medimos al peso su equipamiento. A continuación, te dejamos lo más destacado de cada versión con un precio, siempre, sin ayudas del Plan MOVES III o descuentos de la compañía:

  • BYD Dolphin Surf Active (30 kWh de batería y 85 kW de potencia): todas las medidas exigidas por la Unión Europea (incluida la cámara trasera o la frenada de emergencia), sensores delanteros y traseros, pantalla táctil de 10,1 pulgadas, función V2L de carga bidireccional, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, luces diurnas LED, apertura y arranque sin llave y control de crucero adaptativo. Precio: 19.990 euros.
  • BYD Dolphin Surf Boost (42,3 kWh de batería y 85 kW de potencia): todo lo anterior y asientos delanteros eléctricos y sensor de lluvia. Precio: 23.990 euros.
  • BYD Dolphin Surf Comfort (42,3 kWh de batería y 115 kW de potencia): todo lo anterior y asientos delanteros eléctricos y calefactados, luces LED, cristales traseros tintados, cargador inalámbrico de 15W y cámara 360º.  Precio: 26.490 euros.

A estos precios se les puede añadir una campaña de descuento de lanzamiento y los 7.000 euros de descuento del Plan MOVES III (en caso de achatarrar un vehículo). Sin contar con la ayuda de hasta 3.000 euros para desgravarse en la declaración de la renta, el BYD Dolphin Surf puede salir del concesionario por 11.780 euros (versión Active, con la batería más pequeña) y por 15.780 euros (Boost) o 18.280 euros (Comfort) con la batería de mayor tamaño.

Fotos | Xataka

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