Amazon ha descubierto con 'El verano que me enamoré' un potencial revolucionario: espectadoras sedientas de romances juveniles
Publicado el 18/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Hoy, entre las inacabables peleas de tintes políticos, la avalancha de bulos y el contenido de catadura moral cuestionable, brillaba en las redes sociales una avalancha de posts de muy diverso tono: amable, emocionado, entregado de forma sincera. Devotos y, sobre todo, devotas de la serie romántica 'El verano que me enamoré', que acaba de dar carpetazo a su última temporada con un capítulo final que está siendo comentado con tanta atención al detalle como la serie más prestigiosa de HBO. Y todo aderezado con el anuncio de una película que concluirá la historia, pero eso es lo de menos: a estas alturas podemos hablar de fenómeno global.
De qué va. "El verano que me enamoré" es una novela juvenil de Jenny Han de 2009, que inicia una trilogía que captura la experiencia del primer amor. La historia es la misma de su tardía adaptación (15 años han pasado desde la publicación del libro) para Prime Video, dirigida por la propia Han. Está narrada en primera persona: la protagonista es una joven que ha pasado sus veranos desde pequeña en la casa de playa de una amiga de su madre, que tiene dos hijos. Cuando la joven cumple 15 años se plantea un triángulo de intereses románticos, aunque la historia va más allá: la novela y la serie exploran los ritos del paso a la madurez, la inseguridad y miedos de esta etapa y el descubrimiento de la propia identidad.
Por qué es tan popular. Ha sido un fenómeno transgeneracional, y la serie ha enganchado más allá de la generación Z a la que aparentemente podría estar dirigida la serie en su origen, ya que también la han visto millennials, un arco de mujeres que está entre los 18 y los 34 años. Es más, como se ha visto en redes sociales, han llegado a ella hasta espectadoras de 54 años.
El triángulo amoroso que genera debates en redes sociales (divididas entre #TeamConrad y #TeamJeremiah), las locaciones idílicas de Carolina del Norte y lo cuidado de muchos aspectos formales (como la banda sonora con temas de Taylor Swift y otros artistas, que elaboran una especie de "personaje sonoro" que acompaña a los personajes) han hecho el resto. Resultado: audiencias explosivas como los rotundos 25 millones de espectadores en la primera semana de la temporada 3.
Y las quejas. Por supuesto, una serie tan popular y, sobre todo, tan seguida por el público femenino (porque estas dudas no se plantean tan a menudo con las series de acción o los thrillers puros más orientados a los hombres) ha sido observada con mucha cautela. En El País, Patricia Gosálvez calificaba la serie de ñoña y tóxica mientras que reconocía estar enganchada, porque una cosa no quita la otra. La figura de Conrad, que encarna el arquetipo de hombre emocionalmente complicado y dependiente, ha abierto un debate sobre la romanticización de relaciones problemáticas entre jóvenes.
Un fandom especial. Aparte de la polarización en dos equipos según a qué donjuán adolescente se apoye, 'El verano que me enamoré' ha trascendido con otros elementos el mero estatus de serie para convertirse en un fenómeno cultural global. Por ejemplo, el final de la tercera temporada, inicialmente concebido como el cierre definitivo, generó gran expectativa entre los fans, con un clamor en plataformas como X y TikTok (apenas hora y media después del estreno, el hashtag #TheSummerITurnedPretty acumulaba 46.000 publicaciones en X y algunos vídeos en TikTok alcanzaron 300.000 visualizaciones), lo que sin duda tuvo buena parte de la culpa del anuncio de la película.
El fenómeno de los "éxitos ocultos". Las plataformas tienen dos tipos de éxitos: los que vienen teledirigidos desde Netflix, HBO o Prime Video, series que se sabe (o se espera) que sean un éxito y empiezan una campaña publicitaria meses antes del estreno para crear expèctación, como Miércoles, La casa del dragón o Stranger Things. Pero hay otros éxitos que crecen poco a poco, gracias a un fandom dedicado y fiel: pasa con los thrillers altamente emocionales basados en Harlan Coben, o poropuestas románticas como 'El verano que me enamoré'. Series que, meses después de su estreno, aún siguen haciendo conversar s sus espectadoras. Auténticos fenómenos de culto.
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