Alemania ha tenido una idea para que jubilarse no se convierta en leyenda urbana: planes de pensiones para niños de seis años
Publicado el 08/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Digamos que de un tiempo a esta parte, hablar de la jubilación produce cierto estrés en la población mundial. España ha ofrecido una solución, aunque de “alto riesgo”. En Europa han pensado que lo mejor es retrasarla, y en Dinamarca les ha parecido poco y la han aplazado hasta los 70. En Corea del Sur incluso se debate el término “viejo”, y en Japón la jubilación simplemente está desapareciendo por el trabajo sine die.
Lo último viene de Alemania y abre un melón desconocido.
Plan de jubilación en primaria. Lo contaba CNBC. Mientras millones de jubilados en Estados Unidos y Reino Unido se ven obligados a "desjubilarse" por no haber ahorrado lo suficiente, Alemania propone una medida radicalmente opuesta: abrir cuentas de jubilación para niños a partir de los seis años.
El plan, impulsado por el gobierno de coalición alemán, contempla aportar 10 euros mensuales durante 12 años a todos los menores escolarizados, acumulando así al menos 1.440 euros por persona, más los beneficios que puedan generarse por la inversión de esos fondos.
Y más. Luego, a partir de los 18 años, los jóvenes podrán realizar aportes personales y disfrutar de rendimientos exentos de impuestos hasta la jubilación, actualmente fijada en los 67 años. Distopía o no, se trata de una política pensada no solo para aliviar la carga del sistema público, sino, tal y como cuentan, también para promover la cultura del ahorro desde la infancia y evitar que futuras generaciones repitan el patrón de inseguridad financiera que hoy obliga a muchos jubilados a volver al mercado laboral.
Boomers en marcha atrás. Mientras, la realidad contrasta con fuerza al otro lado del Atlántico. Explicaba Fortune que el número de personas mayores de 65 años que aún trabajan en Estados Unidos se ha cuadruplicado desde los años 80, alcanzando hoy a casi el 20% de esa franja (unos 11 millones de personas), según el Pew Research Center.
En el Reino Unido, una proporción similar de baby boomers y miembros de la Generación X están ya “desjubilándose” o planeando hacerlo. En muchos casos, sus deseos de una jubilación activa, llena de viajes y proyectos personales, chocan con una hucha insuficiente, afectada por inflación, incertidumbre en los mercados y expectativas poco realistas durante los años laborales.
Cuando el tiempo es todo. La propuesta alemana cobra aún más sentido cuando se analiza a la luz del impacto del interés compuesto, el mecanismo financiero que multiplica el capital acumulado a lo largo del tiempo. Contaba la experta financiera Suze Orman que se ha demostrado que, con solo invertir 100 dólares al mes desde los 25 años y obteniendo un 12% de rentabilidad anual, un joven podría alcanzar más de un millón de dólares al jubilarse.
Comenzar cinco años más tarde reduciría ese total a poco más de 600.000. Desde ese prisma, imaginar entonces qué sería posible si el proceso empieza no a los 25, sino a los seis años, es muy goloso. Una acumulación sostenida durante seis décadas podría permitir a los futuros jubilados alemanes gozar de una seguridad financiera impensable para muchos hoy en día.
Experimento intergeneracional. Aunque algunos expertos advierten que el aporte inicial es simbólico y que la pasividad del proceso podría limitar su valor educativo, el plan alemán apunta a una dimensión cultural y psicológica relevante. Introducir desde la infancia la noción de ahorro, rentabilidad y planificación a largo plazo puede modificar hábitos familiares, sobre todo en contextos donde la conversación sobre dinero rara vez tiene lugar.
Y, si se acompaña de una sólida educación financiera y de una gestión responsable y transparente de las inversiones, explican que podría sentar las bases de una generación más autónoma, resiliente y financieramente consciente.
Del retiro prematuro al ahorro en guarderías. Qué duda cabe, la imagen de un niño de seis años con una cuenta de jubilación abierta puede parecer más propia de una distopía, pero detrás de ella se esconde una verdad tristemente ineludible: la sostenibilidad financiera en la vejez parece empezar mucho antes de los primeros salarios. Alemania, con su propuesta de pensión temprana, no solo busca aliviar el sistema público y redistribuir el esfuerzo generacional, sino prevenir el retorno forzado al trabajo que hoy viven millones de jubilados en Occidente.
Frente a la realidad de las generaciones que deben renunciar a su descanso dorado por falta de previsión o porque simplemente no han tenido otra opción, se erige un modelo alemán preventivo que apuesta por la pedagogía financiera y la inversión a largo plazo como pilares de una jubilación digna.
En Corea del Sur ya lo habían avanzado... aunque allí cambiaron la compra de juguetes por acciones de Tesla.
En Xataka | Hay un hombre que lleva 86 años trabajando para la misma empresa. Y no tiene planes de jubilarse
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