Aunque su marca no está entre las peores, uno de los CEOs con más experiencia advierte: "no todos los fabricantes occidentales sobrevivirán al coche eléctrico"

Publicado el 10/09/2025 por Diario Tecnología
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La convivencia de tantísimos fabricantes automovilísticos chinos es bastante complicada. El propio gobierno chino ha tomado cartas en el asunto para evitar que la industria automotriz del país se enfrenta a sí misma. Hay muchos y la terrible guerra de precios puede acabar mal para algunos. Pero los chinos también son un peligro potencial para los fabricantes occidentales, y el CEO de Volvo lo ha dejado muy claro. El mensaje de Håkan Samuelsson es tan simple como inquietante: el futuro del automóvil será eléctrico y mucho más competitivo. China jugará un papel determinante y, en este tablero de juego, no todos los actores actuales sobrevivirán. En una reciente entrevista, Samuelsson no tiene ninguna duda de que el futuro será eléctrico, sin vuelta atrás, aunque con ritmos distintos según cada mercado. Y lo que también tiene claro es que, en unos diez años, la mayoría de coches serán eléctricos y más baratos que ahora. Hasta llegar a ese escenario, el tablero de la industria y su equilibrio de poder cambiarán radicalmente. En su diagnóstico, el experimentado ejecutivo sueco deja claro lo que está por venir: no todas las marcas occidentales saldrán vivas de la transición al coche eléctrico. "En el viejo mundo las referencias eran Ford, GM, Toyota o Volkswagen. En el nuevo mundo habrá dos o tres marcas chinas muy fuertes y eso quitará espacio para los demás", incluyendo los fabricantes occidentales tradicionales. A sus 74 años, el directivo sueco se fue de Volvo en 2022 tras una década dirigiendo la compañía, pero ahora ha vuelto para intentar enderezar el rumbo de la compañía en medio de una de las etapas más complicadas de su historia reciente. Retrasos en modelos importantes como el EX90, pérdidas millonarias por el traslado de producción del EX30 y un mercado europeo cada vez más presionado por la ofensiva china han obligado a la marca a llamar de nuevo a Håkan Samuelsson y tirar de veteranía. Con el auge de los fabricantes de coches chinos, la industria se dirige a un proceso de transformación total Para Samuelsson, la consecuencia del auge chino es clara: la industria se dirige a un proceso de transformación total. Algunos fabricantes sabrán adaptarse a las nuevas reglas del juego, reduciendo costes, optimizando cadenas de suministro y mejorando sus productos eléctricos. Otros "simplemente, no lo lograrán". Como en la naturaleza, los que se adapten vivirán; los que no, desaparecerán. Samuelsson evitó dar nombres, pero sus palabras son una especie de advertencia para fabricantes occidentales que aún no han encontrado una estrategia clara frente a la avalancha china. Las declaraciones de Samuelsson están en línea con lo que dijo Elon Musk a finales del año pasado, cuando publicó un mensaje asegurando que "muchas empresas automovilísticas" no sobrevivirán, en referencia a los problemas que atreviesa Nissan. En el caso concreto de Volvo, Samuelsson es partidario de acelerar la electrificación, aunque reconoce que los híbridos enchufables seguirán siendo necesarios como puente hacia el eléctrico puro hasta que la infraestructura de recarga esté plenamente desplegada. Mientras tanto, el plan pasa por recuperar el liderazgo tecnológico, ganar eficiencia con arquitecturas globales y apoyarse en Geely para reducir costes, según el ejecutivo sueco. Fuente: Automotive News