A santo de qué compra China tanto petróleo ahora

Publicado el 18/09/2025 por Diario Tecnología
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A santo de qué compra China tanto petróleo ahora

Desde el puerto de Singapur hasta el puerto de Houston. Todo el mercado energético se hace estos días la misma pregunta: ¿por qué China está comprando petróleo como si no hubiera un mañana? El acopio es tan masivo y sostenido que los analistas tienen más dudas que certezas.

El 90% del crudo mundial. En lo que va de año, China ha comprado unos 150 millones de barriles más de los que consume, publica Bloomberg. Al precio actual, eso es una factura de 10.000 millones de dólares en crudo que, por lo que sabemos, no necesita.

Por poner el dato en contexto, la Agencia Internacional de la Energía estima que, en el segundo trimestre de 2025, China ha absorbido más del 90% del almacenamiento de crudo medible a nivel mundial. Según Reuters, el excedente de agosto superó el millón de barriles diarios.

¿Para qué? Es la pregunta del millón y no hay una respuesta clara. Si atendemos a la navaja de Ockham, una de las explicaciones más sencillas sería que el petróleo está "barato". Aunque los precios fluctúan, en términos ajustados a la inflación el barril está a un precio similar al de hace 20 años: 64 dólares por barril, según el mercado de futuros del crudo WTI.

Una explicación es que los planificadores del gobierno chino, conocidos por su visión a largo plazo, estén aprovechando una oportunidad de oro para llenar sus depósitos a un coste razonable. Tienen dónde guardarlo: China ha estado añadiendo capacidades masivas de almacenamiento con la construcción de nuevos tanques y la entrada en vigor de una nueva ley.

Mucho hueco que llenar. El 1 de enero entró en vigor la nueva Ley de Energía en China. Por primera vez, el país establece como obligación legal que tanto las empresas estatales como las privadas mantengan reservas estratégicas. En esencia, el sector privado ahora comparte con el gobierno la responsabilidad de almacenar crudo.

En consecuencia, todavía hay mucho hueco que llenar. Según el Oil & Gas Journal, las reservas estratégicas gubernamentales están al 80% de su capacidad, mientras que los tanques de almacenamiento comercial están apenas al 50%.

Un "por si acaso" gigante. Por si las razones anteriores fueran pocas, los analistas tienen un abanico de explicaciones geopolíticas. China compra aproximadamente el 20% de su petróleo a países bajo sanciones occidentales, principalmente Irán, Rusia y Venezuela. Sabe que Estados Unidos podría, en cualquier momento, endurecer el control y dificultar ese flujo.

Otra teoría apunta a una diversificación de sus reservas de divisas. En lugar de seguir acumulando bonos del Tesoro de Estados Unidos, China podría estar invirtiendo parte de ese capital en un activo físico y estratégico como el petróleo, una jugada similar a sus constantes compras de oro, buscando reducir su exposición a los activos vinculados al dólar.

¿Suenan tambores de guerra? Aquí entramos en el más puro terreno de la especulación, pero para los analistas más pesimistas, esta acumulación masiva de reservas solo tiene sentido si Pekín se está preparándose para un posible conflicto militar por Taiwán. En ese escenario, tener las despensas energéticas llenas no es una opción, es una necesidad estratégica.

Cómo nos afecta a los demás. La repentina sed de crudo de China tiene un efecto directo en el mercado global. Según la Agencia Internacional de la Energía, el mundo se dirige cuesta abajo y sin frenos a un excedente de producción "insostenible" de 2,5 millones de barriles diarios para la segunda mitad de 2025, que podría llegar a los 3 millones en 2026.

Normalmente, un excedente así provocaría un desplome de los precios. Pero, según el análisis de Argus Media, China está actuando como una esponja gigante que absorbe gran parte de ese exceso de oferta y ayuda a mantener los precios más estables de lo que deberían.

En resumen, ya sea por pura estrategia comercial, por imperativo legal o como preparación para un futuro conflictivo, China se ha convertido en el "factor X" del mercado petrolero. Mientras siga comprando, los precios tendrán un suelo. El día que pise el freno, el enorme excedente global podría inundar el mercado. Y nadie, excepto quizás unos pocos en Pekín, saben cuándo ocurrirá eso.

Imagen | Corey Seeman (Flickr, CC BY-NC-SA 2.0)

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